En el filo del Cuchillo

07:30

Casi no pude dormir en toda la maldita noche. Me movía de un lado a otro intentando conciliar el sueño, pero no había manera. No fue hasta las cuatro y media de la madrugada cuando pude dormir sin el miedo a que mi hermano apareciera allí. El despertador casi me mató del susto cuando empezó a sonar. Me desperté con unas profundas ojeras y con un dolor de cabeza terrible. Al mirarme al espejo del baño ví a una chica de rostro pálido y cansado.
"¿Esta soy yo?", me pregunté. 
Me vestí con lo primero que saqué del armario: unos vaqueros descoloridos, una camisa de Nirvana (mi grupo favorito) y una sudadera negra. Al bajar a la cocina, mi madre me miró como si hubiera visto a un fantasma.
- ¡Alied! ¿Te encuentras bien?
- Sí... No te preocupes, mamá. Anoche no dormí muy bien.
Ella me miró extrañada.
- ¿Y eso? -me preguntó- Tú sueles tener sueño profundo.
Dibujé una leve sonrisa.
- Pues anoche parece ser que no lo tuve.
08:32
Al llegar a clase me dí cuenta de que miraban de forma extraña.
- Mira, es ella... -capté mientras pasaba por delante de unas chicas de segundo curso.
Supuse que era por la pelea de ayer con el grupito de chonis... Pero no era así. Entré a mi clase y saqué mis cosas. Al momento, Adrien, un compañero, vino hacia mí.
- ¿Estás bien, Ali? -me preguntó.
Alzé la mirada hacia él.
Adrien era un chico alto, blanco de piel y de hombros anchos. Tenía unos ojos azules preciosos, cualquier chica se podría perder en su mirada.
Su pelo era negro, aunque era casi tirando a marrón oscuro.
- Ehm... Sí, sí. -dije- ¿Por qué?
Él me miró, algo sorprendido.
- ¿Cómo que por qué? ¿Aún no sabes lo que dicen por ahí?
- ¿Lo de la pelea de ayer? Pero si no...
- No, Alied. -me cortó- Eso no.
- ¿Entonces...?
Adrien me miró, dubitativo. Suspiró hondo antes de decir:
- Lo de la violación por parte de tu hermano.