5. Número desconocido.

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-Laura, solo me dijiste que te acompañaría a la cafetería y luego me llevarías a MI casa.- le digo a Laura, enfurruñada.

Al parecer, Greg y Laura tuvieron la milagrosa idea de continuar de disfrutar de su compañía mutua en la casa del primero. Mi reacción fue negativa de inmediato y, bueno, aquí estamos, dos amigas, una convenciendo a la otra de hacer algo que no quiere. La excusa que puso fue de que comeríamos hamburguesas con los otros compañeros de piso de Greg y, tal vez me lo replantee.

-¿Enserio serás tan mala amiga y me dejarás sola, con personas que no conozco?

-Laura, mi mamá me está esperando en casa. No creo poder ir.

-Todo es tan fácil, solo haré una llamada.- empieza a sacar su teléfono para llamar y yo hago un intento vago de arrebatarle el celular porque debe de estar llamando a mi madre, pero al final no lo logro. -¡Hola!, ¿Cómo está?... súper bien...si, si. De echo la llamaba para preguntarle si Alisson se podría quedar hoy en mi casa...mhmm...si sabe cómo es ella...Bueno, la veo mañana cuando la lleve. Adiós.

Luego de colgar la llamada, empieza a dar saltitos por todo el lugar. Según ella iríamos a la casa de Greg y luego de cenar, nos iríamos a dormir a SU casa. Ya no tengo más excusas para decir que no, por lo que me toca seguirles el rollo. Lo único bueno de todo esto son las hamburguesas.

Dato curioso: Amo comer.

Si me preguntarán cuál es mi actividad favorita, sería comer. A parte de la fotografía, claro. Siempre he comido de más por lo que mi compostura no es tan delgada.

Una vez en el carro, miro por la ventanilla mientras escucho sonar a Maná en la radio. Todo lo que veo son casas opacadas por la oscuridad de la noche, personas normales, y felices y, personas miserables y yo. Miro mi reflejo en la ventana y todo lo que veo es nada. Una persona que solía ser feliz, que demostraba confianza en si misma a su propia manera, pero que sobretodo estaba segura de lo que valía.

Frustrada por lo que pienso, me acomodo en el asiento para poder ver al frente y lo que veo no me gusta, porque, por algún motivo tengo un mal presentimiento, pero no es malo en su totalidad, solo que mi mente ansiosa hace que lo vea de manera negativa. Laura estaciona el auto en todo el frente de su casa-al otro lado de la calle de la casa de Greg- , y yo me bajo hecha un manojo de nervios por diversas razones:

1) Tengo tanto tiempo que no comparto con otras personas que no sean mis amigos y padres.

2)¿Qué hago si debo ir al baño por los retorcijones en el estómago por los nervios y, el servicio se queda estancado? Sería una desgracia total. Muerte súbita.

Lo último que dije puede que sea muy poco probable, pero como no siempre la suerte está de mi lado, estoy abierta a todas las posibilidades.

Ya dentro de la casa puedo ver todo más detalladamente, es la misma estructura que la de Laura solo que esta es más sencilla y menos decorada. Pasando la entrada hay un pasillo que da hacia la cocina y la pequeña sala de estar. También, hay otro pasillo con cuatro puertas, que supongo que son las habitaciones. Esta casa no se ve tan hogareña, me gusta. Puedo oír voces y risitas provinientes de la sala por lo que Greg nos dice que pasemos y tomemos asiento dónde queramos.

Me presento con los demás, por lo que son solo dos a parte de Greg que se sienta al otro lado de Laura. Uno de ellos se llama Louis y la chica sentada en su regazo-que no tardo en suponer que es la novia-, si no me equivoco, es Railey. Por lo que nos dijo Greg, son tres personas las que ocupan la casa, es decir que ya debemos estar todos presentes.

Todos están charlando cómodamente-todos menos yo, que solo veo la chimenea intensamente, preguntándome cuando comeremos-. Como si el destino escuchara lo que pienso, escucho pasos en dirección a nosotros, tal vez sean las hamburg...

-La próxima que me pidan que vaya a por las hamburguesa, les juro...

Esa voz. Su voz. No, no, no. Su voz armoniosamente irritante llega a mis oídos haciendome retorcer por dentro debido a que se quién es el transmisor de dicha voz. Me quedo quieta sin mover una pestaña, en el sillón pero, aún así puedo sentir su presencia. Escucho a Laura presentarse a mi lado y, se que ya es tarde para escapar por la ventana del salón porque ya me ha visto, demasiado diría yo.

-Aqui tienes una, todas son iguales.- me dice Leam, ofreciéndome una de las hamburguesas que agarró de la mesita y, luego como si no fuera suficiente, se sienta a mi lado.

Puedo sentir su calor emanando de el, a pesar de que nos separa una delgada tela. Al final, opto por recibirla sin articular palabra alguna. Los demás siguen comiendo mientras hablan de cosas nada interesante que me aburren al instante. También, siento la fuerte mirada de Leam en mi perfil, por lo que me siento incomoda al comer, provocando que me mueva continuamente en el sillón, intentando ni siquiera rozarlo.

No pude terminar de comer mi cena, por la alta tensión en mi, por lo que solo dejo el plato en mi regazo.

-¿Te vas a comer eso?- me dice Leam, esperando una respuesta.

-No, puedes comerlo.- le ofrezco el plato, y puedo notar mi mano temblar. Y si yo lo ví, el también.

Joder. Estás haciendo el ridículo. ¡Reacciona!

El devora la comida en segundos, dejandome sin nada que hacer. Al final opto por sacar mi celular para leer mientras espero para irnos de aquí de una vez.

-¿Tan aburrido es estar aquí?- pregunta, incrédulo.

-No, no. Sólo me gusta leer.

-Yo lo suelo hacer cuando estoy aburrido.

-Pues yo no. Lo hago porque me gusta.

-Ya.

Lo dejo pasar aunque presiento que a él no le dió igual. El tiempo pasa un poco más rápido de lo normal y agradezco que sea así, porque no es buena idea estar junto a Leam y que a cado rato me roza con su rodilla en la mía, provocando que cada vez que lo haga quiera estar más a su lado.

Ya estamos a punto de irnos cuando recuerdo que me había dejado el teléfono en el sillón. Entro en el salón y Leam sigue sentado en el mismo lugar de antes. Agarro mi celular y justo cuando iba a despedirme el habla.

-Dame tu teléfono.

-No, por qué lo daría.

-Relájate, solo quiero agregar mi número.- me dice, levantando las manos en señal de rendición.

Le doy el teléfono con una mirada de precaución y el lo recibe enseguida, desbloqueandolo.

-Vaya, podrías ponerle seguridad.

-No tengo nada que ocultar, así que no es necesario.

- Ya.

-¿Vuelves otra vez con eso?.

-¿Con qué?

-Con el ya... ¿Sabes qué? Olvídalo.

Cuando termina de hacer lo que quería con el aparato me lo devuelve con una sonrisa en su rostro. Tengo que admitir que me gusta cuando sonríe, se ve casi tierno, claro que no lo diría en voz alta.

-Hasta luego, Alisson.

-Adiós.

Salgo, en dirección a la salida. Me despido de todos amablemente y me alejo de la casa en dirección a la de Laura. Ya dentro todos están dormidos, por lo que pasamos directamente a la habitación, me siento exhausta.

Laura me presta una pijama vieja para dormir y me la pongo, nos acostamos las dos en la cama y ella me empieza a contar cómo le fue en la cafetería y algunas otras cosas y luego se queda dormida.

Mientras tanto yo estoy de espaldas en la cama con vista al techo pensando en muchas cosas, pero la principal es lo que pasó en la casa de Greg. Cómo no pude imaginarlo, el me había dicho que conocía a Leam, mas no que vivía con el.

Mi teléfono vibra en mi estómago y tomo el impulso de ver quién es.

Número desconocido: Me gustaron tus botas.
L.C.

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>>>>>>Deslice hacia abajo o al lado, porque hay doble actualización>>>>>>

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