Capítulo 24

209 52 0
                                    


Wang Yibo estaba serio para su gusto y aquello no le gustaba para nada a Lulú, normalmente era frío y distante, pero su actitud reflejaba que algo no andaba bien con Wuxian.

-¡Diablos Yibo habla de una maldita vez! Me estresa cuando estas todo misterioso...

-suspirando-. Aún no encuentran un donador y por lo que me contó WangJi, cada día su salud se deteriora rápidamente, prácticamente está todo el día en cama.

-Espero que aparezca pronto el donador, merece ser feliz Wei Ying. -sonriendo-. Por lo menos alguien cumplirá su sueño... Quién hubiera imaginado que el frío y perverso Lan WangJi también amaba a Wei Ying.

-Algunos tienen suerte.

-Querrás decir que tenía esperanza, porque hace rato ya hubiera desistido.... Wei Ying es ejemplo de perseverancia y paciencia.

-Bueno, de todos modos llámalo. Te extraña mucho.

-haciendo un puchero-. No tengo su número...

-Wei Ying me dijo que te lo dio esa vez que estuvo en el Instituto...

-¡¿Cuándo?! -revisando en su celular-. Mira, no lo tengo.

-rodando los ojos-. Ya nada me sorprende de ustedes, parecen hermanos de sangre, te estoy enviando su número...

-Ok, gracias. -mirándolo-. Ahora vete antes de que me arrepienta.

-besando su mejilla-. Por eso te adoro.

-Qué no te escuche Cao Xi. -riendo-.

-¡¿Y eso?!... ¿De qué no me enteré?.

-sonrojada-. De nada, vete.

-De todos modos tenemos una conversación pendiente.

Xuan Lu solo reía de puros nervios, aun no se creía que estuviera de novia oficial de Cao Xi. Definitivamente fue una tonta al no darse cuenta del maravilloso hombre que tenía delante de ella, pero aquello debían agradecerle a Yuri.

Yuri era una compañera de grado, pero de diferente sección y un día cualquiera encontró a dicha castaña hablando muy cariñosamente con Cao Xi en una de las bancas del parque.

Al principio pensó que eran normal la interacción entre ellos, solo reían y hablaban amenamente, pero al ver que dicha jovencita estaba irrumpiendo en el espacio personal de Cao Xi, no supo como rayos llegó hacia donde estaban y empujó a Yuri, mandandola a besar el pasto.

Aquel día fue muy vergonzoso ya que fue la misma Lulú quien tomó la iniciativa y lo besó, dejando en claro a todos los transeúntes que Cao Xi era su novio oficial. Pero con lo que no contaba era que Yuri solo estaba tratando de quitarle una mancha en su rostro, además Yuri tenía una novia y Lulú quería pegarle por haber lastimado a Yuri.

.

.

.

Meng Ziyi regresó antes de lo planeado y era debido a que debía dejar todo concretado para la noche que tendría con su papi, nombre que usaba para jugar con él en los pocos momentos que tenían y podían tener.

Pero al parecer todo se confabuló en su contra y no podría disfrutar de los lindos juguetes que había conseguido con su amiga, pero sabía que alguien si les daría un buen uso.

-Ni modo, tendré que sacrificarme por mi joven Didi... todo lo que tengo que hacer por la familia... -sonriendo perversamente-. Creo que es la primera vez que daré un regalo de navidad a una persona que no tiene mi sangre.

Tomando los objetos que consiguió a un buen precio, colocó todos en una caja roja con listón negro, y en su bolso coloco la ropa que compro hace unos meses para sorprender a su amado, además de un atuendo inusual que pidió a último momento.

-Ya quiero ver tu cara Cheng Cheng.

Definitivamente sería una gran velada...

.

.

.

Meng Ziyi llegó antes de lo previsto al Instituto, aquel ambiente estaba un poco alborotado y no tenía caso preguntar.

Tomando la llave que Zhuo Cheng le había dado hace unas semanas, entró a la habitación en donde se encontraba todo lo necesario y primordial. Dejó las cosas que trajo en la mesa y empezó a decorar todo con velas, rosas e incienso.

Después de unos 15 minutos, sonrió con satisfacción al ver que todo estaba perfectamente como había planeado.

-Ahora solo falta que este par no se de cuenta...

.

.

.

Zhuo Cheng escuchaba detenidamente la explicación de su hermanito atentamente, sentado en el mueble con una expresión seria y distante. No podía creer que su Didi fuera tan idiota para pensar que era mejor alejarse y no saber nada de él.

¿Acaso no sabía que era muy importante en su vida?

-Se que estas enojado y si decides nunca hablarme, lo entenderé...., pero no me arrepiento de mi decisión.

Xiao Zhan habló con tal convicción que ni él mismo se la creía, Wen Qing no podía dar crédito de que en esa cabecita había semejante sensatez o estupidez de su parte, ya no sabía qué pensar.

Pero de algo estaba segura y era que nunca lo juzgaría, ya que si estuviera en la misma situación definitivamente hubiera actuado igual o peor, ya que su situación era incierta.

Al despertarse no podía mover ni un dedo, aquello era extraño y ninguno de los especialistas podía explicarse el motivo. Aparentemente el daño en la columna según los estudios realizados era leve.

La caída, sin bien no fue de mucho impacto, si causo cierto daño y necesitaría terapia física por varios meses; pero lo que extraño realmente era que mejoró rápidamente en menos de un mes

Mirando a Cheng, supo que el mayor estaba en un conflicto interno y solo necesitaba un pequeño empujó. Sabía que quería correr y abrazar a su hermano, pero concibiendo su temperamento, no lo haría tan fácil para el pelinegro.

-Creo que debo darte crédito Zhan, si hubiera estado en tu posición nunca hubiera regresado. Incluso hubiera cambiado mi nombre para que nunca me encontrarán.

-¿Por qué lo dices?. -preguntó curioso Cheng-.

-La verdad es que soy de las personas que prefieren huir y empezar de cero en un lugar donde nadie me conoce, pero obviamente si somos sinceros sería una cobardía no enfrentar los problemas. -mirando al pelinegro-. Antes de que preguntes, escapar siempre fue una opción para mi, digamos que es un mecanismo de defensa que en el transcurrir de la vida me sirvió de mucho.

-Creo saber a qué te refieres. -mirandola-. Siempre pueden contar conmigo Wen Ning y tú. Lo sabes ¿Verdad?.

-sonriendo-. Lo sé, pero dejemos el melodrama... siento que me dará un coma diabetico.

-riendo-. Siempre fiel a tu estilo licenciada.

-Mmmm... prefiero que me digas enfermera Wen. -dirigiéndose hacia Cheng-. No seas duro con el mocoso.

-Lo sé.

Wen Qing dejó el lugar y un silencio nada incómodo reinaba en el lugar.

-Me perdonas Gege. -colocando ojitos de cachorro-.

-Si no lo hago, serás capaz de perseguirme hasta las fiestas de fin de año. Y la verdad es que tengo otros planes...

-Uhmmm, respecto a eso. -mordiéndose el labio-.

Situaciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora