¿Bebé? -GRELLIAM-

Accidente

Después de aquella noche, en la mañana siguiente William y Grell preparaban el desayuno de ambos, fue algo rápido y sencillo, comieron y fueron juntos al despacho, claro, junto a su pequeña hija, la cual dormía tranquilamente en los calidos brazos de su padre, Grell le dio permiso por una vez en su vida.

— Aquí.. tengo que salir a recolectar almas... ya sabes — William suspiró y dejó a Kenia en los brazos de Grell, le sonrió por un momento — Yo.. yo te amo, Grell y haré todo lo posible para que me vuelvas a creer — le dio un corto beso.

Grell sonrió — No tienes de que preocuparte.. aunque..  tu esfuerzo me gusta.. — una vez que el carmín tenia a su hija devuelta, la abrazo con cuidado y caminó hacía su oficina después de haberse despedido de William.

.....

El azabache se encontraba en medio de una recolección, como usualmente lo hacía, prestaba atención al cinematic récord de una mujer, como cualquier otra de aquella época, se enamoró de un hombre, aparentemente con bastante dinero, se casaron y como cualquier pareja lo haría, tuvieron varios hijos, su esposo murió, ella era una viuda desde hace años hasta aquel momento, una extraña enfermedad terminó con la vida de aquella mujer.

William suspiró y acomodó sus lentes, su ojo izquierdo ya había mejorado, después de que tanto gas pimienta cayera sobre el, estaba aliviado por recuperar algo de su vista, asintió con la cabeza al terminar de recolectar el alma de aquella mujer, frunció el seño al sentir una leve presencia demoníaca cerca suyo.

— Sal de donde sea que estés.. — tomo su death scythe con ambas manos, mirando a su alrededor — No me des problemas ahora.. — continuo estando a la defensiva, no quería sufrir otro contra tiempo, no de esa forma al menos.

Escuchó un leve susurro cerca suyo, inmediatamente volteó, abrió sus ojos como platos al ver lo cerca que u cuchillo se disparaba a su rostro, movió ligeramente la cabeza, fue algo tarde, aquella arma estaba impregnada con cierta sustancia desconocida para el shinigami, aquel cuchillo aterrizó, clavándose en su ojo izquierdo, William gritó por el dolor e impotencia que sentía, algo así jamás le pasó en su larga y aburrida vida, perdió la conciencia después de aquel accidente.

...

Todo el personal de la cede corría sin control alguno por los pasillos, hablaban en voz alta, casi gritando, todos se veían completamente asustados e intrigados.

Grell desde la comodidad de su oficina se preguntaba que demonios estaba sucediendo en los pasillos, tanto alboroto despertaría a su pequeña hija, frunció el seño y salió de su oficina, obviamente con su hija en brazos, cubierta con una pequeña sábana para que durmiera mejor, miró a su alrededor confundida.

— ¡Tú, novato! — agarró del cuello al primer chico que pasaba por el lugar, este le miró algo nervioso — ¿Qué sucede con todos? —

— Sutcliff-Senpai.. ¿Aún no se a enterado? — el chico miraba a Grell con claro temor en sus ojos.

— ¿Enterarme de qué, mocoso? — frunció el ceño, estaba demasiado molesta

— Spears-senpai.. el.. no lo sé bien, son rumores pero.. — el chico tragó en seco y acomodó sus lentes — Dicen que fue atacado en sus horas de recolección.. debería de estar en la sala de emergencias de la sede.. —

Grell no podía creer aquello, ni siquiera ella podría imaginar a su querido William siendo atacado por unos demonios o cualquier otro ser que fuese peligroso para los de su especie, soltó al chico y a paso rápido fue hasta la sala médica, de vez en cuando se aseguraba que Kenia siguiese dormida, sonrió algo aliviada al ver que tan tranquila se encontraba su hija, besó su cabeza y caminó más despacio al haber llegado a su destino, la pelirroja sabía que tenía uno que otro privilegio por casi ser la mano derecha de Spears.

— ¡Grelle! Oh dios Grelle.. no deberías estar aquí, de veras.. vuelve a tu oficina ¿esta bien? — Othello corría hacia su amiga, el se veía mucho más preocupado que los otros shinigamis, aquello hacía que su curiosidad creciera aún más.

— ¿Porqué debería Othello? — acomodó a du hija y miró fijamente al peli verde — Todos se ven aterrorizados por algo que yo aún no se.. del todo.. ¿Dónde está William? Todos hablan de él.. quiero verlo —

— No puedes Grelle, no ahora, por favor entiende — rogó, se acercó a la carmín y tomó su mano para llevarla lejos del lugar, cosa que ella no se tomó bien, empujó al forense — ¡Grell es encerio! No tienes permiso para estar aquí! —

— ¿Permiso? ¿Yo, Grell Sutcliff? — frunció el seño aún más molesta que antes — Yo no necesito el permiso de nadie para hacer cualquier cosa, vete al diablo se una buena vez, buscaré a Will sola.. no necesitaba tu ayuda de todos modos — chasqueo la lengua y caminó rápidamente hacía las habitaciones para buscar a su ser amado.

Othello miraba como su amiga de alejaba, se mordió el labio debido a todos los nervios, sabía que si Grell se enterase de lo que realmente sucedió con William, ella se pondría demasiado mal, las emociones de la shinigami carmesí eran aún mucho más inestables que las de un humano pasando por la pubertad, simplemente horrible, ese era el mayor miedo de toda la cede.

Algunos doctores y enfermeras caminaban por los pasillos como hormigas, Grell se seguía preguntando que pudo haberle ocurrido a William, pensaba que probablemente se tropezó y su tobillo se torció, no era algo grave o de que preocuparse, era un accidente que le podría pasar a cualquiera.

— Disculpe.. ¿dónde se encuentra Spears? — Grell tomó del brazo a una joven enfermera

— Habitación 759, esta dormido, no se le debe molestar por las siguientes horas, con permiso — la chica no se dio cuenta a quien le había dado aquella información, estaba muy ocupada con unas carpetas, apenas Grell la soltó esta corrió hacia otras oficinas

— Quizás esta descansando.. oh pobre Will — suspiró y fue hasta la habitación que le habían indicado.

Una vez abrió la puerta, quedó boquiabierta, varios cables se conectaban al cuerpo del azabache, quien estaba inconsciente, además tenía un parche en su ojo izquierdo, se veía algo rojo, probablemente era sangre.
Las manos de Grell y su cuerpo entero temblaban ante esa escena, dejó a su hija durmiendo sobre una camilla cerca a la de Will, tomó las manos del mayor y las besó, estaba llorando en silencio a pesar de no saber exactamente que le sucedió, su aura olía a demonio, en especial su ojo.

🖤🖤🖤🖤

OlAaaaA
Volvi, por ahora xd
Perdón de nuevo por desaparecer, probablemente lo volveré a hacer pero bueno

Espero que esto les haya gustado xd

-SaikoSensei_