Banquete De Bodas Pt. 4

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-¡Joven Xiao! Finalmente ha venido, no sabe lo feliz que estoy de verlo.

Luo QingYang quitó el velo de su cabeza y lo aventó a un lado, caminando descalza y levantando sus largas y rojas túnicas, se apresuró y recibió con un gran abrazo a XingChen. Lo envolvió por completo entre sus brazos aferrándose a su cintura y recargando su rostro en su pecho, por su parte, el joven correspondió y al mismo tiempo sintió el ligero temblar de Mian Mian, una liviana humedad se sintió en su pecho, aquella hermosa chica se encontraba llorando, fue la primera vez que la miró en ese estado.

-¿Señorita Luo, se encuentra bien? - preguntó preocupado.

-No me sentía bien, hasta que por fin pude volver a verlo - ella se separó y con un pañuelo blanco limpió sus lágrimas y el atrofiado maquillaje -Xiao Daozhang, yo no me quiero casar, tengo miedo... No quiero estar con una persona que no me ame y viceversa.

Unos pasos se escucharon venir desde abajo.

Aún sin soltar por completo a la chica, XingChen sugirió -Es peligroso para nosotros estar en los pasillos, será mejor que entremos en la habitación.

Todos asintieron y fueron dentro de la habitación de Mian Mian. Para dar un poco de privacidad a los jóvenes profundamente involucrados en este asunto, Song Lan y Wen Ning se quedaron detras de las espesas cortinas azules y tomaron asiento en la cama.

XingChen sacó de sus túnicas otro pañuelo y con cuidado lo deslizó por las mejillas de Mian Mian para limpiar las manchas negras que ensuciaban su bello rostro.

-¿Señorita, está segura de que en realidad no se quiere casar con el emperador?

-Estoy completamente segura, no quiero pasar el resto de mi vida atada a un lugar que ni siquiera me gusta, cuando era pequeña, mis padres me ofrecieron a la familia Jin como pago tributario, en ese entonces aún estaba el señor Jin GuangShang, él ordenó que yo fuera criada para ser una posible futura concubina de él o de su hijo, traté de escaparme muchas veces, lo único que quería era obtener mi libertad, sé que allá afuera tengo que trabajar duro para ganarme la vida, pero eso no me importa, es mejor vivir libre y feliz que estar encerrada de por vida con una persona a la que ni siquiera le agrado.

Sus delgadas manos se apretaron en puños, arrugando la tela carmín de bajo de ellas.

-Yo... Yo no quiero estar aquí más tiempo, por favor, ayúdeme.

XingChen la miraba con compasión y alivio, ahora tenía la certeza de que no estaba acabando con la ilusión de una persona al querer satisfacer la suya.

Tomó las pequeñas manos entre las suyas -Señorita Luo...

La puerta detrás de ellos comenzó a abrirse lentamente, ambos volvieron la mirada un poco inquietos de quién podría estar del otro lado.

-He traído los zapatos... - la anciana miró al joven que se encontraba a lado de QingYang -Joven...

-Señora Xian - XingChen se puso de pie -Es un gusto volver a verla.

Los ojos de la anciana brillaban con una calidez impresionante, se encontraba realmente feliz y muy emocionada, pero de pronto su expresión cambió a enojo.

-¡Tú muchacho rebelde! Mira la incomodidad que le has ocasionado a la señorita Luo, ¿por qué no has venido antes?

-Señora Xian...

-No me hables, primero soluciona tus problemas con A-Yang y después podremos conversar mejor, aún queda tiempo, él estará feliz de verte.

-Pero...

El Favor del Emperador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora