*10 meses después*
Los papeles inundan mi mesa, muchos piensan que estoy loco por guardar todo a papel, pero con una buena organización, es mejor eso que el ordenador.
El problema es que no tenía una buena organización.
Amontono otras páginas de recibos en el montón, mientras tanto, Lydia hace lo mismo en la otra punta de la mesa, solo que mejor que yo.
Iba a ayudarme Levin, pero para ser sinceros, no es que sea organizado, el primer dia se fue sin haber ordenado nada, así que le pedí ayuda a ella, quien ha estado a mi lado todo este tiempo.
No voy a mentir, tuvimos un pasado, Lydia y yo, nos acostamos dos veces contadas, pero eso fue antes de volver con Sam... Mejor dejemos el tema, aun no podía mantener una conversación larga sobre ella sin ponerme a llorar.
Llevo nueve meses en la búsqueda de cómo matar a Caspian, después de mi mes de duelo, la rabia me invadió, volví a la carga con más fuerza que nunca. Necesitaba ver a ese hijo de puta muerto, de hecho, iba a cortarle la cabeza y a empalar su cuerpo como espantapájaros. Puede que suene un poco exagerado, pero ¿que haríais vosotros si fuerais yo?
— ¿Tienes el montón de blanqueos por allí?
Miré las cuatro pilas de papeles y asentí, estiré el brazo y cogí los papeles que me tendía. Los guardé con los demás y volví a mi tarea.
— Recuérdame porqué estamos haciendo esto.
— Los ordenadores son demasiado fáciles de hackear, todo esta expuesto y no tenemos a nadie que nos programe para poder guardar todo de una forma cien por cien segura.
— Ya... Pero podríamos pagar a alguien.
— No me fio de nadie.
— Vale...
Estaba un poco harto de tener que explicar cada dos por tres eso. Media hora después habíamos acabado con el montón que había en esa mesa, aún nos quedaba algunos archivos más, pero lo dejaríamos para mañana.
Me deje caer en el sofá, rendido, ella se sentó a mi lado y nos bebimos una cerveza los dos juntos, mirando a la tele apagada, en silencio. Bueno, en realidad yo bebía una cerveza mientras que ella un zumo de naranja natural.
Lydia estaba embarazada, de dos meses, aún no se le notaba y ella tampoco hablaba del tema, estaba muy asustada y por eso se distraía ayudándome a ordenar, temía poder perder al niño como la última vez. Me daba mucha pena, se merecía ser madre y esperaba en silencio que todo saliera bien.
El padre no soy yo, es Levin, se enrrollaron una noche y bueno, ahí están. No son pareja formal, pero creo que siguen follando, no tengo idea.
Miré el sofá, a mi lado y los recuerdos me golpearon con fuerza. No podía evitar que esa casa me recordase a Sam, pero tampoco quería irme de allí. Había mirado varias casas en venta para poder mudarme, pero era demasiado peligroso y no quería tener que despedirme de esta parte de mi vida.
— Estas haciendo lo correcto.
— ¿Qué?
— Pienso que haces lo correcto Hades, todos deberíamos vengar los asesinatos de nuestros seres queridos.
— Supongo, lo único que quiero es coger a ese hijo de puta y meterle un palo de dos metros por el culo para que le salga por la boca y plantarlo en mi jardín.
— Bueno, eso es un poco desagradable.
Me encogí de hombros y ella se rió. Estaba un poco insoportable con esto de las hormonas de embarazada, todo le parecía bien, se ponía a llorar muy rápido y hablaba demasiado.
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20cm Inolvidables
Romance2a parte de 20cm de placer. Después de la trágica muerte de su novia, Hades Johnson sigue en la busca y captura del asesino de su familia y del amor de su vida. No va a dejar el pasado enterrado, sin embargo, después de casi un año de investigación...