𝙑𝙀𝙄𝙉𝙏𝙄𝙎𝙀𝙄𝙎

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Jimin si logró salir, ni bien pudo respirar sin tragar agua solo pensó en buscar a YoonGi.

— ¡YoonGi, YoonGi, YoonGi! — Las personas gritando a su alrededor y la falta de luz lo estaban desesperando. No vio venir a las personas que casi se lo llevaron por encima, todos estaban nadando en cualquier dirección a excepción de él. — ¡YoonGi! — Gritaba lo más alto que su cuerpo le permitía. Decidió que era momento de nadar en su búsqueda. — Yoonurg — Todos buscaban algo en lo que apoyarse para no morir ahogados, un hombre decidió apoyarse en Jimin, con sus dos manos mantenía a Jimin debajo del agua. — YoonGi. — Las pocas veces que lograba salir a respirar las aprovechaba para llamar a YoonGi.

— ¡Jimin! — De algo había servido gritar tanto. YoonGi nadó lo más rápido que pudo en su dirección. — ¡Suéltalo! — El desconocido se negaba a soltar la cabeza de Jimin, de hecho se aferró aún más. — ¡Que lo sueltes! — Como no parecía escucharlo YoonGi arremetió como pudo contra el hombre, requirió más de un golpe pero logró liberar a Jimin.

— ¡YoonGi!

— Nada Jimin, quiero que nades. — Ambos nadaban entre la masa de gente dispersa a como diera. — Sigue nadando. — estaban dando lo mejor de sí para mantener sus cuerpos en movimiento pero en cualquier momento les jugaría en contra. — Sube Jimin. — Dos barriles de distinto tamaño, atados el uno al otro. YoonGi ayudó a Jimin a subirse al más grande e hizo lo posible para subirse al otro.

— YoonGi, el agua está helada.

— Todo estará bien. Los botes regresaran por nosotros Jimin, tienes que resistir, los botes se alejaron por la succión pero volverán por nosotros Jimin.

A lo lejos, el mismo barco donde estaba Kim Taehyung y la señora Park escuchaba los gritos incesantes de las personas en el agua.

— No lo entienden. — Taehyung entendía perfectamente. — Si regresamos hundirán el bote, nos sumergirá, yo sé lo que les digo.

— Cierre la boca, está asustándome. — Más que dar una imagen frágil, él se veía enojado, muerto de frío pero enojado. — Vamos chicas, tomen un remo ¡vamos! — Nadie movía ni un dedo y él no se iba a quedar de brazos cruzados.

— Se está volviendo loco, — Dijo uno de los marines. — típico de un marica. — ¿Cómo le había dicho?

— Yo creo que el que se está volviendo loco aquí eres tú, — Ni siquiera se movió de su sitio, no valía la pena, quienes valían la penas estaban pidiendo por ayuda. — te callas o te tiro yo mismo de este bote. — Una pequeña dosis de valentía que no duraría mucho.

— Estamos en medio del atlántico norte, remen si quieren morir.

— No los entiendo, en verdad ¿qué les sucede? ¡Son sus esposos! Hay mucho espacio para más.

— Y habrá un lugar más en este bote si usted no se calla de una vez.

¡La ayuda había llegado! Y se movilizará lo más rápido posible para salvar a los que seguían en el agua ¿serían suficientemente veloces?

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¡La ayuda había llegado! Y se movilizará lo más rápido posible para salvar a los que seguían en el agua ¿serían suficientemente veloces?

Lo que habían sido gritos pasaron a ser simples gemidos de dolor o de ayuda, un pedido de ayuda algo inentendible pero ayuda al fin y al cabo. De tantas personas, la cantidad que aún seguía viva era muy poca en comparación.

— Todo está en calma. — Esa era su forma de preguntar por los botes, por la ayuda, por el resto de personas que no podía ver estando en su posición.

— Solo les tomará unos minutos para organizar los botes. — Ambos estaban morados, sus cabellos estaban paralizados por el agua congelada y sus cuerpos tiritaban de frío. — No sé tú pero yo pienso — Hablar no era fácil cuando te estaban congelando. — pienso escribir una carta muy severa a la línea stars sobre todo lo que pasó. — Estar muriendo del frío ameritaba hablar de algo más ligero.

— Te amo YoonGi. — No se sentía en sus últimas, sentía que podría resistir un poco más, desde hace unos momentos se dio cuenta de que lo que sentía no iba a cambiar mucho lo que su cuerpo decidiera hacer.

— No hagas eso, no te no te despidas, aún no ¿me entiendes?

— Estoy helado.

— Escucha Jimin, saldrás de aquí. Continuarás y vas a tener una gran familia y vas a verla crecer, vas a morir cuando seas anciano, en paz en tu cama, no aquí, no esta noche. — De poder, Jimin se habría puesto a llorar, ganas no faltaban para que los dos rompieran en llanto. — No así, no así, entiéndeme. — Si el final de su vida llegara hoy, lucharía para que el final de Jimin no llegara.

— No siento mi cuerpo.

— Ganar este viaje Jimin, fue lo mejor que haya podido pasarme. — Hablaba con el corazón. — Me trajo hacia ti y eso lo agradezco Jimin. — No pudo evitar el fugaz momento en el que todo el trayecto en ese lugar pasaba ante sus ojos, el como Jimin llegó para darle un nuevo propósito, para convertirse en su nueva felicidad. Desde la primera vez que lo vio con expresión enojada y confusa, hasta el recuerdo más reciente de su sonrisa favorita. Jimin de verdad era su luz y haría lo posible para asegurar que siguiera siendo la luz de muchas personas. — Debes prometerme que sobrevivirás, — Tomó las manos del otro por - lo que él creía - sería la última vez. — que, que no te rendirás — Los sollozos de Jimin no tardaron en escucharse. — No importa lo que pase.

— Eso, eso si suena a una despedida.

— No importa si no hay esperanzas. — Las pausas cada vez eran más largas. — Prométemelo ya Jimin y nunca olvides esa promesa. — A Jimin le hubiese gustado negarse, llorar aún más fuerte y repetirle que sin él no tendría un futuro. Jimin era realista.

— Lo prometo.

— Jamás la olvides.

— Nunca la olvidaré YoonGi. — Ni a ti. — Nunca lo olvidaré. — YoonGi dejó un suave beso y sonrió solo para tranquilizar a Jimin.


Solo diré que terminé de escribir esto y me sentí triste. 

𝑻𝑰𝑻𝑨𝑵𝑰𝑪 | 𝒀𝑴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora