El doble pecado del Ángel [PAUSADA]

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Las gotas de lluvia caían levemente sobre el techo creando los comunes golpes, fueron útiles para dar un contraste al tono de voz elevado que tenia Chandler en su regaño.

-No puedo comprender como un ángel deja de lado una obligación tan importante como tu lo has hecho hoy.- los sonidos exteriores estaba bajando por lo que su voz cada vez obtenía mas fuerza, a ese ritmo la mitad de los vecinos se darían cuenta.

Había logrado dejar a Jennie en paz en su hogar y llegar a casa, lo primero que sus ojos encontraron al entrar fueron las caras pálidas de Jisoo y Evangeline que con una seña le mostraron a su tio casi vuelto en llamas de la ira en una silla del comedor.

-Sabes bien que no comprometería el plan, como te debió comentar el monje surgió un imprevisto que tuve que atender.-

-Tengo entendido que tu única labor en esta tierra es pintar y cumplir tu papel de ángel de la muerte.- Lisa vio como Evangeline rogaba en la lejanía por su alma, nunca habían visto a Chandler así.

-Así es.-

-Por lo tanto la única cosa que te lo impediría es la pintura, ¿ENTONCES PORQUE DEMONIOS NO PUDISTE DEJAR ESAS MALTIDAS LATAS POR EL ENCUENTRO?.-

-Pido disculpas nuevamente, te juro que no quería estropearlo.-

-Ustedes.- sus amigas fueron señaladas -hablen con la verdad, ¿Lisa tiene otro oficio o algo que permitió su retraso?.-

-N-no.- respondió Jisoo con miedo.

-¿NO QUE?.-

-No tiene otra distracción.- la apoyo Evangeline -Lisa es el ser más responsable que conozco, un motivo tuvo que tener señor.- bajo su mirada al percatarse de la expresión dudosa del hombre.

-No entiendo el porque, pero eso no me genera convencimiento.-

-Es la verdad.- se apresuro Lisa.

El trió se mantuvo en silencio cuando el mayor se coloco frente a los ventanales contemplando la vista siendo obvia su mirada pensativa.

-Hay algo que tengo que resolver.- dijo de la nada -Así que por ahora Lalisa solo te pido que te presentes a tus compañero y sobre todo a los demonios lideres.-

-¿Los siete caídos?.-

-Esos mismos.- se giro para verla de frente, el tono seguía siendo firme pero un poco más calmado, también la actitud había cambiado drásticamente -merecen conocerte, dudo que no quieras verlos también.-

Lisa había escuchado mucho sobre ellos, desde que estaba en el cielo los rumores sobre los siete desterrados eran esparcidos de boca en boca.

-Si quiero conocerlos, aunque no se como debería tratarlos.-

-Como cualquier demonio, bueno talvez con un poco de respeto pero nada que no sepas manejar, te quiero mañana ahí abajo entendiste.- ordeno con una sensación de advertencia.

-Si señor.-

-Tenemos que romper su sello igualmente.- dijo antes de saltar por la ventana y salir volando hacia algún sitio sin siquiera despedirse.

Las tres amigas suspiraron al sentir como la aura pacifica inundaba nuevamente la casa, no era agradable la presencia oscura que Chandler desprendía .

-Caramba tu tio da demasiado miedo estando enojado, pero no sabía que era tan bipolar.- Evangeline había sentido su corazón en la mano cuando lo vio llegar.

-No lo es, ese cambio de actitud también es nuevo para mi.- Lisa abrió el refrigerador para buscar alimento pero se detuvo al sentir su estomago retorcer por el susto, le había quitado el apetito así que lo cerro arrepintiéndose.