Había pasado una semana y Rosé no podía creer lo lento que había pasado los días.Miró con desinterés la pizarra. Alguna que otra mirada curiosa terminaba en ella, pero lo ignoraba. Asumía que los alumnos aún no se acostumbraban a su presencia.
Ahora estaban a las clases de historia universal y ella no era muy fan de aquel curso, así que tuvo que distraerse en otra cosa.
A la falta de ideas, arranco un trozo de papel de su cuaderno y quizo tirárselo a Lisa, pero apenas vio en dirección, a donde anteriormente se encontraba la carpeta de la tailandesa, se detuvo.
Mark, su nuevo compañero de salón, se la quedó mirando raro. Rosé se tensó y volvió a mirar hacia la pizarra mientras tiraba el papel dentro de su mochila.
Las mejillas se le prendieron un poco debido a la vergüenza. Abrió su libro e hizo como si nada hubiera ocurrido.
Lo que la sorprendió, fue que un trozo de papel terminara justo en mitad del libro abierto. Miró hacia atrás y no vio ni un movimiento inusual. Retomó su atención en el papel y lo abrió.
Eres muy linda.
By: M.Volvió a voltear, pero tampoco obtuvo alguna pista de quién había tirado el papel. Y aunque tuviera una M como referente, no podía recordar a la perfección el nombre de todos los del salón. Apenas recordaba la de la presidenta del salón, Nayeon, y solo porque le parecía linda.
Así pasaron las dos horas restantes; entre pensar quién se lo había tirado y fingir que estaba atendiendo las clases.
Se levantó del asiento y se colocó la mochila, lista para irse de una buena vez por todas.
A su madre no se le pudo ocurrir peor colegio para cambiarla, ya que esté era muy cerrado y pequeño. Se sentía sofocada con solo poner un pie dentro.
La primera opción era cambiarla a un colegio religioso de solo mujeres, pero Yurina desistió de inmediato cuando se le ocurrió. La razones eran obvias.
— Hey. —Una mano alcanzó su hombro antes de pasar por el marco de la puerta. Volteó y se encontró a... no recordaba su nombre— Hola. ¿Roseanne? —Más que una pregunta, parecía que buscaba una confirmación.
— Si. —Se sintió un poco intimidada por el chico enfrente suyo, ya que este era bastante alto.
Rosé vio por un costado de su contrario a un grupo que los estaba mirando. Recordaba que este siempre paraba con ellos. Endureció su semblante al suponer lo que estaba pasando.
— Seguro ya debes saber mi nombre —Mark artículo con suficiencia, pero su ego se desmoronó un poco cuando por un lado salió la presidenta del aula y se despidió de Roseanne, haciendo que está lo ignorara y correspondiera a la despedida de Nayeon.
— ¿Qué decías? —Rosé tomó la palabra cuando noto a Mark en silencio.
— Nada. Solo. Soy Mark —Se presentó, cosa que no esperaba hacer— Un gusto. Por cierto, ¿recibiste mi nota? —Le preguntó con un visible coqueteo.
ESTÁS LEYENDO
ENTRE BROMA Y BROMA | CHAELISA
Hayran Kurgu𝐂𝐋 ⇣ Rosé y Lisa llevan una amistad de años, bromean entre ellas e incluso sobrepasan los límites de una amistad en alguna que otra ocasión, sin embargo ¿cuándo una broma deja de ser broma y termina siendo verdad? • Rosé empieza a experimentar su...