-¿Amelia, puedes darle a Luisita un "curabesito" para que se recupere pronto?
-Claro cariño- la morena observó sonreír a Luisita, se acercó y le dejó un delicado beso donde Melissa había colocado la bandita.
-Luisita ya verás que pronto te sentirás mejor, los besos de Amelia son mágicos- dijo con entusiasmo la niña.
-¿De verdad peque los besos de Amelia son mágicos?- preguntó sin dejar de mirar a Amelia.
-Sí, sí, sí, un día me caí por estar brincando en las escaleras y mira lo que sucedió- la pequeña le mostró la rodilla donde tenía una diminuta cicatriz-. Cuando Amelia llegó a la casa hogar me revisó y dejé de llorar porque me quitó el dolor con un "curabesito".
-Lo que dices es muy cierto peque, los besos de Amelia son mágicos porque ya no me duele para nada el pie.
-¡Te lo dije Luisi!- contestó feliz la niña por el resultado del beso de Amelia en el pie de la rubia.
-Aunque tal vez más tarde regrese el dolor, tú qué dices Amelia ¿Me darás otro beso?- preguntó curiosa y mordiéndose el labio.
-Se llaman "curabesitos" Luisita, no lo olvides- recalcó la niña.
-¡Cierto, cierto peque!- se disculpó la chica de ojos color miel.
-Vale, si regresa el dolor te puedo dar otro "curabesito"- comentó Amelia siguiendo el juego provocativo de la rubia.
-Amelia tenemos que cuidar muy bien a Luisita para que se recupere pronto.
-Sí Mel, la cuidaremos muy bien.
-Entonces tienes que darle todos los "curabesitos" que te pida.
-Lo haré cariño, le daré a Luisi todos los "curabesitos" que me pida- la ojiverde guiñó un ojo a la rubia que tenía las mejillas coloradas.
-¡¿Amelia escuchaste?!- dejó escapar una risita la niña.- Luisita tiene hambre, su tripa esta crujiendo- Melissa pegó el oído al estómago de la rubia para escuchar los sonidos provocados por la falta de alimento.
-¡Pero qué buen oído tienes peque!- contestó la rubia mientras alborotaba los rizos de la niña.
-Mel, será mejor que le demos de comer a Luisi antes de que nos devore a nosotras- exclamó Amelia con una enorme sonrisa.
-Gran idea me has dado Amelia, empezaré a devorar a esta hermosa pequeñita- atrapó a la niña en sus brazos y comenzó a darle suaves mordiscos.
-¡No,no,no para Luisi!- la chiquita pedía entre risas.
-Vamos chicas probemos lo que trajo Nieves para comer-. Amelia acercó los alimentos a Luisita.
La rubia soltó a la niña y la acomodó a su lado para lograr sostener el recipiente con los alimentos que Amelia le ofrecía. Melissa recargó su pequeño cuerpo al de la rubia y la rodeó con sus bracitos.
-Come Luisi, así te recuperas pronto- la niña le dedicó una mirada llena de ternura.
Luisita se desarmó con los ojitos color miel que la miraban con tanto cariño.
-¡Te quiero peque!- dejó un beso en la cabecita de la niña y la estrechó con el brazo que le quedaba libre.
-¡Mmmmm... sabe delicioso!- exclamó Amelia al probar la pasta.
-Mmmmmm...- La rubia corroboró lo deliciosa que estaba la comida.
-Luisi pero también te comes las verduras- comentó Melissa al observar que ninguna de las dos chicas pretendían comer los vegetales.
-Seguro peque, también comeré las verduras.
-¿Melissa y tú comiste tus verduras?- preguntó Amelia levantando una ceja.
-Ehhh... yo quería comer todas las que había en mi plato pero...
-¿Pero?- insistió la morena.
-Pero tenía que venir a ver a Luisi y ya no me dio tiempo de comerlas todas.
-Ajá, así que tenías que venir a ver a Luisi ¿ehhh?
Melissa buscó refugio en el abrazo de Luisita para evitar la mirada de Amelia.
-Amelia que yo tampoco veo que comas tus vegetales- comentó Luisita tratando de salvar a la niña.
-¡Ohh ohh!- se escuchó una risita-. Luisita descubrió que tampoco te gustan las verduras Amelia.
-¿QUUEEÉ?- levantó la voz-. Lo siento Amelia pero tendrás que comer todo- sentenció la rubia.
-Yo... -Amelia echó un vistazo a los vegetales y después a las dos chicas-. Comeré todo- dijo resignada.
Las tres invadieron el lugar de risas ante la expresión de la ojiverde.
Durante el tiempo que duró la comida Luisita y Amelia charlaron acerca de las últimas actividades que se llevarían acabo en el campamento.
-Psss - llamó la atención de la rubia-. Mira, se ha quedado dormida.
Las dos observaron a Melissa, estaba abrazada a Luisita durmiendo tranquilamente. Amelia se puso de pie para cargar a la niña y recostarla en la cama de Marina.
-No, déjala aquí conmigo- Luisita acarició la mejilla de la niña.
-Pero cariño tú también tienes que descansar.
-Amelia, que mañana es el último día que estaremos juntas y aún no sé cómo voy a lograr despedirme de ella- dejó escapar un suspiro.
-¡Bonita!
Amelia tomó la mano libre de la rubia entre las suyas, sentía que su corazón se rompía al ver la tristeza en el rostro de la rubia. Los días en el campamento habían pasado volando y la despedida era inevitable.
-Amelia voy a extrañarla muchísimo, sus abrazos, sus ocurrencias, todo...- miró a la niña y acarició sus rizos.
-Luisi sabes que podrás verla cuando quieras, puedes ir a la casa hogar a visitarla- trató de animarla.
-Ya, pero no será lo mismo, cuando regresemos a la ciudad retomaremos nuestras vidas y...- no terminó la frase.
-¿Y qué Luisi? ¿Qué pasará cuando regresemos?- quiso saber.
-Amelia quizás yo...
-Luisita quizás tú qué, por favor dime lo qué sucede.
La niña hizo un ligero movimiento para acoplarse al cuerpo cálido de la rubia.
-Amelia no es el momento, vamos a despertar a Melissa.
-¿Te alejarás? ¿Es eso, verdad?- Amelia se levantó de la cama y comenzó a recoger los recipientes de la comida tratando de no escuchar la respuesta de Luisita.
-¿Amelia podemos hablar de esto en otro momento?
-Entonces es cierto, te alejarás de nosotras- contestó con tristeza.
-Amelia deja de sacar conclusiones que no son ciertas- respiró profundo.
-No puedo Luisita, es que no me das más opciones, dime qué es lo que pasa contigo.
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Hola!!! 🙃Es un capítulo cortito 🙈🙈🙈
Qué pasará con Luisita???
Creen que necesitaremos un "curabesito" de Amelia para el próximo capi???
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Contigo siempre
FanfictionLuisita y Amelia se conocen de la manera menos esperada, lo demás sólo será un juego del destino.