Capítulo 23

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-¿Ehh?

-Nada de eso Ji Li. Estamos esperando a Zhan. -Jiyang sonreía alegremente a Ji Li-.

-¿Qué?... ¡En serio!... no lo puedo creer. ¡¿Cómo está?! ¡¿Dónde está?!. Esperen... ¿No se supone que no sabían nada de él?. Tengo entendido que estaba en Suecia. ¿De qué me perdí chicos?.

Hao Xuan estaba mareado por tantas preguntas que hacía Ji Li, masajeándose la cabeza y realizando respiraciones pausadas, optó por contestar algo preciso para calmar su curiosidad.

-No lo sabemos. -contestó Hao Xuan-. Pero por lo menos sabemos que está vivo y eso es bueno.

-¡Miren chicos en la puerta!... ¿Y por qué viene arrastrando una maleta? -hablo con mucho asombro Jiyang-.

-riendo-. No sé pero, siento que algo le pasó.

-No te burles Xuan Ge. Vamos a ayudarlo.

-Espera Ji Li. -tomando su mano Jiyang-.

-¿Qué pasa?. -mirándolo-.

-Creo que hablaremos con Zhan Zhan más tarde. Su hermano está con él. -Jiyang comentó aquello tranquilamente-.

-Bueno, por lo menos está caminando... -hablo Hao Xuan-.

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6:15 pm

Caminando por los pasillos del Instituto en un absoluto silencio que escarapela la piel, varios ojos estaban interesados por el chico lindo que hacía su ingreso después de estar varios meses ausente.

Todos habían pensado que Xiao Zhan había muerto, y no era para menos, pero lo que no ayudó fue que estaba cerca al charco de sangre.

Sunny por primera vez no comento nada y aquello era extraño, miraba al pelinegro como si fuera la primera vez en su vida que lo conocía.

-¿Quién es el hermoso chico que acompaña al director?

-Puff. ¿Quién más puede ser?. Obviamente que su hermano.

-Uhmmm, pues te diré algo Peng Ge. -mirando a su novio-. Pero no te enojes.

-Por tu cara, presiento que es malo...

-Veo un ángel tan hermoso, que hasta mirarlo se consideraría un pecado. -lamiéndose los labios-.

-¡¿Qué demonios?!

Otra chica que merodeaba la zona se acercó a la pareja, secundado lo dicho por Sunny.

-Somos dos... Creo que Xiao Zhan se fue a Suecia para operarse. ¿Viste sus labios?... son tan apetecibles. ¿Cómo se sentirá besarlos?

He Peng iba hablar pero otra chica se metió a la conversación.

-Mejor mira ese trasero, tan redondito que dan ganas de tocarlo y ...

He peng ya no aguanto más, y no entendía qué rayos andaban mirando.

-¡Callense mocosas hormonales!... -mirando a las chicas-. Ustedes, pervertidas que nada más andan teniendo pensamientos lujuriosos por Zhan... -mirando inquisitivamente a su novia-. Sunny, ven aquí.

-¡¿Por qué le gritas?!... ¡No te dejes Sunny!...así comienzan y después terminan muertas y tiradas en un puente.

Peng estaba a punto de cometer homicidio pero con el par de entrometidas, no entendía porque las mujeres hacían un drama de todo, lo único que quería era alejar a su novia se las locas que nada más andaba tonteando ya que conociendo a Sunny, era muy fácil persuadir y caería en los enredos de esas mujeres locas que no tenían buena intención.

-Eres un envidioso. -apuntándole con su dedo la rubia-. Eso es lo que eres. -mirando a Sunny-. No se que le viste a este remedo de hombre querida... Por cierto, tengo un primo y deseo conocerte.

-...

Sunny no entendía nada, solo hizo un comentario y no sabia en que momento estaba en medio de la tormenta.

-Disculpen chicas, pero tengo novio. -alejándose del par-.

He Peng estaba feliz porque Sunny había elegido sabiamente, ni corto ni perezoso tomó a su novia en brazos y besó sus labios apasionadamente dejando en claro que no estaba sola.

Los vítores no se hicieron esperar y el nuevo centro de atención eran ellos, olvidando por completo al recién llegado, aunque algunos seguían mirando con agrado a Xiao Zhan.

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Algunos estaban emocionados y felices por verlo, como Wen Qing, Wen Ning, Hao Xuan, Song Jiyang, Ji Li y Jasper. Este último estaba un poco deprimido al estar igual que los demás sin saber qué había pasado; pero estaba feliz por ver que se encontraba bien.

Por lo menos sabía que sus súplicas fueron escuchadas, y era momento de regresar a España con su familia. Sabía que ya no tenía nada que hacer en China y debía soltar viejos recuerdos para poder avanzar.

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Zhuo Cheng estaba más serio que de costumbre y aquello fue percibido por Wen Qing, la mirada que le daba era capaz de fulminar y hacer desaparecer de la faz de la tierra. Sabía que tendría que pedir ayuda a Meng Ziyi para poder calmar al diablo, sino serían sus vacaciones las que peligraban.

Pero Wen Qing sabía perfectamente que no era su deber contar nada sobre el estado de Xiao Zhan, enterarse fue más una causalidad.

Wen Qing fue la única que se enteró de la condición en que se encontraba Xiao Zhan, ya que tenía una amistad muy cercana con Victoria. Ambas fueron compañeras de carpeta en sus años de estudios en la universidad y en una de sus conversaciones salió a relucir el nombre de un paciente muy particular.

-mirando a la joven-. Ven a mi oficina.

-Hola Jiejie. -sonriendo-.

-Mocoso es bueno verte. Aunque estás más delgado. ¿Acaso te operaste aprovechando tu estancia en el hospital?

-riendo-. Nada de eso, la comida del hospital es un asco A Qing, pero te contaré todo más tarde. -susurrando-.

-A quién contarás todo ahora es a mi Xiao Zhan.

La voz de Zhuo Cheng se escuchó fuerte y clara, con un toque de molestia mal disimulada.

-Ya te pedí perdón Gege. -haciendo un puchero-.

-Eso no basta. -abriendo la puerta de su oficina-. Entren.

-Por tu culpa me castigaran a mi también. -susurro Wen Qing-.

-Gracias por no decir nada. -sonriendo-.

-Nada de gracias, no soy mono. -susurrando-. Me debes un favor... -sonriendo-.

-...

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-¡¿Cómo qué debes quedarte?!

-No sé, solo me dieron el mensaje y...

-¡Pues marca a tu padre y dile!... Yo no pienso meterme en problemas. -cruzándose de brazos-.

-Pero ya me tengo que ir, Lulú por favor.

-¿Qué estuviste haciendo en ese tiempo libre?

-Estaba hablando con Wuxian, por cierto te manda saludos y pidió que fueras su madrina de bodas. Además de decirme que eres una ingrata por no llamarle.

-Wts, ¡¿Cómo qué se va casar?! ¡¿Cómo está?!. Y que yo recuerde nunca me dio su número... 

Situaciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora