El casco no hacía una mierda, se colaba aire por todas partes y apenas podía abrir los ojos sin que se metiera un bicho en ellos o se resecase.
Me bajé la visera y me cogí fuerte de Hades, quién, al parecer, se había tomado muy en serio eso de que teníamos que estar lo antes posible en el aeropuerto.
Nos íbamos comunicando con los demás a través de señas, a mí me estaba empezando a entrar el pánico pensando que en una de esas señas nos estrellasemos. Estaba segura de que el hombre de las motos recibiría muchas multas después de este viajecito.
- ¡¿Es necesario ir tan rápido?!
Si me contestó, no lo escuché, el viento me taponaba todo el sonido. Pudimos parar y bajar un poco la velocidad cuando llegamos a la zona donde todos los coches estaban aglomerados, cuando eso ocurrió, empezamos a esquivar.
La adrenalina de haber ido tan rápido por una carretera tan larga ya se había disipado casi por completo. Aún me temblaban las manos si las dejaba quietas.
Ellos siguieron las señales de tráfico y el viaje se hizo muy corto, cuando quise darme cuenta, ya estábamos llegando a la puerta del aeropuerto, donde todos aparcaban sus coches, la mayoría taxis, delante de la puerta.
No sé molestaron en aparcar, dejamos las motos ahí en medio y nos quitamos los cascos. Muchos coches de alrededor empezarán a pitarnos y a quejarse de nuestro comportamiento, pero nosotros seguimos adelante con oídos sordos.
- Vamos. - dijo Hades, cogiendome de la mano.
- ¡Eh, Hades, aquí!
Nos giramos para ver a un chico bajito correr hacia nosotros con un sobre en la mano. Yo mire el reloj del móvil, ya era muy tarde, quedaban diez minutos para embarcar.
Ese chico nos dio el sobre sin decir una palabra y después se fue corriendo por donde había venido.
- Entremos.
Los cinco entramos corriendo dentro del aeropuerto mientras Hades sacaba del sobre cinco asientos de avión.
- En la 8.
- ¡Allí!
Corrimos hacia dónde el número 8 estaba en grande, los megáfonos del aeropuerto estaban anunciando que el vuelo iba a salir en breve.
Vimos la puerta de embarque detrás de los revisores. Recé para que nos dejasen colarnos.
- Espera.
La mano de Hads tiró de mi hasta una papelera y lanzó algo. Seguimos corriendo, Lydia ya estaba persuadiendo a una família, cuando llegamos les dimos las gracias por dejarnos ir primero.
Esperamos un turno a que pasaran los de delante y nos revisaron. Pudimos pasar y llegar justo a tiempo para entrar los últimos en el avión.
- Las medidas de seguridad...
Los altavoces hablaban, pero mis oídos emitían un pitido que tapaba el resto. Sonreí cuando vi mi asiento y al sentarme solté un gemido. No estábamos volando en primera, pero la verdad es que estaba bien posicionado, tenía hasta una cortina por si querías dormir y no quieres que te molesten.
- Qué a gusto.
- Ahora vuelvo. - me dijo Hades.
Le miré extrañada y me sonrió para tranquilizarme, vi cómo se iba unos asientos más atrás, buscando algo. Lydia y Levin también le miraron extrañados, hasta que se paró en una fila y entonces se escuchó.
- ¡Hades!
Me asomé al pasillo y vi una mata de pelo blanco avalanzarse contra Hades. La sonrisa salió casi inmediatamente de mí. No puedo creerlo.
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20cm Inolvidables
Roman d'amour2a parte de 20cm de placer. Después de la trágica muerte de su novia, Hades Johnson sigue en la busca y captura del asesino de su familia y del amor de su vida. No va a dejar el pasado enterrado, sin embargo, después de casi un año de investigación...