Dos días después. 08:30

282 19 0
                                    

Adrien tampoco fue ese día. Llevaba dos días sin venir. Me sentía casi desprotegida sin él. La gente seguía insultándome y burlándose de mí a mi paso. Le dije al director sobre aquel mensaje del espejo del cuarto de baño y le enseñé la foto.
- ¿Por qué no lo dijiste antes? -dijo él.
Estába en el recreo cuando Berniss vino hacia mí.
- Ali, ¿qué le pasa a Adrien? -preguntó.
- La verdad es que no lo sé... Estará enfermo.
- ¿No te ha mandado ningún mensaje?
- No se conecta desde hace dos días. Es extraño.
En ese momento, Beatrijs apareció ondeando su media melena.
- Hay que hacer el trabajo, Ber. -dijo refiriéndose a Berniss.
La aludida la fulminó con la mirada.
- No sé cuantas veces te he dicho que no me gusta que me llames Berniss, pesada.
Suspiré. ¿Dónde estaba Adrien?
****
14:30
- ¡Por fin! -dijo Beatrijs- ¡Fin de semana!
- Ahí va la putita indefensa. -me giré y ví a la misma chica que se había peleado con nosotras por quitarnos el dinero.
"Ignórala, ignórala."
- ¿A dónde vas? -prosiguió- ¿A ver a tu hermanito para que te dé más? Si que estás necesitada...
Mis manos se crisparon en puños pero seguí caminando con mis amigas a mi lado.
- ¿Te llevo a casa? -preguntó Berniss con un gesto de preocupación en su rostro- Por si acaso...
Miré hacia el grupito.
- Sí, mejor. -dije.
Nos despedimos de Beatrijs y fuimos al coche de la madre de Berniss.
- Mami, ¿puedes llevar a Alied a casa? -preguntó.
- Claro. Hola, Alied. ¿Qué tal va todo? -dijo su madre sonriendo.
- Todo bien... -mentí- ¿Y a usted?
- Ay, tutéame.
Después de 10 minutos llegué a mi casa.
- Gracias por traerme. -dije.
- No es nada.- respondieron madre e hija al unísono.
Subí a casa y mi madre no estaba. Había una nota sobre la mesa del recibidor.
"Ali, he tenido que ir al trabajo para sustituir a una compañera. Estaré aquí sobre las nueve. Te quiero."
Suspiré y saqué la comida del horno.
***
14:39
La inquietud por Adrien me había llevado hasta su casa. Mordiéndome el labio inferior, toqué el timbre. Para mi sorpresa, quien abrió fue Sven.
- Hola, Alied... -dijo.
- ¿Estás bien? -pregunté.
El chico me miró algo sorprendido.
- ¿No te has enterado?
Una súbita sensación de angustia me recorrió el cuerpo.
- ¿Qué... Qué ha pasado?
Sven hizo un gesto para que entrara. La madre de Adrien, Lara, estaba en el sillón con la cara entre las manos. Junto a ella estaba Mark. Lara levantó la cabeza y me miró.
- Oh, Alied... -dijo mientras se levantaba y me abrazaba- Siéntate.
Me senté en el sillón. La angustia crecía.
- Ali... -empezó Mark- Hace dos días que Adrien no va a clase, como sabrás, ¿no? -asentí- El día en que estabas con él aquí Sven y yo nos quedamos cerca. Luego tú te fuiste y al cabo de un rato vino un tío amenazando a Adrien...
"Oh, no. Oh , dios, no...", sentí que me estaba quedando pálida.
-... Y el tío ese empezó a pegarle -prosiguió Mark- menos mal que Sven y yo estábamos cerca... Le dio una buena paliza.
- Pero... Él está bien, ¿no? -mi tono de voz era algo angustiado.
Lara, Sven y Mark se miraron entre ellos.
- N-no... No está bien. -dijo Lara con los ojos vidriosos.
- Podría haberle matado de no ser por nosotros, Alied... -dijo Sven.
Mi preocupación y mi angustia crecieron aún más.
- ¿Qué le ha pasado? -pregunté con la voz rota.
Los tres volvieron a mirarse entre ellos. Finalmente, Mark habló.
- Alied. Adrien está en coma.

En el filo del CuchilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora