¿Bebé? -GRELLIAM-

Sexto mes

Síntomas: hinchazón en manos y pies, inestabilidad para estar de pie, picazón en los muslos y otras partes del cuerpo,

Grell dió un largo suspiro, por suerte ya no tendría que seguir ocultando su embarazo, después de todo el único que no podía saber era William, le daba igual la opinión de otros shinigamis, el seria feliz con su bebé, a pesar de todos los dolores que le trajo.
Le alegraba poder usar ropa más suelta, sabia que ya no tendría porque ir a recolectar almas, su trabajo sería más sencillo y estaría gran parte del día sentado, lo cual era mucho mejor para el, se puso un vestido rojo, un abrigo del mismo color, se puso tacones bajos y salió de su departamento, como era  de costumbre en el camino compró un helado de fresa.

Entro a la cede y gano un sin fin de miradas, escuchaba murmullos, era incómodo pero tendría que acostumbrarse hasta que naciera su niña, debía pensar en un nombre hermoso para ella; entró a su oficina y dejó caer su pesado cuerpo sobre su silla, la caminata lo había dejado exhausto, se le complicaba estar tanto tiempo de pie, acarició su vientre mientras taradeaba una pequeña canción, miró al mismo con amor y ternura, ya quería tener a su pequeña en brazos, deseaba que se pareciera más a el que a William físicamente, si salía pelirroja tenía un millón de ideas para vestirse similar a ella, rió ante aquel pensamiento.

Pero no todo podía ser risas, por la puerta entró aquel alfa que tanto odiaba en ese momento, frunció el seño y agarró un gas pimienta, temia que William le hiciera algo, no dudaría en dispararle si se pasaba con el.

— ¿Qué quieres? — habló bastante serio y cubrió su vientre.

— Vine a entregarle su nuevo protocolo de trabajo por los siguientes meses – El pelinegro lanzó una carpeta a su escritorio, miró el abultado vientre del pelirrojo y su expresión cambió a una más enojada.

— Bien, ya puedes largarte — apretó con más fuerza el tarro de gas pimienta.

— Más te vale cumplir con todo lo que dice ahí, Sutcliff — salió de la oficina.

— Idiota.. — suspiró y abrió la carpeta, leyó el contenido, no había nada malo, todo sus trabajo sería llenar papeles, se molestó al ver que William había bajado su sueldo con la excusa de que "bajo de puesto al no poder seguir recolectando almas" sabia que era mentira y que debería conservar su mismo sueldo — ¡De todos los malditos alfas con los que me pude haber acostado debía ser con el! — exclamo y golpeo la mesa — No me voy a dejar ganar — con dificultad se levantó de su silla, hablaría con William.

Tomo la carpeta y su bolso, no iba a ir hasta allá desprotegido, para su mala suerte la oficina de William quedaba en el quinto piso, el estaba en el segundo, fue hasta el ascensor, pero este se había descompuesto, maldició en voz alta, no quería subir las escaleras, pero lo que debía decir era importante, más si tenía un bebé en camino, quería darle la mejor vida posible.

— ¿Sutcliff-senpai, está bien? — Ronald fue a su lado bastante preocupado.

— No del todo cariño — suspiró estresado — El idiota de William bajó mi sueldo, no puedo permitir eso —

— Ya veo.. —

– Además tendrá que subir las escaleras para llegar a su oficina, los pies me están matando — se quejó.

— Si quieres yo puedo hablar con el, luego iré a tu oficina — El chico iba a tomar la carpeta, pero el pelirrojo se alejó.

— No Ronny, lo haré sola — comenzó a subir las escaleras.

— ¡Sutcliff-senpai espere! — el rubio fue detrás de su mentor — Ya tiene siete meses, no debería estar haciendo estas cosas —

— Si que puedo cariño, estaré como una vaca, pero no soy una inútil — continuó avanzando, cada vez agarraba con más fuerza el barandal de las escaleras.