PRÓLOGO

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¿Alguna vez has escuchado el refrán de: “La curiosidad mató al gato”?

Yo crecí escuchándolo repetidas veces de los labios de mi madre y, aunque con el paso de los años, estaba segura de haber comprendido su significado, la vida me demostró, de la peor manera, lo equivocada que estaba.

La curiosidad me llevó a adentrarme en un mundo complemente ajeno, en el cual, la tentación se personificó a través de un par de ojos oceánicos; turbios, salvajes y hermosos. Y que, como el mismo mar en tiempos tempestuosos, arrastraron consigo calamidad, al igual que despertaron mis más bajos instintos.

Kendrick Colleman era su nombre. Un hombre lleno de belleza y sensualidad, aquel que con sus secretos, nos arrastró a un mundo oscuro, donde el placer, la perversión y el peligro, reinaban.

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N/A

Hola, hola, queridas lectoras.
Es para mí un gusto anunciarles que esta historia participa en los PremiosGemasPerdidas 2023.

Desenles suerte a Milena y a Kendrick 🍀

El mentor © #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora