Gotham One Shots

Jerome Valeska

—La hermana melliza de Bruce Wayne ha sido raptada por varios hombres hace unos cuantos meses, hasta la fecha no la han encontrado por ningún lugar, su tutor legal ofrece recompensa. —decía el noticiero.

—Jerome rió. —¿Qué se siente qué digan tutor legal en vez de tus padres?

—Tengo nombre, estúpido noticiero, pudrete Jerome. —escupió.

La sonrisa de Jerome se extendió, tomando a Diane del cuello acercando una tijera a esté.

—Vuelvelo a decir preciosa, te reto.

te reto, palabras del señor Wayne.

—Dije, pudrete Jerome ¿Me has escuchado o es que acaso los gritos de tus víctimas te han aturdido los oídos?

El pelirrojo se acercó peligrosamente al cuello de la castaña, con sus manos provocando un fuerte agarre, dejando casi sin aire a la joven Wayne.

—Los gritos de mis víctimas son música para mis oídos, siempre los tengo grabados.

—Me alegra que los míos no los oirás. —sonrió Diane.

—¿Por qué estás tan segura?

—Créeme Jerome, podrás torturarme pero jamás escucharás una queja de mi parte.

—¿Te gusta que te torturen?

—No le doy el placer a mis abusadores de escuchar mis gritos, algunos aún tenemos cordura, lastima que tú no. —rió y el pelirrojo apretó su mandíbula.

—¿Qué pasa pequeño fósforo? ¿Te has quedado sin argumentos?

—No.

—¿Hago que tus ganas de matarme se multipliquen?

—No.

-—¿Quieres beber de mi sangre?

—Eso sería asqueroso.

—Ya no hay nada asqueroso para ti pequeño Jerome. —sonrió Diane.

—¿Pequeño? Mido más que tú, soy más, muchísimo más grande que tú.

—Tu cerebro es más pequeño que el mío.

—Claro que no, mi cerebro es más grande que el tuyo.

—Diane rió. —claro, si tu cerebro fuera más grande que el mío habrías pensado en quitarme objetos para que no me localicen —unas sirenas se hicieron resonar en el gran edificio abandonado. —¡Ups! Parece que ya lo hicieron, ahora sino me sueltas en este instante haré que el detective Gordon te maté.

—Gordon es un policía, no me matará.

—Y yo hija de Thomas y Martha Wayne, hermana de Bruce Wayne, favorita de James Gordon, ahora dime ¿Crees que no te matará Jerome? —Jerome guardó silencio. —vaya Jerome ¿Y es que acaso tienes miedo? ¿El gran e intimidante Jerome tiene miedo?

—No tengo miedo, estoy pensando en un plan... Huiremos juntos.

—¿Qué? No, no, definitivamente no me iré contigo a ningún lugar.

—Entonces incendiaré esté edificio.

—Hazlo, los bomberos están afuera, hazlo cuando quieras. —sonrió.

—¿Cómo estás tan segura que no te mataré?

—¿Cómo estás tan seguro de saber que no se que me matarás?

—Esto es estúpido.

—Al igual que tu pequeño Jerome ¿Eres un maldito psicópata por qué nunca has recibido amor? ¿Tu y Jeremiah son iguales?

—No.

—¿Asesinaste a tu madre por qué ella prefería a Jeremiah? Liberador ¿Cierto?

—Cállate.

—¿La asesinaste por qué te daba órdenes y un día rompiste en furia?

—¡Cállate!

—¿Y fuiste enviado a Asylum Arkham por haberlo hecho?

—¡Ya basta! ¡Guarda silencio!

—Trabajaste en un circo y asesinaste a tu madre, buena portada para un gran periódico local, Jerome Valesca, asesino de su madre y secuestrador de Diane Wayne.

—¡QUE TE CALLES!

—¡CALLAME!

Ambos adolescentes quedaron en silencio después de eso, una por que sabía que Jerome era capaz de ponerle grapas en su boca con tal de que se callará y el otro porque sabía como debía callarla.

—¿Te parece bien si te doy un beso y después pasa algo?

—Diane escupió en la cara de Jerome. —ni estando como tú eso pasaría, pelirrojo.

—Jerome limpió su cara. —eso fue tan sexy y tan ridículo. —dijo esté dejando salir una risa maníaca. —tuve que haberte matado hace tiempo.

—Y no lo hiciste porque no tienes las agallas.

—Y no lo hice porque aunque eres muy molesta y muy mimada me caes bien.

—¿Mimada? —dejó escapar una risa. —deberías de ver como es Bruce, él si es mimado.

—No me interesa saber nada sobre tu hermano.

—¿Ah no? ¿Y por qué tienes esa foto ahí? —cuestionó mirando la pared donde habían puntos rojos y lazos que unían varian cosas.

—Si prestas atención, podrás ver que ese de ahí no es Bruce.

—Tampoco es mi padre.

—Ni tu madre.

—Grandísimo imbécil ¿Ibas a raptar a mi hermano en vez de raptarme a mi? ¿Si sabes que Bruce es insoportable? No hubieses aguantado estar con él más de dos minutos.

—Aguanté a su hermana por meses, ¿Por qué crees que no lo aguantaría?

—Bruce y yo somos diferentes, mi padre y mi madre siempre lo prefirieron a él, pero Alfred... Alfred siempre me prefirió a mi.

—¿Jamás has pensado en matarlos?

—Jerome.

—¿Hum?

—Ya están muertos.

—Oh cierto. —rió. —se me olvidaba.

—Eres un grandísimo estúpido.

—Y tu una niña guapa y con dinero ¿Dime quién es más estúpido.

—Tú, y lo seguirás siendo.

—¿Por qué?

—Jerome las manos lejos de la niña ahora. Baja las armas, no queremos hacerte daño. —dijo un oficial con un megáfono.

—¿Los has llamado Diane?

—¿Qué querías que hiciera? Me tuviste encerrada millones de meses aquí.

—¿Necesitas ver a mami y papi? ¡Oh! ¡Cierto!

—Algo dentro del estómago de Diane se removió —¿Necesitas ver a mami? ¡Oh! ¡Cierto! —Diane rió.

—Yo no quería hacer esto, es que en serio me caías bien, pero lo lamento Disney. —dijo Jerome recargando su arma.

—Yo tampoco quería hacer esto, pero no me dejaste opción. —suspiró Diane y miró al oficial. —tirer.

—¿Hablas francés?

—¿Qué? Ser una Wayne tiene sus ventajas.

—¡Dejen de charlar! ¡Señor Jerome bajé el arma de la frente de Diane Wayne ahora! —gritó un oficial.

—Lo lamento Diane.

—Y yo Jerome. —dijo soltándose de las sogas y poniendo su navaja cerca del cuello de Jerome. —ahora dime ¿Quién es el estúpido y quién es la inteligente aquí?

—Jerome rió. —tú ganas.

—Lo sé, siempre lo hago. —rió y un disparo se hizo resonar en la habitación de aquel abandonado edificio.