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El plan

No había podido dormir toda la noche, después de lo que me conto Erin me era imposible; mire a Sam que aun seguía dormida ¿Cómo le iba hacer eso? esos niños eran su vida, no podía decirle que no era de el, le rompería el corazón y era lo que menos...

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No había podido dormir toda la noche, después de lo que me conto Erin me era imposible; mire a Sam que aun seguía dormida ¿Cómo le iba hacer eso? esos niños eran su vida, no podía decirle que no era de el, le rompería el corazón y era lo que menos quería. Faltaba una semana y media para su cumpleaños, tenía que encontrar una solución para el antes de ese día.

Acaricie su cabello, se veía tan tierno, no pude evitar sonreír; me estaba enamorando pero sabía que lo nuestro no podía seguir después de que yo me fuera, no podía quedarme para siempre aquí, yo tenía mi vida en Corea y el aquí.

—Buenos días—su voz me hizo reaccionar.

—Buenos días—sonreí.

—¿Dormiste bien?

—La verdad no—lo mire— Sam tengo que decirte algo.

El me miro preocupado.

—¿Qué pasa?

Iba hablar pero la puerta de la habitación se abrió dejando ver a los mellizos, correr y subirse a la cama.

—¡Buenos días papi! ¡Buenos días Atenea!—dijo Theo.

—Buenos días pequeños demonios—río Sam y los abrazo; me les quede viendo por unos segundos, la noticia lo iba a destrozar.

Hoy acompañaría a Tom a diseñar uno de sus trajes; al parecer a su manager le gusto el que le hice para la premiere anterior que quería uno para unos premios que tendría en unos días

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Hoy acompañaría a Tom a diseñar uno de sus trajes; al parecer a su manager le gusto el que le hice para la premiere anterior que quería uno para unos premios que tendría en unos días. Al entrar al lugar donde me darían las indicaciones; el castaño se detuvo por unos segundos para entrar al baño, parecía niño chiquito. Mientras lo esperaba note que alguien me miraba, me gire a verlo y era un chico de cabello castaño y ojos azules.

—¿Se te perdió algo?

El solo río y negó con la cabeza; guardo su celular y se fue acercando poco a poco, me gire a todos lados en busca de ayuda o de Tom.

—No te me acerques o gritare.

—¿Eres Atenea?

—¿Por que quieres saberlo?

𝐘𝐮𝐚𝐧𝐟𝐞𝐧; 𝐒𝐚𝐦 𝐇𝐨𝐥𝐥𝐚𝐧𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora