CAPÍTULO TREINTA Y SIETE

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(ANTE-PENÚLTIMO)

Emma.

Al salir de la universidad me voy a la cafetería donde antes trabajaba, necesito estar fuera de la casa hasta la noche o la ansiedad me matará. Cuando abro y entro, lo primero que veo es un cabello verde en el lugar donde antes estaba Annah... ¿Qué tiene esta cafetería con los colores de cabello? Nunca lo sabremos. Voy directo a la barra y Elizabeth está totalmente concentrada en su teléfono.

—Buenos tardes. ¿Me puede dar una hermosa chica con Nutella? —Le pregunto y ella levanta la mirada sorprendida—. Más pendiente del trabajo, señorita. No quiere que sea su jefe el que la vea la próxima vez.

—¡Sí, señora! —Hace un intento de saludo militar riéndose—. Siéntate allí cerca, ya vamos a terminar, hoy vamos a cerrar a las cinco.

Y sí, diez minutos después tengo a seis pares de ojos mirándome fijamente. Y digo seis porque la chica del cabello verde también me mira fijamente mientras le da un abrazo a Liam que me hace fruncir el ceño.

—¿Quién eres tú? ¿No deberías darle a Liam un poco de espacio personal? —Le pregunto y los demás sólo se ríen.

—Mucho gusto, soy Angy. —Dice sin darme la mano, no suelta a MI Liam—. Y creo que no, no debería darle espacio a Liam para respirar, me gusta estar así.

¡Nahhh! Mira como te habla, la burla.

—Ella no lo sabe, ¿cierto? —Le pregunto a Liam con una ceja alzada y él niega con una sonrisa divertida—. ¡Genial! Bueno, sólo quería avisarles que hoy viene alguien conmigo. Es más, está entrando ahora mismo. —Señalo hacia la puerta.

Todos miran y Elsah sonríe, pero deja de hacerlo al ver el agarre mortal de la chica de cabello verde. La mira con una ceja alzada y Liam intenta soltarse.

¡Vaya, vaya! Alguien tiene miedo.

¿Y quien no? ¡Es Elsah!

—Tienes que odiar mucho tu vida para no soltarlo aún cuando te estoy dando una clara mirada de advertencia. —Le dice esta—. Liam, ¿por qué te toca así una mujer que claramente no es Elizabeth y obviamente no soy yo? —Mira al nombrado.

—Eh... Bueno, no es que esté haciendo nada malo. —Se ríe nervioso.

—Ya lo creo que sí. —Dice medio molesta. Ella lee mentes y lo que sea que esté viendo en la de esa chica no es nada lindo, sus gestos la delatan—. No, no son extensiones, niña, es mi cabello natural. —Rueda los ojos sin dar más explicaciones—. A todas estas... ¿Y la muda?

—Ella no era muda. —La corrijo—. Sólo era... ¿Rara?

—Y vaya que lo era. —Dice con una mueca divertida—. Pero en fin. ¿Dónde está?

—Renunció. —Habla Liam y yo lo observo sorprendida—. Fue todo un show. Resulta que el jefe llegó con una chica y bueno, creíamos que quizás quería contratar a alguien más, pero no, luego de una hora encerrados en su oficina él la acompañó hasta la puerta y se despidieron con un beso. Que se escuche bien... ¡Un beso! —Nos mira a todos y sigue—. Annah dejó caer su teléfono y él la miró sorprendido, eso fue como: "¡Carajo! Olvidé que tenía a la otra aquí". —Rueda los ojos—. Le dijo que fuera a su oficina y Annah lo miró horrible, o sea, parecía que lo estaba matando con el pensamiento. Ahí le preguntó por la chica y él le dijo que lo hablaran en un lugar más privado y bueno, luego de un momento de tira y afloja, le dijo que era su novia.

—Brutal. —Dice Elsah—. Yo le doy en la madre, así como le voy a dar a la pelo de monte donde no suelte a mi repetido sin novia. —Habla con una sonrisita inocente, pero la amenaza es segura—. ¿Y que más pasó?

APOLO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora