Promesa Para La Eternidad

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XingChen se interesó por la persona vestida de túnicas negras y jaló a su esposo para ir a ver lo que sucedía en aquella dirección, Xue Yang no puso resistencia y se dejó llevar, en este momento ya no sentía celos o algún sentimiento parecido, al final, ya estaba casado con ese hombre, ya nadie podía quitárselo de ahora en adelante, una sonrisa triunfante se formó en su rostro.

-¡Song Lan! - llamó el joven vestido de blanco. Inmediatamente el mencionado volteó.

-XingChen, un gusto verte antes de partir.

XingChen asintió sonriendo sin dejar de abrazar el brazo de su marido, de un momento a otro su atención fue captada por una personita que llevaba puesta una capa negra.

-¿Wen Ning?

El chico levantó la estorbosa capucha de la capa y miró sonriente a XingChen.

-Emperador, emperatriz , buenas tardes - saludó de forma cordial e hizo una reverencia.

-Prefiero que me sigas llamando joven Xiao, aun es incómodo para mí que me llamen por un título, sobretodo si se trata de ti - separó uno de sus brazos con los que sostenía al emperador y acarició la cabellera castaña de A-Ning.

-Como usted diga joven Xiao - dijo sonriendo.

XingChen volvió a mirar a su amigo y curioso preguntó.

-¿A dónde irán ahora? Si se puede saber.

-No lo sé - respondió con seriedad observando a ambos hombres tomados del brazo, poco a poco relajó su expresión y sonrió con simpleza -Pero lo que sí tengo claro es que recorreremos el mundo, me basta con eso por el momento, quizás en algún instante me canse de caminar sin rumbo; pero no importa, ahora alguien me acompaña.

Wen Ning volteó a mirar discretamente al joven maestro Song, pudo observar esa mirada fría tornándose cálida al hacer contacto con su persona, el no dijo nada, simplemente asistió sin desviar sus ojos esmeralda de los contrarios.

-Bien, eso es bueno - asintió XingChen -Wen Ning, cuida de Song Lan, suele saltarse la hora de la comida, no permitas que lo haga.

-Así lo haré, se lo prometo.

-Supongo que esta es una despedida, Xiao XingChen, Xue ChengMei, señora Xian, fue un placer - Song Lan hizo una profunda reverencia, cuando volvió a su postura original le sonrió a su viejo amigo y tomó las bolsas que le fueron entregadas, dio media vuelta y caminó rumbo a la salida del palacio imperial -Wen Ning, vamos.

El joven Wen abrazó fuertemente a la señora Xian con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué lloras niño tonto? - le dio un pequeño golpesito en la cabeza, pero pronto también lo abrazó -Cuídate mucho A-Ning.

-La voy a extrañar mucho.

-Yo también mi niño, pero es hora de seguir adelante, no mereces quedarte en el pasado, así que vete y disfruta de las enseñanzas del mundo exterior - la anciana sacó un pañuelo bordado con flores de lavanda y cuidadosamente limpió el rostro del menor.

-Muchas gracias por todo, en verdad lo agradezco, también al emperador y a usted joven Xiao, gracias por ayudarme - el castaño hizo de igual manera una reverencia y se dirigió con su ahora compañero de viaje.

-¡Song ZiChen!

El mencionado detuvo su andar al escuchar la voz del hombre que lo llamaba, volteó su rostro con calma, lo suficiente para alcanzar a verlo.

-¿Su majestad?

-Siempre y cuando vengas acompañado de Wen Ning eres libre de visitar el palacio, Xian Xian no podría vivir tranquila sin verlo nunca más.

El Favor del Emperador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora