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Mis párpados se sentían pesados al igual que todo mi cuerpo, tarde varios segundos en abrir los ojos completamente cuando una mano huesuda apretó la mía de manera cálida. La luz de la bombilla impacto con mis pupilas obligándome a fruncir el ceño y soltarme de aquel agarre para tallarme los ojos sin muchas ganas.

Voltee mi rostro hacia la derecha, allí, justo a un lado de mi estaba Leyla, con una mirada triste y llena de preocupación, me partió el alma verla así y aún más si no sabía el porqué.

Me incorpore ocupando todas las fuerzas que me quedaban, ella me ayudo tomándome con una mano de la espalda y retiro algunos mechones de mi cara.

—¿Qué pasó?— pregunte después de mirar con atención el lugar en donde estábamos, la enfermería de Lakemoon.

—Te desmayaste en la clase de historia... no se porque solo... caíste de la silla y comenzaste a balbucear y gritar cosas que no pude entender, llevas aquí unos minutos, cuando te sacaron del salón te calmaste un poco.

Unos minutos.

Fueron unos minutos que sentí horas, y a pesar de que solo fue un simple desmayo me sentía más cansada que nunca, mis ojos se iban cerrando mientras cabeceaba y me costaba respirar.

Cobre por completo el sentido sobresaltándome en la pequeña cama en la que estaba y perdí el habla por un momento, Leyla me tomo del rostro con ambas manos para calmarme pero sentí ganas de llorar.

—Leyla... es el... el el está aquí— balbucee con lágrimas corriendo por mis mejillas.

—Hera cálmate ¿de que hablas?

—Daimon... mi sueño... el esta aquí... yo... me hará daño, nos hará daño, quiere algo... el lago y la mujer... todo, ¡es la persona con la que estado soñando toda mi maldita vida!

—Hera... probablemente estas confundida, debe de haber una explicación con sentido, tal vez solo se parezca, o tus medicinas te alteren de esta manera... todo estará bien, solo... calma— quito sus manos de mi rostro y me rodeo por completo abrazándome y acariciando mi cabello.

Las lágrimas amenazaban en salir aún con más fuerza cuando Liam, Oliver y Dani se tropezaron entre insultos y pequeños gritos al intentar entrar en la enfermería al mismo tiempo.

El primero en incorporarse correctamente fue Oliver mientras Dani se apoyaba de Liam.

—¿Qué ocurre? ¿estas bien? díganme en este momento lo qué pasó— Oliver se acercó a mi algo agitado y Leyla se separó para que el me tomara de los hombros.

—¡¿Estas bien?! ¡creímos que habías muerto! Liam casi llora y podría jurar que Oliver se cago de la preocupación cuando tardaron en dejarnos venir contigo.

—¡Cállate Daniel!— gritaron Oliver y Liam.

Me quede en silencio, no ponía hablar y lo que diría seguramente no sonaría muy coherente, no quería que pensaran que estoy loca, trate de controlar mi respiración cuando Liam camino a mi lado y coloco su mano en mi espalda.

La sentí cálida y firme, voltee a verlo y paso sus dedos por mis mejillas para secar el resto de las lagrimas.

—¿Qué ocurre?— volvió a preguntar Oliver aún con sus manos en mis hombros.

Dani estaba de pie en la puerta de la enfermería con la mitad de su cuerpo hacia afuera, había más ruido de lo habitual y la gente caminaba de un lado a otro secreteándose y soltando risas incómodas, se dirigió a nosotros y abrió la boca para hablar pero la cerró de golpe y salió de allí.

Sueños profundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora