Confusión

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Sus miradas se mantenían cruzadas, una pequeña sonrisa apareció en el rostro de ambos.

—Es hora de tomar un baño — dijo XingChen acercándose al cuarto.

*

Ambos llegaron al salón principal, Xue Yang tomó asiento en su acostumbrado trono, los ministro y nobles se encontraban presentes para la reunión del día.

—Comenzemos la sesión de hoy — demandó el emperador.

La sesión en la corte siguió su protocolo como de costumbre, se trataban asuntos sociales, económicos  y políticos, se dieron a conocer nuevos proyectos de desarrollo igualitario para la población, los nobles participantes alegaban acerca de las propuestas para resolver diversos tipos de problemáticas.

Uno de los nobles se levantó —Su majestad, disculpe mi atrevimiento, pero hemos escuchado acerca de un posible golpe de estado.

Xue Yang levantó la vista de los documentos que estaba revisando para poner atención.

—¿Sería tan amable de decirnos quién es aquel que osa levantarse en armas contra usted? — su voz tenía de todo, menos preocupación.

El emperador le dio una mirada severa a MingJue, este por su parte levantó ligeramente los hombros para expresar confusión.

—Noble Chou, ¿dónde ha escuchado esos rumores? — su mirada estaba fija en el rostro de aquel hombre, su cara combinaba perfectamente con su apellido “feo”.

—Su majestad mismo lo ha dicho, he escuchado rumores — rió —Estoy a cargo de la distribución de tierras de los señoríos, mis hombres me han dicho que el señor del sur ha empezado a desplegar sus tropas.

Xue Yang quería arrancarle la lengua.

—¿Su majestad ya tiene establecido un plan de defensa? O dejará que el sur lo invada — la conmoción comenzaba a escucharse dentro del salón principal.

Ya no quería arrancarle la lengua, ahora necesitaba practicar la técnica de muerte por mil cortes en ese noble feo.
No era la primera vez que alguno de los nobles trataba de hacerlo ver inútil frente a los demás y a su pueblo solamente por ascender al trono a una joven edad y sin la guía del tirano que gobernaba anteriormente, si tan sólo su padre viera los buenos actos que ha implementado para el bienestar de los habitantes, ahora mismo se estaría revocando en su tumba, a ese viejo lo único que le importaba era el sexo y el dinero, pero ahora que había muerto, ¿qué se había llevado de eso? Nada, sólo montones de polvo y cenizas quedaban en su urna.

—Evitemos la guerra — dijo el emperador simple y tranquilo.

—¿Cómo dice?

Xue Yang levantó una ceja —Evitemos la guerra violenta, convocaremos a los señoríos a un banquete — bebió un poco de té —Hablaremos de la situación y se resolverá cualquier mal entendido para evitar bajas de inocentes.

Los murmullos dentro del salón se hicieron presentes una vez más, se escuchaban cosas como “es una buena idea” y “evitemos que el pueblo sufra” .

—Su majestad, el señor del Sur ya ha comenzado a esparcir sus tropas, no creo que... — fue interrumpido por una voz suave pero al mismo tiempo agresiva.

—Song ZiChen no es así, él estará dispuesto a negociar con su majestad — XingChen habló lo suficientemente alto para que todos lo escucharan.

—El señor del Sur es joven, entenderá que el armar un golpe de estado no es conveniente para él, no tiene tropas suficientes ni una razón para atacar — MingJue lo apoyó.

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