Sueños profundos

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Nos miramos los unos a los otros pero ninguno supo que contestar. Ni siquiera yo.

Nos quedamos sin habla, las respiraciones agitadas, los ojos cristalinos por aquella imagen, en lo personal todo mi cuerpo temblaba y tenía el corazón atascado en la garganta.

La imagen de Daimon llegó de golpe a mi mente, la mujer que el decía que era preciosa era la misma que había estado en el bosque.

Su rostro se me hizo tan familiar, esos ojos llenos de despecho, ira y súplica rondaban en mi cabeza. No sabía lo que significaba pero organice mis ideas de manera rápida.

Las sombras, esas sombras eran pequeños niños tomados de las manos corriendo de un lado a otro. Eso nunca lo había visto y solo se que eran niños por el tamaño y su ropa, el rostro no lo alcancé a visualizar por la oscuridad.

Aquella mujer es la misma que Daimon me había mostrado algunas veces en mi sueño, parecía más magullada pero era la misma.

Observándola durante unos segundos mi cuerpo se debilitó a tal grado que estuve a punto de caer rendida entre la tierra y el ligero musgo.

Los niños se dirigieron a donde yo me encontraba de manera lenta, casi sigilosa.

No tenía sentido, a pesar de que intente entender lo que había pasado no lo logre. Todos habían visto lo que pasó, no solo yo y eso era lo que no comprendía.

Y para rematar otra idea llego a mi cabeza: ¿y si son sueños premonitorios?. Ese tipo de sueños que pueden decirte lo que pasará a través de un sexto sentido, una forma de acceder a una información futura. Todos tenemos esa capacidad, que no la hayas desarrollado todavía o no recuerdes tus sueños es otra cosa.

Pero aunque fuera opción, sigue siendo raro el hecho de que hayamos visto a un cuerpo colgado y sombras en la madrugada.

—Tenemos que irnos, mis brazos no aguantarán tanto y me estoy comenzando a marear— pronunció Oliver sacándome de mis pensamientos.

Caminamos de vuelta a la casa de Dani. Eran las tres de la madrugada he íbamos con la esperanza de que todos ya se habrían ido por la hora y porque más tarde tendríamos clases.

Pero cuando llegamos nos sorprendimos al ver otra pelea en el jardín delantero, eran Albert con un tipo al que no conocía, probablemente algún jugador de las lechuzas. Las personas estaban alrededor de ellos gritando y algunas otras intentando separarlos.

Liam ayudo a Oliver a meter a Leyla a la habitación de Daniel mientras el iba moviendo personas para presenciar lo que pasaba. Me pidió que me quedara con ella por si despertaba y ambos bajaron las escaleras apresurados.

Tomé una manta que estaba en la silla del escritorio y tapé a Leyla. Caminé hacia la ventana para ver lo que pasaba y observé cómo Oliver se metía entre las personas mientras Liam se quedaba en una esquina observando al igual que yo.

Tomo a Albert de los hombros y lo separó, le grito algo que no pude escuchar con claridad porque en ese momento el otro tipo le dio un fuerte golpe en la cara.

Allí fue donde me di cuenta que mis sospechas eran ciertas ya que era el linebacker de las lechuzas. Oliver cayo después del golpee, wow el mismo tipo ya lo había derribado dos veces haciéndolo sangrar, solo que ahora no era la nariz sino la boca.

Se levantó pasando su pulgar por la comisura de su labio inferior limpiando algo de sangre. Eso dio inicio a una pelea más grande.