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New York
Escuchaba hablar a a Erin, todo era confuso para mi; incluso no entendía la mitad de lo que me decía. Me levante de la silla mientras la seguía escuchando cuando en la televisión se escuchaba un caos, ambas nos giramos a ver la pantalla y los segundos ella desapareció, dejándome confundida, seguí viendo el televisor y vi a un chico agarrando en brazos a otro, sus manos y su camisa estaban llenas de sangre, me lleve las manos a la boca. Mi mamá entro a los minutos, la mire.
—¿Qué esta pasando?
Ella miro la televisión y al parecer ella también me estaba ocultando algo.
—¿Quiénes son ellos? ¿por que me trajiste a New York? Mamá quiero la verdad.
Ella tomo mi mano y ambas caminamos al sofá apago la televisión.
—Hija, estas aquí no porque hayas tenido un accidente, estas por aquí porque estuviste en un centro psiquiátrico gracias a una chica la cual jamás le caíste bien, se llama Louis Osterfield. Cuando Erin falleció tu fuiste a su funeral, la conociste a ella, a sus amigos y al esposo de Erin. Sam Holland, no se mucho sobre que paso entre ustedes pero ambos se enamoraron y bueno a Louis no le parecía la idea de que la prima de su amiga se quedara con su esposo, así que invento que veías a Erin y me convenció de que teníamos que internarte, yo supuse que tu trauma por haber morir a tu hermano había resurgido y acepte, fue la peor decisión, te drogaron y te sedaron por un mes, estabas fatal cuando fuimos por ti. No recordabas quien eras, ni a nosotros, decidimos traerte aquí para que los Doctores te ayudaran a ser tu, uno de ellos el que te atendió, me dijo que iba hacer muy difícil que poco a poco ibas a recordar pero nosotros no teníamos que recordarte cosas porque te iba afectar pero creo debo de hacerlo, Sam te ama hija y tu a el; ambos se complementan y aunque tu no lo recuerdes el si lo hace, te ha extrañado con locura, no sabe que estas aquí, le pedí a Vicky que guardara el secreto hasta que tu estuvieras bien pero con lo que acaba de pasar es imposible no contarte.
Me levante y empecé a caminar por toda la sala, estaba confundida ¿yo estaba con Sam? ¿sentíamos algo? Erin tenía razón y no era una alucinación. Si bien, no recordaba casi nada pero lo que si estaba segura es que tenía que viajar a Los Angeles hoy mismo.
—Voy arreglar mis maletas, cómprame un vuelo, hoy me voy a Los Angeles.
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