Capítulo 9

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-¡Mujer, pero por qué te lanzaste al lago con
ropa!- dijo Marina sorprendida al ver el aspecto que tenía Luisita.

-Marina no tienes idea de lo que pasó- Luisita se tumbó en la cama dejando escapar un suspiro.

-¿Ahora si me vas a contar o me vas a dejar con la duda? Porque si es así mejor no sigas.

-Pffff... no tengo palabras para explicarte lo hermosa que estaba Amelia.

-Ahora entiendo porque te caíste al lago.

-No fue precisamente por eso que caí al lago pero...

-Pero poco te faltó, Luisa Gómez te he perdido...

-Marina, de verdad yo no me esperaba esto, dime ¿cómo hago entrar en razón a mi corazón?

-Amiga, Amelia y tú...

-No lo digas Marina, por favor.

-Luisita, pero es lo que está pasando.

-¡NO MARINA!- La chica de los ojos color miel se giró dándole la espalda a su amiga.

-Luisi, ya hemos hablado de esto antes.

-Sabes muy bien que no debo y mucho menos ahora.

-Me duele decirlo, pero lo que estás empezando a sentir, no lo puedes ignorar y por lo visto no hay vuelta atrás.

-¿Te das cuenta en el lío que estoy metida?

-Lo sé y tienes que pensar cómo solucionarlo.

-Marina, lo he intentado miles de veces pero no puedo y me siento culpable porque esta conexión que tengo con Amelia es...- tardó en encontrar las palabras-. De otro mundo, no quiero alejarme de ella.

-Pues entonces Luisi tienes que arreglar tu situación antes de pensar en tener algo con Amelia.

-Marina se que no es una excusa, pero estaba muy joven cuando tomé esa decisión.

-Haber Luisita, no puedes seguir así, sabes que sólo hay una solución y no quieres tomarla.

-Estoy hecha un lío, ni siquiera estoy segura de que a Amelia le esté pasando lo mismo que a mi.

-¡Qué dices! ¿Has visto cómo te mira?, apuesto lo que quieras a que ella siente lo mismo que tú.

Luisita se levantó de la cama y buscó ropa en su mochila para cambiarse las prendas que llevaba aún húmedas por la caída al lago.

-Marina, dejemos esta conversación aquí ¿quieres?- dijo mientras se ponía los jeans.

-Como quieras Luisi, pero es la segunda vez que me pides que dejemos esta platica y no puedes seguir huyendo.

-¡Por favor Marina!

-Está bien, si es lo que quieres, así será, no hablaré más del tema- Marina pasó dos dedos por sus labios imitando que los cerraba como un zipper.

-Gracias Marina- Luisita terminó de vestirse y tomó un libro entre sus manos, se recostó nuevamente y buscó la pagina en la que se había quedado la última vez.

-¡Luisita! ¿Vas a estudiar en nuestro último día libre?- Marina le quitó el libro de las manos.

-No tengo algo mejor que hacer.

-¿Estás hablando enserio?, salgamos Luisi, busquemos a los chicos y seguro se nos ocurre hacer algo para pasarla bien.

-No quiero Marina, además ya es tarde, quiero dormir temprano, mañana llegan los niños y debemos estar listas para recibirlos.

Contigo siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora