APOLO.

EXTRA lll

¡CUMPLEAÑOS DE DRAKE!

Emma.

¿Te digo que me molesta? Que yo hable y hable y no me hagan caso, por esa razón me estoy acercando al mueble donde un niño rubio-Drake-, está sentado jugando con el vídeo juego que otro niño rubio-Apolo-, le regaló. Paso por delante y le apago el equipo haciendo que se queje.

—¿Qué te dije hace media hora, Drake? —Cuestiono molesta y él solo me sonríe de manera "inocente".

—¿Qué me querías mucho, mami?

—Buen intento, pero no. Te mandé a bañar porque tus tíos y amigos han de estar por llegar. —Me cruzo de brazos y él suspira—. ¿Quieres que te bañe yo, jovencito?

—¿Dónde está papá? —Pregunta y ruedo los ojos, siempre con lo mismo.

—¿Qué tiene que ver eso con lo que te estoy mandando a hacer? ¿Quieres que te bañe él o qué?

—No, pero me gusta hacer eso porque te pones celosa. —Se ríe y si no fuera un niño y no fuera mi hijo, ya le hubiese dado con la chancleta en la cara—. ¿No ves como te colocas cuando sólo pregunto por él? A ti también te amo, mami.

—No me vas a comprar con tus cosas, báñate y cambia esa ropa por la que dejé en tu cama. —Se encoge de hombros y en dos segundos ya está totalmente listo frente a mí—. ¿Te costaba hacer eso la primera ves que te mandé?

Suspiro yendo a la cocina para ver las galletas que ya están por salir y sonrío cuando la puerta del patio se abre y Apolo entra con una pequeña en los brazos.

—Dile hola a mami. —La manda y ella sonríe antes de soltar una pequeña risa—. Dile hola.

—¡Mamá! —Chilla y estira las manitas buscando que la alce.

—¡Drake! —grita Apolo llamándolo y yo tomo a la bebé antes de que comience a llorar.

¿Recuerdan eso de que me molestaba que no me hicieran caso cuando hablaba? Bueno, Apolo no sabe de eso, porque no ha terminado de hablar cuando ya tiene a Drake frente a él.

—Dime, papá. —Le sonríe feliz y verlos es... No lo sé, ellos son idénticos, ver a Drake es ver a Apolo en modo niño.

—Nada, quería ver si ya estabas bañado y le estabas haciendo caso a tu mamá. —Le sonríe y le revuelve el cabello con la mano antes de alzarlo—. ¿No estabas siendo un niño llorón mientras no estaba?

Han pasado seis años y Apolo aún le dice de esa manera, es lindo verlos compartir, ellos se entienden y aman pasar el tiempo juntos, más que padre e hijo, son como mejores amigos y amo eso, saber que mi pequeño jamás va a pasar por lo que pasó su padre, Apolo intenta ser el mejor en ese campo para que sus hijos no se sientan como él se sintió/siente con Zeus.

—Ya no lloro, papá. —Se queja cruzando sus brazos y frunciendo el ceño—. ¿Verdad que no, mamá?

Niego divertida y Alana busca bajarse de mis brazos, la dejo en el suelo y con pasos lentos, llega a donde está su papá con su hermano.

—Deirr. —Así lo llama—. Deirr.

—¡Hola, Alana! —Le responde él y luego mira a Apolo—. Oye, papá... Tengo una duda.

—A ver, dime cuál, llorón.

—¿Por qué si mamá es rubia, tú eres rubio y yo soy rubio, Alana tiene el cabello rojizo?