POV. SAMANTHA
(Otro mapa muy sencillo de las habitaciones de Hades y Sam, las dos son iguales en tema de organización)
Había sido un error dejar que Hades se quedase a dormir, joder, si ni siquiera había dormido con James...
Pero lo hecho, hecho estába, no se le podía hacer nada. Bajé al comedor minutos después de que Hades se fuera, con suerte, aún tenía diez minutos para desayunar algo.
Había muy poca gente por los pasillos, normalmente el fin de semana todos volvían a sus casas o simplemente salían a visitar Roma. Yo solía quedarme aquí o pedía comida japonesa con Dawson y nos íbamos a algún sitio. A veces había usado la tarjeta de mi padre, sabía que no se daba cuenta si gastaba una pequeña cantidad en comida, igualmente, siempre borraba mi rastro.
Cuando llegué al comedor, me sorprendió ver a Hades allí, sentado con una chica muy blanca, parecía albina. Se reían y comían mientras hablaban. Un pinchazo en el estómago me obligó a desviar la mirada.
Cogí un cruasán y algo de fruta, no quería sentarme en ningún sitio, pero no se podía sacar comida del comedor, así que, con resignación, me acerqué a la mesa donde estaba Hades, ya que eran los únicos allí a parte de mí.
- Hola. - saludé.
- Hola de nuevo, Sam. - dijo sonriendo Hades.
- Hola, soy Júpiter. - se presentó.
- Sam, esta es Júpiter, una muy buena amiga mía.
Sonreí un poco tensa y la miré, tenía los ojos claros y la cara llena de pecas, era muy guapa. Su pelo blanco estaba recogido en dos coletas bajas que empezaban con una trenza de raíz.
Muy buena amiga mía.
Fantástico, ¿yo también era una muy buena amiga? ¿Dormía en la misma cama que sus buenas amigas? ¿Le tiraba los tejos a las buenas amigas?
Me mordí la lengua y sonreí falsamente, tal y como mis años de experiencia en casa de mis padres me habían enseñado.
- Encantada.
- Te envidio Sam, ojalá yo pudiera tener loco a Hades.
- Júpiter, no. - le dijo Hades.
¿Loco a Hades? ¿Yo? No pude evitar que mi mente pensase en ello. Sonreí al ver cómo Hades se ponía rojo.
- ¿A qué te refieres Júpiter?
- No la tires de la lengua. - se quejó Hades.
- Nos conocimos en el avión y no paró de hablar de ti.
- ¿De verdad? - le miré con las cejas levantadas.
- De verdad. - admitió, devolviendome la mirada.
Posiblemente una de las cualidades más atractivas de Hades era que admitía sus sentimientos y sus intenciones sin ninguna vergüenza. También tenía que ver que fuese terriblemente guapo y que coqueteara tanto y tan bien.
Sonríe complacida y volví a mirar a Júpiter.
- ¿A qué curso vas? - le pregunté.
- A tercero de secundaria.
- ¿Eres buena estudiante?
- No, por eso me metieron aquí mis padres.
- Pues deberías de centrarte más en los estudios que en los chicos ¿no crees?
Ella se encogió de hombros con una sonrisa y miro de reojo al chico que tenía al lado, sinceramente, entendía porqué se distraía con él. Pero me parecía extraño que una niña tan pequeña pudiera ser tan directa con alguien tan mayor.
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20cm Inolvidables
Romance2a parte de 20cm de placer. Después de la trágica muerte de su novia, Hades Johnson sigue en la busca y captura del asesino de su familia y del amor de su vida. No va a dejar el pasado enterrado, sin embargo, después de casi un año de investigación...