El sol comenzaba a iluminar con los primeros rayos el dorado amanecer, la luz y el calor se colaban por la ventana iluminando gentilmente los cuerpos de dos hombres abrazándose mutuamente con los labios aún unidos, una imagen graciosa y tierna para el deleite de las pupilas.
XingChen apartó un poco su rostro del contrario y abrió lentamente sus ojos para acostumbrarse a la luz del día, después de unos leves parpadeos se dedicó a observar el rostro del emperador, levantó su mano y acarició la tibia mejilla rosada, sin darse cuenta, una pequeña curva se formó en las esquinas de sus hinchados labios, deslizó sus dedos por el entrecejo y la nariz hasta terminar en la bien marcada y masculina mandíbula, apreciando cada detalle.
Los recuerdos de ese obsequioso beso la noche anterior hacían sonrojar su cara de jade, notó esos fuertes brazos que aún lo sostenían firmemente por la cintura, hundió tranquilamente su rostro en el pecho de Xue Yang con la intención de respirar su aroma afrodisíaco a canela y grabarlo en su mente. Después de unos momentos sintió moverse al cuerpo contrario, el emperador finalmente había despertado, un bostezo audible hizo presencia en medio del silencio, indicando que Xue Yang había tenido un agradable y reparador sueño gracias a una personita en especial.
Al estar despierto completamente se acercó a XingChen y le dio un tierno beso en la frente -Buen día Daozhang, ¿durmió bien a noche? - mostró esa sonrisa ladina tan provocadora.
Un leve carmín iluminó sus mejillas nuevamente -He dormido bien, gracias por preguntar, ¿y su majestad logró descansar apropiadamente?
-Le he hecho gracias a Daozhang - acercó su rostro con la intención de rozar sus labios otra vez, pero XingChen volteo hacia un lado esquivandolo.
Xue Yang lo miró divertido -¿Qué sucede Daozhang, no quiere besarme? A noche lo sentí temblar mientras lo hacíamos - juntó su nariz al acendrado cuello y respiró en el un par de veces -¿Seguro que no quiere hacerlo de nuevo?
-Su majestad no... - sus palabras fueron calladas al sentir una húmeda y cálida lengua recorrer la longitud de sus labios, un toque suave y delicado.
XingChen entrecerró sus ojos, ya estaba dispuesto a que pasara lo que tenía que pasar, al darse cuenta de esto, Xue Yang sonrió internamente sintiéndose satisfecho con el resultado.
Xue Yang se apartó y cuidadosamente se levantó de la cama -Hoy retomaré la sesión, debo de enfocarme en esto primero - se dirigió al cuarto de baño para tomar una ducha e ir a la corte.
El joven solo pudo tapar su rostro entre las sábanas avergonzado.
*
El emperador tomó su acostumbrado asiento en el trono, listo para dejar en claro bastantes asuntos que habían surgido últimamente.
Comenzó por revisar los informes que provenientes de las ocho regiones, proponiendo, modificando o para abolir reformas, recibía atributos por parte del ministerio exterior y de la misma manera se enviaban presentes para agradecer a las naciones vecinas y mantener los acuerdos de paz, se verificaban los inventarios de las bodegas tanto de granos, como de armas, herramientas; y establos, también revisaba los presupuestos, gastos e inversiones, ¿quién dijo que gobernar una nación es sólo sentarse y dar órdenes? La sesión ya había tenido una duración de al menos cuatro horas, pero aún faltaban revisar algunas cosas más y en este momento, de las más preocupantes.
La posible rebelión.
-Por el momento, la puerta principal estará cerrada, tendrá un acceso restringido y será vigilada las veinticuatro horas del día, en cuanto a las salidas y túneles que recorren el palacio, se levantarán trampas mortales y serán vigiladas por especialistas en camuflaje, las medidas de seguridad se levantarán quizá algunos días después del banquete, es necesario mantener la calma y aminorar las sospechas por el bien del pueblo.

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El Favor del Emperador
Historical FictionXiao XingChen es un joven cultivador que recorre el mundo en busca de un viejo amigo, para su desgracia, cae inconsciente a causa de inanición en unos terrenos de cultivo. Pará ganar algo de dinero decide trabajar en ese lugar, sin pensar que se enf...