Capítulo 20

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-¿Cuándo me dará de alta Doc?

-Tranquilo Zhan, en unos días podrás ir a casa y pasar fiestas con tu familia. -hablo Ayanga mientras revisaba sus signos vitales-.

-¿Sabes que esa respuesta no me convence mucho Ga Zi?. -tratando de sentarse-. Por lo menos dime que puedo salir al jardín, me aburro como hongo en estas paredes tan blancas. -haciendo un puchero-.

-Debes hacer caso al doctor Zhan. -habló una hermosa mujer que entraba con una bandeja de comida-. Si sigues con las indicaciones, muy pronto estarás con tus seres queridos y podrás decirle lo que sientes a ese jovencito que tanto extrañas. -dejando la bandeja sobre la mesita de al lado-. Deberías llamar a ese tal Bo Bo y a tu hermano.

El pelinegro cuando despertó estaba aterrado con todo lo sucedido y pidió estrictamente que no dijeran nada a su familia o amigos sobre su condición. Al parecer la caída había dejado ciertos daños, pero gracias a los excelentes especialistas y a los mejores equipos, su recuperación fue todo un éxito.

-La única que alegra mis días eres tú Victoria. -guiñando el ojo-. Además Zhuo tiene muchos problemas y debe estar ocupado con el Instituto, a finales de año es cuando más padres pueden ver merodeando el lugar.

-Victoria tiene razón Zhan, creo que tu hermano debe estar angustiado por no tener noticias sobre tu estado.

-mirando la gelatina que estaba en la bandeja como si fuera lo más interesante-. No creo que nadie me extrañe por allá y creo que es lo mejor de todos modos. -tomando un poco de jugo-. Siempre soy un problema para todos... si quieres puedes preguntarle a WangJi.

Tratando de cambiar la conversación, ya que no quería volver a dar explicaciones sobre sus decisiones, Xiao Zhan desvío a todos con un peculiar comentario muy ingenioso.

-suspirando-. Por cierto Victoria... ¿Cuándo aceptarás a este pobre chico enamorado?.

-riendo-. Por favor querido, no me gustan los pañales... Prefiero los pantalones.

-jadeando-. ¡Lo sabía!. Ga Zi me debe 500 dólares.

-riendo-. Está bien, después te los doy. Primero debo terminar mi ronda.

-No puede ser, ustedes apostaron... -mirando al pelinegro-. De ti lo puedo creer. -mirando al doctor-. Pero usted doctor Ayanga.

-No regañes al pobre hombre, además negocios son negocios cariño. -entregando un boceto de su rostro-. Esta es mi disculpa en nombre de los dos. -sonriendo-. Espero que te guste.

-Wooo Zhan es hermoso... ¿Cuándo hiciste esto?

-Mmmm, creo que desde que empecé a moverme. Me aburre estar aquí y como siempre venias a darme mi tratamiento, pensé. ¿Está enfermera es muy linda? Y la inspiración llegó.

-Gracias Zhan Zhan. Acepto tus disculpas.

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Tres días después...

Wuxian estaba en los brazos de su amado WangJi, mirando el hermoso amanecer desde la terraza, donde se podía vislumbrar desde lo alto del edificio.

Arropados con una sábana y acompañados de una velas aromáticas, era el escenario más romántico que pudiera existir en el mundo para la pareja.

Mientras estuvieran juntos, lo demás salía sobrando...

-Lan Zhan. -mirando amorosamente a su amante-.

-¿Mmm?. -devolviendo la mirada con la misma devoción-. ¿Qué pasa Wei Ying?.

-¿No crees que deberíamos contarle a Bo Bo sobre Zhan? -mirando hacia el horizonte-.

-No. -abrazándolo más fuerte contra su pecho-. Debemos respetar su decisión.

-Siento que es realmente injusto para Bo Bo.

-Wei Ying, no podemos intervenir. No es nuestro asunto. -besando su cabeza-. Pero puedes invitar a tu amigo a pasar las vacaciones de fin de año aquí.

Wuxian miraba con amor a Lan Zhan, definitivamente la vida era muy injusta, pero disfrutará cada minuto que se le fuera concedido.

-suspirando-. ¡Ahhh Lan Zhan!... -besando sus labios-. Eres lo mejor que la vida pudo darme, y si la muerte quiere llevarme... estoy seguro que no me quejaría. -tomando su rostro-. Ya que me permitió estar contigo, y aunque es poco el tiempo... siento que fue...

-callando sus palabras con un beso-. Wei Ying no se irá de este mundo. -mirándolo con ternura-.

-Lan Zhan. -sollozando-. Sabes que mi condición no es buena y puede que un día no despierte.

-negando-. Si tú mueres, yo te seguiré. -besando su mejilla-. No pienso dejarte solo otra vez.

-Besame Lan Zhan. -sonriendo-. Te amo.

-Te amo Wei Ying.. -besando sus labios con devoción y lentamente-.

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¿Qué más podía pedir a la vida aquella pareja?...

Tiempo, aquel que jugaba en contra para ellos y ahora más que nunca aprovechaban cada minuto como si fuera el último.

Existen límites para todo, y lamentablemente en el caso de Wuxian el límite se agotaba con el pasar de los días. Su condición era muy extraña y solo un trasplante podría salvarlo y permitirle muchos años más de vida.

Pero por desgracia no se presentaba ningún donante y lo peor era que el brillo de sus ojos se agotaba rápidamente.

Tan solo un milagro podría salvarlo y precisamente WangJi no era muy creyente, pero siempre guardaba una pequeña esperanza en su corazón.

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-¡Yibo! ¡Yibo!

-¿Qué pasa Sunny? No deberías estar dando un examen.

-Si, pero ya termine ¿Puedo hablar contigo un momento?

-Si, claro. ¿De qué se trata?

-¿Quería saber si sabías algo de Zhan Zhan?.

-No sé nada.

-Mmmm, pensé tener otra respuesta contigo... ¿Cómo te fue con tus exámenes?

-Bien.

-Bueno, debo irme. Adiós.

Caminando por el pasadizo distraídamente y perdido en sus pensamientos debido a un lindo pelinegro que extrañaba mucho, no se percató que sin querer sus pasos lo llevaron hacia el consultorio de la psicóloga.

Era curioso que estuviera precisamente en ese sitio, ya que al final nunca pudo solucionar sus asuntos con el pelinegro y lo peor era que descargó toda su ira con Meng Ziyi.

Desde ese día evitó cruzar caminos con ella y al parecer Ziyi entendió muy bien el mensaje, dejando que el mismo fuera a buscarla para arreglar las asperezas que se formaron.

Suspirando y contando hasta diez, se armó de valor y se acercó a la puerta.

Un golpe resonó en la habitación, y con un timbre casual respondió Meng Ziyi desde el otro lado.

-Adelante.

Situaciones InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora