Capítulo 6

864 110 11
                                    

Amelia aún estaba confundida por lo que había sucedido en la cabaña de Luisita, no entendía por qué de pronto la rubia había cambiado su actitud.

Y aunque hubiera querido ir tras ella en ese momento su deber era estar con su equipo y cumplir con su cargo de monitor. Caminó hasta el comedor donde esperaba encontrar a Marina, Inma, Fede y Mateo preparando la comida tal como les había indicado la profesora Benigna.

-¡Nooooo, Fede, detente!- decía una Marina sonriente que corría por todo el comedor tratando de evitar que el chico le lanzara un puñado de harina para cocinar.

Inma y Mateo miraban divertidos la escena de Marina y Fede corriendo entre las mesas hasta que vieron entrar a Amelia y de inmediato fingieron estar ocupados en la preparación de los alimentos.

-¡Marina esta vez no te salvas!- justo cuando Fede lanzó el puñado de harina Marina se agachó y la que recibió el polvo blanco en la cara fue Amelia.

Inma y Mateo que estaban tras la barra que separaba la cocina del comedor se quedaron paralizados al ver a Amelia cubierta de harina, el color de la cara de Fede pasó de un rojo intenso al blanco, estaba totalmente pálido, parecía que él era el que estaba cubierto por el polvo y no Amelia. Marina se levantó de inmediato y no pudo ocultar una tremenda carcajada al ver las expresiones de Fede y Amelia.

-Ame... Amelia... discúlpame, yo... Marina... no queríamos- Fede no podía engranar la frase por los nervios que lo consumían.

-¡MARINA DEJA DE REÍRTE!- contestó una Amelia realmente furiosa.

Fede tomó una servilleta que llevaba en el delantal e intentó quitar la harina de la cara de Amelia pero fue imposible, lo estaba arruinando más.

-¡FEDE, QUÍTAME LAS MANOS DE ENCIMA!

Marina intentaba guardar la compostura ante la situación pero no podía, en cualquier momento se le iba a escapar otra carcajada.

-TIENEN DIEZ MINUTOS PARA TERMINAR LA COMIDA- gritó una enfurecida Amelia que salió del comedor dando un portazo para dirigirse a las regaderas y ducharse.

-Fede ¿estás bien?- se acercó a preguntar Inma, le preocupaba que el chico seguía inmóvil.

Marina se había sentado en una silla y no paraba de reír.

-Chicos ¿vieron lo graciosa que estaba Amelia cubierta de harina?- Marina seguía riéndose, era imposible calmarla.

-¿Marina te das cuenta en el lío que nos hemos metido?- todos voltearon a ver a Fede, al fin había recuperado el habla.

-Lo sé Fede, pero no puedes negar que fue muy gracioso.

Mateo quien había permanecido alejado de la situación se acercó a sus compañeros.

-Ya escucharon, tenemos sólo diez minutos para terminar con la comida así que Marina y Fede será mejor que comiencen a limpiar todo ésto mientras Inma y yo terminamos lo que falta, no quiero más problemas por sus jueguitos.

Después de haber pasado el susto ninguno de los tres chicos hicieron caso a las palabras de Mateo, Fede se unió a las sonoras risas de Inma y Marina. Mientras tanto Mateo les dirigía una mirada de desaprobación  y los dejaba para continuar con sus labores.

Contigo siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora