Capítulo 21

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Wang Yibo miraba cautelosamente a la psicóloga, tenía miedo de que pudiera hacerle algo, ya que con la personalidad extraña de la mujer, debías estimar los peores escenarios.

-¿Puedo hablar contigo?

Meng Ziyi levantó su mirada de lo que estaba haciendo en su celular, acomodándose sus lentes y recostandose en el mueble estudiaba deliberadamente al castaño y aquello no pasó desapercibido por el aludido, lo cual no le dio buena espina y con mayor razón estuvo muy alerta.

-¿Estás hablando cariño?...

-rondando los ojos-. ¿Sabes a qué me refiero Ziyi?

-Mocoso, si supiera es obvio que no estaría trabajando aquí y estaría comprando el boleto de la lotería. ¿No lo crees?... ¿Cuántas veces debemos repetirlo Sr Wang?.

-No se puede contigo. -suspirando-. Vengo a pedirte una disculpa.

-No te preocupes, ya lo olvidé. -mirando el pez de la pecera-. Puedes irte en paz.

-mirándola escépticamente-. ¿De verdad?

-asintiendo-. Si me preocupara por cada vez que un paciente me dice algo, créeme que no estaría donde estoy. -mirando su celular-. Si no tienes nada más que decir, preferiría estar sola.

-Entiendo. -mirando la puerta-. ¿Puedo hacerte otra pregunta?

-Si vienes por plata, debo decir que soy pobre y sobrevivo por pura suerte.

-No me refería a eso... quería saber si sabes algo de Zhan.

-dejando el celular de lado y mirándolo seriamente-. Si supiera dónde está... no te lo diría. Y antes de que preguntes, debo aclararte que ni su hermano sabe nada de él. ¿Cómo supones que yo sé donde está?. ¿Entiendes lo que quiero decirte?.

-Estas hablando muy raro...

-rodando los ojos-. Bueno, de hecho nadie lo sabe y creo saber porque. -levantándose de su asiento-. Pero no te preocupes, conociendo su espíritu luchador, de seguro está bien. Dale tiempo al tiempo y cuando menos te lo esperes sabrás de él.

-Mmmm. ¿Tú sabes algo?

-Cariño, de verdad no se nada. Estoy siendo más cristalina que el agua. Desde que se fue a Suecia nadie tiene la más mínima idea. Pero como te dije, si supiera no te lo diría.

-Entiendo.

Una vez que salió de la habitación el castaño, Meng Ziyi se quedó mirando la puerta con una sensación de nostalgia en su corazón.

Tal vez sería el hecho de que tomó cariño a ese par de niños, capaz vio en ellos aquello que nunca pudo ser y que por fuerza tuvo que optar por una máscara que con el pasar de los días iba derrumbándose.

-Creo que tendré que visitarla... y no puedo creer que al final tenias razón. -mandando un mensaje por su celular-.

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20 de diciembre xxxx

9:30 am

En el aeropuerto se encontraba Xiao Zhan esperando la llamada para abordar el avión y regresar a China. No sabía que encontraría pero estaba seguro de que sería recibido con regaños y maldiciones, pero aquello era buena señal.

-Estas muy nervioso Zhan.

-No son nervios Ga Zi... -mirándolo de soslayo-. Eso se llama emoción.

-Miente todo lo que quieras... -mirando su reloj-. ¿Seguro que no quieres que te acompañe?

-Muy seguro, además ya estoy bien y no necesito niñera.

-Mocoso terco.

-Pero así me amas mi amor. -guiñando el ojo-.

Pasajeros con destino al vuelo...

-Creo que debes abordar ahora. -mirando al pelinegro-. Supongo que ya no nos volveremos a ver. Esto es el adiós entonces...

-negando-. Supones mal, yo sólo voy para despedirme y regresar. Además, tengo un trabajo en las empresas Lan y me pagan muy bien. Sería un idiota si dejo esta oportunidad.

-Vamos Zhan, ¿A quién quieres engañar?. -tomando sus manos-. Porfavor, no te encierres en tu burbuja y habla con ese chico que tanto extrañas.

-alejándose de su toque-. Ga Zi no quiero hablar de eso. -tomando su maleta-. Te veré antes de Navidad. -abrazandolo-. Te voy a extrañar. No olvides mandarme mensajes.

-besando su cabeza-. Te voy a extrañar y lo sabes, cuídate.

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-¡Xuan Xuan!

-¡¿Qué pasa Jiyang?! ¡¿Qué tienes?!

-Mira esto... ¿Dime por favor que es cierto lo que está escrito en este mensaje?

-sonriendo-. Ji Li tenía razón...

-¡Está vivo! ¡Zhan está vivo!

-Si, y la vamos a matar cuando baje del avión.

-riendo-. No seas idiota Hao Xuan, por lo menos deja que nos explique y se despida de su hermano. -mirando a su novio-. ¿Crees que sepa?

-Lo dudo y creo que mejor bajemos la voz. -mirando a los alrededores-. Nos pueden oír y arruinaríamos la sorpresa.

-Mmmm, cierto. No lo había pensado. Bueno, escribiré a Fang Xin para agradecerle la información.

-quitándole el celular- ¿Quién es ese Fang Xin?

-Tonto. Fang Xin es el medio hermano de mi hermano. ¿Qué estabas pensando?

-Ese Fang Xin ¿Cómo supo de Zhan?

-Hace unos días recordé sobre él. -mirando a su novio seriamente-. Fang Fang vendría a ser como una especie de espía.

-A caray, eso si me interesa.

-riendo-. Bueno, no hay mucho que contar... pero me enteré por mi hermano que Fang Xin fue enviado a Suecia por una misión y aproveche a enviarle los datos de Zhan Zhan.

-Mi novio es muy inteligente. -tomándole de la cintura-. Y aquello me excita demasiado bebé. -besando su cuello-.

-Mmmm, Xuan Xuan... estamos en el Instituto. -gimiendo-.

-gruñendo-. Maldición.

-riendo-. Pero, podemos ir a .... -susurrando en su oído-. ¿Qué dices?

Hao Xuan no necesitaba decir nada, levantó a su novio al estilo nupcial y lo llevó cerca de unos matorrales que no eran muy concurridos.

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Después de varias horas de vuelo, el pelinegro regresaba a sus raíces. Aquello parecía realmente ilusorio ya que en un principio decidió quedarse en Suecia y no regresar, pero su cabeza decía una cosa y corazón otra.

Realmente es difícil complacer a todos, pero era consciente de que necesitaba cerrar círculos para poder avanzar.

Tomando todo el valor que tenía, decide primero llegar a su departamento y dejar sus cosas momentáneamente, ya que no andaría por todo el Instituto con su maleta paseando la como si fuera un turista.

Pero la suerte no estaba de su lado y había olvidado que no tenía sus llaves.

-Maldición, no puedo aparecer donde Cheng Ge así nada más.

Tomando su celular, decidió llamar a sus amigos y tal vez ellos podrían ayudarlo; aunque era consciente que primero lo interrogarían hasta saciar su curiosidad y después rogaría por su perdón, alegando que el golpe fue el causante de su decisión.

-¡¿Por qué no contesta Jiyang?!

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Situaciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora