Capítulo 9

293 72 3
                                    


Wang Yibo estaba parado frente a la silla de Meng Ziyi petrificado, no podía ver la cara del pelinegro directamente, pero pudo vislumbrar un brillo inusual de sus ojos a través de la ventana.

El castaño no sabía donde esconderse, sabía que su juicio estaba nublado y se dejó llevar por las emociones que albergaba en su cabeza, pero no podía retroceder el tiempo y sabía que esta vez había cometido el peor error de su vida.

Al mirar hacia la puerta, pudo vislumbrar a Xiao Zhan siendo ayudado por Hao Xuan y Song Jiyang que miraban con cara de pocos amigos a Wang Yibo.

-¿Creo que tuviste un accidente?. ¿Dónde metiste el pie Xiao Zhan?. -hablo Meng Ziyi tratando de cambiar un poco el ambiente-.

-sonriendo sin emoción-. Caminé por donde no debía y me alegro de haberlo hecho. Ahora se que debo tener más cuidado y mirar por los caminos donde tránsito sin cometer el mismo error. -diciendo esto con un toque de amargura-. ¿Creo que hoy no podremos empezar la sesión?. ¿No lo cree?

-asintiendo-. Tienes razón, no te preocupes. Avisare a tu hermano para que no tengas problemas. Ve a casa Xiao Zhan. Y yo te avisaré cuando empezaremos la sesión.

-Gracias... pero no habría ningún problema si empezamos cuanto antes. Al parecer solo es un esguince según me informó Wen Qing.

-Bueno, entonces te avisaré con el joven Wang cuando empezaremos. Además tengo entendido que te irás en cuatro meses a España. Tenemos el tiempo medido.

-Si, prácticamente no falta nada. -sonriendo-.

-Perfecto, ve a descansar ese pie Zhan Zhan.

-Gracias. -mirando a Jiyang-. ¿Puedes recoger mi bolsa que dejé en el salón de baile?.

-asintiendo-. No te preocupes, iré a recogerlo. -alejándose del lugar-. Los veo en la entrada.

-Zhan Ge. -hablo el castaño-. ¿Podemos hablar?

Xiao Zhan ignoró a Wang Yibo, sabía que lo mejor era alejarse sin decir nada que tornara la situación más incómoda de lo que era.

No necesito hacer mucho o inventar alguna excusa ya que el dolor en el tobillo empezó a fastidiar como el jodido infierno. Era seguro que necesitaba muletas o una silla de ruedas para trasladarse, porque nunca iba a permitir depender de alguien para hacer sus cosas.

Aquella etapa había pasado hace mucho tiempo, ya no era el niño temeroso que se asustaba en las noches de tormentas. Ahora debía valerse por sí mismo, aunque siempre fue así y seguirá siendo igual hasta el final de su existencia y aquello se lo agradece en parte a Madam Yu.

Su vida nunca fue un jodido cuento de hadas, y él mismo podía interpretar el papel principal y secundario. No necesitaba ningún extra en esta historia.

-siseando de dolor-. Vamos Xuan, no aguanto estar parado. -ignorando al castaño-.

-¿Puedes caminar?. -mirando detenidamente a su amigo-. No tengo ningún problema en cargarte.

-Si puedo, todavía resisto.

-Bueno...

Wang Yibo estaba por ir detrás de Xiao Zhan para arreglar las cosas y ser de ayuda en esos momentos, ya que podía ver que se le dificulta un poco a Hao Xuan, pero Meng Ziyi lo detuvo.

-Espere un momento Wang Yibo.

-¿Qué quiere?

-Hablar contigo un momento.

-rodando los ojos-. No se supone que terminamos la sesión.

-Simplemente quiero que aprendas a moderar tu lengua. Por lo que vi, pude darme cuenta de algo. De hecho son varias cosas. -reclinándose en el asiento-. No te interesa saber.

Situaciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora