— Es el objeto más grande que haya creado el hombre en su historia. — Opinó un señor de notable nobleza, a la vez que daba un sorbo a su té de manzanilla. — Y el maestro constructor, el señor Park Chanyeol lo diseñó a partir de la quilla. — Uno de los señores presentes se limpia la comisura de los labios luego de dar un bocado de su comida para empezar a hablar.
— Hmm, bueno, tal vez yo uní las piezas pero la idea fue del señor Baekhyun. Él tuvo la visión de un barco de tan gran escala y tan lujosas instalaciones que su supremacía nunca sería refutable y aquí está, materializado en la realidad. — Jimin no se mostraba nada interesado en la conversación, aunque pareciera que sí. En su intento por distraerse de la aburrida charla sacó un porta cigarrillos de cobre que había comprado en una tienda de perfumes el día anterior. Lo encendió y dio una calada que se sintió como si el nirvana se hiciera presente en él.
— Sabes que no me gusta eso Jimin. — La mamá del pelirrojo lo veía con ojos severos, expresando su disgusto por el viejo hábito de su hijo. Jimin normalmente se enojaría pero esto no era igual a cuando su padre le reprochaba por fumar algo tan "femenino" como un cigarrillo y no un habano. Su madre sí estaba preocupada por él y por la vida útil de sus pulmones. Claro, no es como si realmente le tocara la preocupación de su madre así que solo soltó el humo en su cara dando a entender que no apagaría el cigarrillo.
Atrevida fue Dahyun cuando susurró un "Lo sabe" y arrebató el papel enrollado de su soporte y lo apagó. Todo bajo la severa mirada de Taehyung.
— Nos gustaría comer un poco de cordero. — Dijo, dando una cordial sonrisa al camarero que llevaba un rato esperando que ordenaran. Jimin se había quedado quieto. Su mano seguía alzada, sosteniendo el soporte de su cigarrillo. Miró de reojo a Dahyun, lanzando miles de maldiciones con su mirada. — Término medio con poca salsa de menta si no es mucha la molestia. — El camarero se fue y Dahyun volteó en dirección al pelirrojo. — Le gusta el cordero ¿no es así, Jimin? — Una sonrisa que nunca llegó a sus ojos fue la respuesta a la pregunta.
— ¿También por él cortaras la carne Dahyun? — Dijo Taehyung con ojos retadores. Soltando una melodiosa risa sabiendo que la joven no podría responderle aunque quisiera. — Oigan ¿quién pensó el nombre "Titanic", fuiste tú acaso? — Miró con curiosidad al hombre de apariencia noble esperando su respuesta.
— Sí, en realidad. Me interesaba el tamaño y el tamaño significa estabilidad, lujo y sobre todo fuerza.
— ¿Conoce al doctor Floyd señor Byun? — Lo mataran por decir algo parecido a lo que estaba por soltar pero no podía aguantar las ganas. El señor Byun Baekhyun le estaba prestando total atención a la espera de sus palabras. — Sus ideas sobre la preocupación masculina por el tamaño podrían resultarle interesantes. — Chanyeol hacía todo esfuerzo posible para no reírse al igual que Taehyung. Su madre lo miraba sorprendida y Baekhyun parecía procesar las palabras del segundo más joven de la mesa.
— ¿Qué es lo que te pasa? — No cabía en la cabeza de su madre de dónde había salido semejante sandeza.
— Con permiso. — Jimin se levantó de su silla, arregló su traje y se fue a paso seguro del lugar. La madre de él se disculpó en su nombre.
— Es decidido, Dahyun. Espero que puedas con él. — Acotó Kim, un comentario innecesario pero que aún así soltó con tal de ver más irritada a la castaña.
— Prefiero preocuparme por lo que sí me interesa señor Kim. — Baekhyun se acomodó en su silla por tercera vez desde que Jimin había hablado y se arregló el chaleco.
— Floyd ¿quién es? ¿un pasajero?
El sol estaba en su mejor punto. Daba justo en la cara de un rubio, muy concentrado en dibujar a un hombre con su hija como para moverse de ahí. Cada trazo debía ser perfecto.
— El barco es... bonito ¿no? — Hoseok como siempre, era muy hablador así que se puso a hablar con el primer hombre que se le cruzara y hablara español.
— Sí, es un barco irlandés. — Mencionó el desconocido con algo de obviedad.
— Es inglés ¿no?
— No, lo construyeron en Irlanda, 15.000 irlandeses. — Hizo una pausa y aprovecho para darle una calada a su cigarrillo. — Lo hicieron sólido como una roca, manos irlandesas. — Para YoonGi no era relevante pero el desconocido pareció indignarse un poco cuando alguien del servicio de la primera clase pasó a su lado paseando a tres perros de diferentes razas.
— Típico. Los perros de la primera clase vienen aquí abajo ensuciar. — Al rubio pareció hacerle gracia y decidió participar en la conversación.
— Eso nos deja saber el lugar que ocupamos en todo esto. — El desconocido de pelos rojizos sonrió ligeramente.
— ¿Podemos olvidarlo? — Dejó el cigarrillo en su boca, dejando libre su mano derecha, mano que estrechó con YoonGi. — Soy Jiho pero llámame Zico.
— Min YoonGi. — Repitió el mismo proceso con el castaño a su lado contestando con un "Hola".
— Hoseok. — Volvió a sostener el papel enrollado con la misma mano y regresó a su pose inicial.
— ¿Ganas dinero con tus dibujos? — La pregunta debió ser respondida pero los oscuros ojos del rubio capturaron algo más interesante.
Un joven de cabellera rojiza caminaba con gracia al balcón de la primera clase. Parecía estar enojado, no era seguro pues era notorio el esfuerzo que hacía para mantener una expresión neutral.
Era la única persona que estaba asomada por lo que no le costó a Zico saber qué era lo que YoonGi estaba viendo.
— Olvídalo amigo. Un chico como él jamás se fijaría en alguien como tu. — YoonGi no le hacía caso a las desalentadoras palabras, no movió su vista en ningún momento. Pudo ver cómo el joven se dio cuenta de su mirada y hacía un intento por relajar más su expresión. El pelirrojo volvió a verlo ahora con el ceño fruncido. Parecía extrañado. YoonGi, en cambio, se acomodó en su lugar para que le resultara cómodo tanto a sus ojos como a su cuerpo, ver a aquel desconocido por el tiempo que fuese.
Su amigo pasó su mano en frente de él, en busca de su atención y al no conseguirla se empezó a reír. Todo era muy irreal para YoonGi pero como si de una cachetada se tratase. Vio como una joven de pelo castaño se acercaba a paso rápido a él, vio como esta lo jalaba del hombro y empezaba a hablarle algo enojada. La presencia de la joven pareció disgustar al pelirrojo porque se fue apenas empezó a hablar. Ella no tuvo más opción así que lo siguió con irritación.
Dando así, acabado el momento. Y para YoonGi el momento nunca perdió su magia.
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𝑻𝑰𝑻𝑨𝑵𝑰𝑪 | 𝒀𝑴
FanficAtención. Silencio. Grabando. Verlo salir de la oscuridad como un barco fantasma, aún me hace estremecer. Ver las tristes ruinas de un gran barco que yacen aquí. Donde terminó a las 2:30 de la mañana del 15 de abril de 1912, tras su larga caída desd...