Cerré la puerta del baño y me recargue en el lavabo ¿que hice? Pase mis manos por mi cabello mientras me mojaba la cara.
—Atenea, ábreme—era Sam.
—No.
—Atenea...
—Déjame en paz Sam.
—Tenemos que hablar.
Estaba cansada y lo que menos quería era pero era su casa, no podía liberarme de él fácilmente. Abrí la puerta y estaba me miró con una mirada de tristeza y preocupación.
—¿Por qué saliste corriendo?
—Sam, no está bien lo que hicimos. Acabas de enviudar y yo no me quiero aprovechar de eso.
—No lo haces.
—¡NOS BESAMOS!
—Lo se pero—suspiró— Se que tú sientes lo mismo que yo.
—Yo no siento nada.
—Atenea.
—suspire frustrada—Olvida lo qué pasó, olvídalo todo Sam.
—No puedo.
Sus ojos estaban rojos, como si quisiera llorar, mi corazón se rompió al verlo de esa manera.
—Perdóname Sam.
Dicho esto pase a un lado de él , no podía hacer esto. No estaba bien.
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Habían pasado los días exactos, no había hablado con Sam para nada solo para lo esencial, Erin no se había aparecido y eso me preocupaba.
—Hola Atenea—dijo Vicky.
—Hola—dije mientras arreglaba los últimos toques para el traje de Tom.
—¿Cómo vas diseñadora?
—Bien, ya casi termino.
—¿Irás a la premiere verdad?
—Si, Tom me invito pero no lo sé.
—Atenea...
—Vicky, lo mío no es estar rodeada de cámaras.
—Puedes estar con Sam, a él no le gusta tampoco las alfombras.
—No, lo se, tal vez no vaya—la mire— ¿Y tú cómo vas con Harry?
—No le habló, no quiero hacerlo.
—No entiendo Vicky ¿eran novios?
—No.
—¿Entonces? Ambos son solteros, no era tu novio; él tenía derecho a besarse o hacer lo que quisiera con cualquier mujer.
