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El trabajo con la tierra había llevado toda la noche, el templo estaba a una profundidad mayor de lo que se imaginaban, sin embargo Evangeline fue capaz de abrirse paso hasta la última piedra por su capacidad de atravesar la tierra como si fuese un topo.

—Listo.— una nube de polvo se extendió por el empuje del ultimo obstáculo dándole paso a los rayos de sol desde el exterior.

—Muchas gracias.— Jisoo estaba más que feliz con el hallazgo.

Fue la primera en ingresar al sitio que gracias a la luz se veía mucho menos aterrador, habían pinturas en las paredes y uno que otro signo extraño.

—Es más amplio de lo que imagine — Rosé pudo ver como se abría paso un grueso camino de solo una dirección.

—Que pena que Lis este ocupada, le encantaría ver estas cosas con misterio.— Evangeline recordó cuando su amiga le contaba sobre los libros de Julio Verne y el porque era posible que él realmente hubiese visto lo que relataba.

—Chicas.— Rosé se detuvo observando el camino que más bien parecía un túnel enfrente de ellas —Siento algo muy fuerte provenir de ahí.— señalo —será mejor avanzar es muy probable que sea el portal.—

—Bien, vamos.— con esa orden de Jisoo  las tres se adentraron al sitio, sin sospechar lo que estaban por descubrir.

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—Agradezco el esmero pero Jennie esta preocupada por ti.—

La segunda persona que interrumpiría su labor hacia acto de presencia, al menos esta vez era un ser humano y no debía fingir que hablaba sola.

—¿A que se debe?.— se sorprendió.

—Ni ella ni yo comprendemos como es que resististe al sueño, te vi descansar una sola vez.— el arduo trabajo se daba a mostrar, la pared ya contaba con partes del fondo pintadas y eso que era solo el segundo día.

—No se quien eres, pero dile a la señorita Kim de que yo trabajo a mi ritmo y que no se preocupe.— no estaba enojada, en realidad estaba agradecida porque se preocupara.

—Perdón por mis modales, soy Kim Jun Myeon, mis cercanos me llaman Suho, soy el mejor amigo de la mujer que quiere que vayas a comer.—

—Mucho gusto... ¿espere que dijo?.— la segunda parte del mensaje la aturdió.

—Ya lo escucho.— el chico estaba sintiendo algo bueno alrededor de la artista lo que le brindaba confianza para hablar.

—Iré a comer pronto, los lugares que conozco siempre están abiertos.— trato de hacerse la desentendida ante la oferta de Jennie.

—Sabe bien lo que quise decir.— rio —apresúrese ya que Jen no probara comida hasta que llegues.—

La chica vio como el tipo vestido formalmente entro en su automóvil, abrió la puerta del copiloto y la dejo así, al parecer él era el asignado para llevarla.

—Madre mía.— suspiro derrotada, si había algo que aprendió en su oficio fue nunca negar algo al contratante ya que perjudicaría su trabajo en cierta manera, bueno a excepción de que fuera algo indecente o en contra de su voluntad.

Tapo los aerosoles y bajo con cuidado, no le importaba dejarlos ahí ya que la ciudad era muy segura además de que casi nadie se atrevería a subir.

—Creo que has notado lo insistente que puede llegar a ser Jen.— Suho estaba aguantándose la risa al ver a la chica entrar como cachorrito regañado.

—Ya lo creo.— su ángel quien iba atrás también estaba consiente de ello, recibió una mirada enojada de Lisa desde el espejo retrovisor lo que hizo que se riera, Yves le había contado sobre ella por lo que no le extraño que lo viera.

El doble pecado del Ángel [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora