𝑻𝑰𝑻𝑨𝑵𝑰𝑪 | 𝒀𝑴

𝙑𝙀𝙄𝙉𝙏𝙀

Ya podía ver como el agua reclamaba su lugar desde la ventana. Todo estaba en perfecto silencio y él no podía quedarse ahí o moriría.

— ¡Auxilio, ¿alguien puede oírme?! — Solo le quedaba gritar por ayuda y hacer ruido con sus esposas y el tubo que no le permitía irse de esa habitación. — ¡Ayúdenme, ¿Alguien puede oírme?! — Se aferraría a la idea de vivir un día más, no importaba si el agua seguía subiendo de nivel, no importaba si se quedaba sin voz de tanto gritar, no importaba si él ya no estaría con él.

Jimin estaba determinado a encontrar a YoonGi, no sabía dónde estaba, ni si estaba acompañado - Esperaba que alguien lo ayudara si él no llegaba a tiempo -, lo único que podía hacer era gritar el nombre de Park Chanyeol, la única persona que sabría donde estaba YoonGi y que lo ayudaría.

— ¡Señor Park. Señor Park! Señor Park, gracias a Dios. — Chanyeol miró a Jimin extrañado. Él joven no debería de estar ahí. Su labor era avisar a los que aún no salían pero Jimin, Jimin ya debería de estar en un bote salvavidas. — ¿A dónde lleva el sargento de marina a alguien arrestado?

— ¿Qué? — Ya sabía por dónde iban los tiros. — Tiene que subir a un bote de inmediato.

— ¡No! — Se apartó antes de que Chanyeol pudiese agarrarlo de los hombros. — Haré esto con o sin su ayuda señor, pero sin ella será más tardado. — Chanyeol negó, ya no había manera de convencerlo.

— Baja en el ascensor hasta el fondo, — Caminaron a la par hasta donde Chanyeol tendría que dejarlo a su suerte. — ve a la izquierda por el pasillo de la tripulación, luego a la derecha y a la izquierda de nuevo en las escaleras, verás un corredor muy largo. — Salió corriendo apenas terminó de hablarle. El tiempo apremiaba y el enorme océano que los rodeaba no parecía querer detenerse.

Estaba exhausto, su piel brillaba por la cantidad de sudor que se había creado por el esfuerzo y el aire comenzó a faltarle.

— Esto está mal. — El plan de hacer ruido no lo llevaba a ninguna parte y forcejear con sus esposas solo le provocaron heridas en ambas muñecas. — Maldición. — El agua llegó al camarote. — ¡Rayos! — Se subió a la tubería e intentó con todas sus fuerzas zafar la unión entre dos tubos.

— Los ascensores están cerrados. — Un hombre lo detuvo cuando estaba por entrar al ascensor. Él no había empujado a un montón de gente solo para esto. Ese ascensor era la forma más rápida de bajar y esa sería la vía que tomaría.

— ¡Ya me cansé de ser educado, maldita sea! — Empujó al caballero dentro del ascensor. — ¡Lléveme a abajo! — Y cerró la reja del ascensor.

Esto le haría más daño del que ya tenía en sus muñecas pero sacarse las esposas a la fuerza parecía mejor idea cuando el agua comenzó a llegar con más presión, parecía una buena idea, no lo era puesto que el metal no parecía ceder.

La parte inferior de su vestimenta se mojó cuando llegó al piso donde debería de estar YoonGi. El agua le llegaba por encima de los tobillos. El caballero insistía en subir de nuevo, ya iba a accionar la palanca y Jimin lo empujó exclamando un "no". Abrió la reja y salió arrastrando sus pasos por culpa de la cantidad de agua. El valet no dejaba de gritar: — ¡Tengo que subir! — Jimin no hizo caso a sus palabras y solo pensó en que ya vería cómo subir cuando vio cómo el hombre accionaba el ascensor con algo de desesperación.

Movía muebles que flotaban. Sus pasos se arrastraban menos por la inclinación del barco. Pasó por el pasillo de la tripulación.

— Demonios. — Tres pasillos aparecían ante él y ya había olvidado qué lado tomar. Su reacción más lógica fue gritar el nombre de YoonGi e irse por el pasillo de la izquierda. La luz comenzó a fallar y Jimin gritó con más fuerza. — YoonGi. YoonGi. YoonGi. — Uno con más fuerza que el anterior.

Parecía ser solo un espejismo. ¿YoonGi de verdad había escuchado a Jimin gritar su nombre?

— ¡YoonGi! — Otra vez. Era Jimin, su Jimin. — ¡YoonGi!

— ¡Jimin! — Jimin volteó.

— YoonGi.

— ¡Jimin! Estoy aquí. — Jimin dio la vuelta, regresó sobre sus pasos. Que YoonGi siguiera gritando lo ayudaba. Abrió la única puerta a su izquierda y lo vio.

— YoonGi, perdóname. — Se acercó tan rápido como el agua se lo permitió. — YoonGi perdóname, perdóname. — Levantó sus brazos y besó al rubio, un beso simple pero desesperado.

— KyungSoo lo puso en mi bolsillo. — Si Jimin estaba ahí era porque le creía.

— Lo sé, lo sé. — Jimin lo abrazó como pudo. Ambos estaban emocionados por verse otra vez.

— Escucha Jimin. — Era momento de ponerse serios si querían salir juntos de ahí. — Tienes que encontrar la llave de repuesto ¿Entiendes? Debe de estar en el gabinete de ahí. — El pelirrojo hurgó el gabinete completo sin saber cómo era la llave. — Es pequeña y plateada Jimin. — YoonGi dio la descripción antes de que se le ocurriera preguntarle.

— Todas son de bronce. — Tanteaba las llaves y les daba otro vistazo, no fuera a ser que estuviera viendo mal.

— Busca aquí Jimin. — Pateó uno de los escritorios a forma de señalamiento. — Jimin. — Dejó de buscar desesperadamente entre los cajones para prestar total atención a lo que le quisiera decir el rubio. — ¿Cómo averiguaste que no fui yo?

— No lo hice, solo me di cuenta de que lo sabía. — Así sin más. No era mentira, Jimin solo se dio cuenta de que YoonGi no había robado nada y ni se molestó en cuestionar ese pensamiento en su cabeza. Ambos sonrieron y se vieron con total esperanza y amor por unos segundos.

— Sigue buscando. — Dijo con una sonrisa nada propia para la situación en la que estaban. Jimin continuó con su labor de buscar la supuesta llave. 

De que salían de esa situación, lo harían.

Volvimos con nuestras actualizaciones -espero- de forma habitual. Solo me queda agradecer por las personitas que leyeron esto cuando actualizaba y durante mi desaparición por las clases. Los amo 3000

Nora 💛