— ¿Te acuerdas de ese trago que nos invitó Ten? —Rosé se sentó en la banca, reposó sus brazos en la encimera y miró a su mejor amiga, quien estaba al otro lado sacando el jugo de piña de la refri.Era jueves. Ambas solían pasar su tarde juntas los viernes, pero en esta ocasión Rosé había insistido en ir a la casa de Lisa, quién no pudo resistirse a sus empalagosas súplicas.
La tailandesa cerró la refrigeradora, luego dejo el cartón de jugo en la superficie de mármol— ¿Cuál? ¿El de piña? —Alzó el objeto que había dejado sobre la encimera para mirarlo, luego encajó sus ojos con los de Rosé—. Creo que le ponía vodka o... ron de coco. No me acuerdo.
— ¿Hacemos? —Se inclinó un poco desde su asiento, sonriendo cuando Lisa hizo una mueca.
Una vez Ten había invitado a sus amigos a beber y para que Lisa y Rosé, quienes estaban haciendo una pijamada, no los delatarán, el mayor les dio una jarra del tragó de piña que habían preparado.
Ten no había calculado bien el alcohol que le había vertido, por ende, el par de amigas terminó mirando el techo de concreto mientras se decían entre ellas qué tal nube tenía forma de tal animal.
Cosa rara porque lo que miraban era el techo, no el cielo.Antes de que Lisa le pudiera contestar, el timbre de su celular sonó. La mirada de ambas corrió hacia la pantalla, donde el nombre y la foto de Jennie se veían en primer plano.
— Un momento. —Cogió su celular y se hizo a un lado para contestar.
Rosé tenía una de sus cejas fruncidas, al notar el corazón rojo que había al lado del seudónimo de Jennie; Jendu.
— ¿Estás con Rosé ahora?
— Si. —Miró hacia atrás un rato, viendo a la neozelandesa observándola con mala cara. Abrió sus ojos del susto, pero intento disimularlo. Volteó ahora con la piel erizada y con algo de terror— ¿Qué vas a hacer?
— ¿Llegaste a cambiar mi contacto? —Hizo referencia a cómo la tenía agendada. Lisa proporcionó un ruido de afirmación— Genial. En media hora te volveré a llamar y lo que tienes que hacer es que Rosé lo vea si o si.
Ya habían pasado tres días y el plan que habían hecho iba a comenzar la otra semana, pero Jennie hizo un cambio de planes.
— ¿Con quién hablas? —Preguntó Jisoo, sin quitar la mirada de su cómic—. Esto es muy grafico —Agregó cuando vio el dibujo del héroe ser torturado por cuatro motos lineales, los cuales tenían atado con una soga cada extremidad de su cuerpo.
— Con Lili. —Mantuvo el celular sobre su oreja, aunque ya habían terminado la llamada— Si. Si. Me llamas luego —Continuo, riendo cuando se percato como la azabache había retirado la mirada de su cómic y había arqueado una de sus cejas.
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ENTRE BROMA Y BROMA | CHAELISA
أدب الهواة𝐂𝐋 ⇣ Rosé y Lisa llevan una amistad de años, bromean entre ellas e incluso sobrepasan los límites de una amistad en alguna que otra ocasión, sin embargo ¿cuándo una broma deja de ser broma y termina siendo verdad? • Rosé empieza a experimentar su...