Situaciones Inesperadas

Capítulo 12

Xiao Zhan estaba decidió a salir de ese maldito fuego cruzado en el cual estaba en 5 minutos, miraba por todos lados si su hermano estaba cerca para ayudarlo, ya que del mensaje que envió solo obtuvo un jodido visto y aquello no era garantía de nada.

Ya era casi la hora de cerrar, faltaban 15 minutos y no aparecían sus amigos tampoco, estaba empezando a hartarse de los dos tontos que empezaron a discutir como si él fuera una cosa o algo sobre el cual podrían discutir.

-¡Xiao Zhan!

-Gracias a los dioses por enviarte.

-¿Qué haces a estas horas aquí?. Deberías estar descansando ese pie para que puedas movilizarse normalmente en unos días. -Wen Qing estaba molesta-.

-suspirando-. Estoy esperando a mi hermano, pero no llega.

-mirando a ambos chicos-. ¿Ellos no te pueden ayudar?... tanto musculo y no sirve para nada.

-Yo puedo cargarlo. -Jasper se dirigía a levantarse-.

-¡No!.. yo lo haré. -el castaño estaba a sus pies rápidamente-.

-Wen Qing no te preocupes, puedo esperar.

-Hmmm, entiendo. Yo me quedaré contigo, pero necesito que sea en la sala de enfermería. -sonriendo-. No tienes escapatoria Zhan Zhan. -susurrando lo último para el pelinegro-.

-...

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Wen Qing se divertía por la cómica escena que debía presenciar, nunca pensó verlo en vivo y en directo pero recordó que no podía ser tan mala con Xiao Zhan ya que fue la persona que lo ayudó para conseguir el trabajo.

Haciendo uso de su ingenuo, mando a Wang Yibo a comprar algunas cosas que necesitaba, mientras que a Jasper le pidió de la manera más atenta que se fuera del lugar ya que no tenía nada que ver en ese entierro.

-Ahora sí me dirás que pasó hace unos minutos afuera.

-suspirando-. A Qing, eres una chica lista. Está demás decir que pasó.

-Ok. Entonces respondeme algo... ¿Cuál de los dos chicos te gusta más?

-¿En serio?... la verdad es que...

-¿Qué?.

-No me gusta ninguno.

-No me trago ese cuento. Pero bueno, eso solo te concierne a ti. Por cierto, tu hermano llegará en unos 20 minutos. ¿Crees que podrás subsistir unos minutos sin mi ayuda?.

-No te preocupes, estaré bien. -sonriendo-.

-Ok.

-Aunque no me creas, yo no quiero a ninguno de los dos en la manera que piensas...

La puerta de la habitación se cerró y un silencio demasiado escandaloso reinaba en el lugar. Xiao Zhan empezó a jugar con su celular, para no quedarse dormido pero después de 10 minutos recordó que debía hablar con Ji Li.

-Creo que tendré que llamarte, olvidé que hoy tendría la respuesta. -enviando un mensaje-. Espero que tenga la información.

-Zhannie esta vez quieras o no vamos hablar.

-¿Qué estaré pagando para que la vida me trate así?. -haciendo un puchero-. Está bien, hablemos. De todos modos te aparecerás en mi casa y no quiero dar explicaciones a Madam Yu.

Jasper se sentó a su lado, con la esperanza de que Xiao Zhan le diera una oportunidad, espero hasta que termine de escribir algo en su celular para que pueda darle toda su atención.

Xiao Zhan esta vez, al ver que no podría hacer nada para evitar este momento, dejó que hablara todo lo que guardaba desde hace tiempo. Tal vez así podría cerrar el tema definitivamente como se debía.

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Pasaron cerca de 30 minutos y Xiao Zhan no se inmutó para nada con el discurso conmovedor de Jasper, aquella reacción empezó a exasperar y preocupar al último.

Jasper no sabía que Xiao Zhan realmente había cambiado tanto, ya no era aquel chico temeroso que conoció; en cambio parecía todo lo contrario.

Realmente lo que menciono Kris era cierto...

-Liu, de verdad olvide todo lo que me hiciste... de hecho siempre olvido lo malo. Debo suponer que es una manera de defenderme. Pero si tan importante es para ti escuchar que te perdone, entonces lo haré. -suspirando-. Te perdono Liu y no te guardo ningún rencor. -sonriendo-. Pero eso no quiere decir que exista una posibilidad entre tú y yo. Eso quiere que quede muy claro.

-No crees que exista una mínima posibilidad entre nosotros. Antes me querías Zhan Zhan.

-negando-. Fuiste mi primer amor y eso no lo voy a negar, pero así como los tiempos cambian yo también cambié y debo ser sincero. -tomando sus manos-. No deseo tener ninguna relación sentimental con nadie. Espero que puedas entenderme así como en su momento llegue a comprenderte. Tengo otras prioridades en la vida y precisamente el amor no está en ellas.

-Bueno, por lo menos lo intente.

-No hay peor gestión que la que no se hace. ¿No lo crees?.

-Pero podemos ser amigos, ¿No lo crees?.

-Eso sí me gusta. Amigos. -sonriendo-.

Ambos chicos se reían amenamente como si él tiempo no hubiera pasado para ellos, tal vez no sería lo mismo pero aún ambos sabían que existía esa conexión especial.

-Debo irme.

-Ok, ve y descansa Liu. Ya tienes mi número.

-besando su cabeza-. Te llamaré en cuanto llegue. Descansa.

-Gracias.

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-¿Dónde está Yibo?.

-No lo pude encontrar. ¿No contesta su celular?

-No y su padre está reventado el mío. Demonios, cuando encuentre a ese mocoso le daré un par de nalgadas.

-Lulu es tarde, creo que será mejor irnos. Ya es tarde.

-Pero Bobo.

-De seguro está en casa y nosotros preocupados porque ese mocoso no nos avisó.

-Esta bien.

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Eran las 9:30pm y Wang Yibo aún no se reportaba con su padre, ni siquiera Lulú sabía dónde estaba. Wang Fei no era precisamente de las personas que espera a nadie, y al parecer está vez tendría que hacer un gran esfuerzo para no desquitarse con su hermana Wang An.

Aquella mujer era un ángel en comparación con él, pero más que todo la respetaba porque fue la persona que lo cuidó de pequeño y se sacrificó por él para que fueran lo que son hoy en día.

-Cambia esa cara de hongo Fei, Yibo vendrá. -riendo-. Tarde, pero llegará a casa.

-Jiejie, sabes que no estaría preocupado si no fuera porque Wei está preguntando por su futuro yerno. ¿Qué le digo?. Mira Wei, Yibo no está y no tengo la maldita idea de donde pueda estar.

-rodando los ojos-. Fei Fei, deja de preocuparte por ese tonto de Wei. Además no estoy de acuerdo con ese arreglo. ¿No estamos en la civilización moderna?

-Las cosas no son tan sencillas.

-Las personas hacen las cosas complicadas, y esa es la verdad. -sirviéndose una copa de vino-. Creo que alguien puede ayudarnos.

-¿Qué tramas?

-Déjame ese asunto en mis manos. Debo ir a pedir ciertos favores. Nos vemos después.