EXTRA l

4.9K 499 206
                                    


"LA BODA DORADA".


Emma.

—Ya es hora. —Me avisa Dothy con una sonrisa y se la devuelvo un poco nerviosa, siento las manos frías y mi respiración está totalmente descontrolada—. ¿Necesitas más tiempo, Emma?

—No, creo que los nervios son por la espera, quiero hacer esto de una buena vez, ya no aguanto estar aquí encerrada. —Me río un poco y luego sollozo un poco haciendo que ella se acerque rápidamente a darme un abrazo, o más bien lo intenta, porque la panza no la deja—. Alguien no quiere que me abraces.

—Ni lo digas, es frustrante. —Se queja e intenta quitar mis lágrimas, menos mal el maquillaje es a prueba de agua—. Pero sé que voy a extrañar la barriguita cuando nazca.

—Apolo está que se vuelve loco con la espera, dice que ya no aguanta. —Me río y ella me imita—. Pero te ves hermosa así, te luce el embarazo.

Dothy tiene seis meses de embarazo y aún no sabemos el sexo del bebé, decidieron que fuera una sorpresa, así que ni siquiera ellos lo saben y aunque Elsah a querido entrar en la mente del médico que la atiende, Apolo no la deja.

—Tú te ves radiante. —Me señala—. ¡Mírate! Pareces una jodida princesa de algún pinche cuento, parece que fuese ayer el día que llegaste pegando gritos a la casa de Jackson. —Se burla y me río recordando ese momento—. Pensamos que algo malo te había pasado y tú solo repetías "Vestido de novia, mi boda, mi casa, su casa, mudarme".

—Es que estaba muy nerviosa y emocionada con todo, me iba a casar y también a mudarme. —Sonrío—. No puedo creer que ya haya pasado un año.

—Yo soy la que no creo que ustedes hayan esperado un año para casarse, pensé que lo harían de inmediato, con ustedes nunca se sabe.

—¡Oye! —Me quejo—. Teníamos cosas que planear, queríamos que fuera perfecto, aunque Apolo siempre repetía que él solo me necesitaba a mí para que fuera perfecto, pero creo que sólo era porque estaba cansado de tantas cosas que yo cambiaba a último momento.

—Pobre hombre. —Se ríe y abre la puerta de la habitación—. Vamos, no vaya a pensar que lo dejaste plantado.

—Dame un minuto, tengo una última cosa que hacer. —Ella asiente y dice que me espera afuera. Me acerco rápidamente a la mesita de noche donde está la foto de mis padres y la tomo limpiando la lágrima que sale—. Los amo. Si pueden escucharme o algo, quiero que sepan que soy feliz, que encontré al hombre, o mejor dicho, al dios que me hace muy feliz, que me siento bien y que hoy los extraño más que cada día. Desearía poder ir de tu mano al altar, papá y que en este momento me abrazaras y me dijeras lo mucho que me amas y lo feliz que estás por mí, mamá. —Tomo una respiración profunda y sonrío—. Pero sé que siempre estarán conmigo, así que... Hagamos esto, vamos a dar este paso juntos. Los amo.

Dejo la foto en su lugar, tomo las flores y luego de limpiar las lágrimas, salgo de la habitación. Me dirijo a la salida del patio trasero y allí están todos, la nueva casa es enorme y contando con que no queríamos ir a otro lugar para la boda, Apolo hizo un enorme patio, todo tiene césped y luce como si fuera un maldito parque enorme. Las sillas son blancas con dorado, al igual que el pastel de boda y las flores. ¿Cómo vergas tenemos flores doradas? Apolo. Todos preguntaron por ellas, él solo dijo que eran artificiales, pero muy bien hechas. Todo se ve hermoso, por lo único que discutí con él fue por los nombres, él letrero que dice "Apolo y Emma" Es de oro, he tenido suerte de que nadie a preguntando por eso, no sabría cómo decirles que mi novio tiene más dinero que el creador de Facebook. En fin, volviendo al presente...

APOLO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora