Segundo intento.
Blake
Recuerdo haber escuchado que los ojos son las ventanas del alma, a través de estos podemos ver el interior de las personas; pues cada que yo veo tus ojos cafés brillando con esa sonrisa que ilumina todo a tu al rededor puedo ver un alma pura, espero algún día poder ser parte de esa alma y de ese corazón, ser el motivo por el cual rías y me ilumines la vida.
—B.
Los miedo me tenían tan nervioso que no dejaba de leer y leer la nota que le había escrito a Nathaly sosteniendo su regalo en la otra mano, no me iba a dar por vencido al primer intento, nunca había llegado tan lejos con una chica que me gustara, estaba dispuesto a hacer todo para poder intentar entablar una conversación al menos con ella, con la castaña.
Esta vez decidí darle su regalo a ultima hora del día, no iba a poder con el miedo de ver si no le gustaba oh se asustaba, además no quería otra vez caer desanimado todo el día pensando en cosas absurdas, yo no conocía a Nathaly no podía decir que era lo que no le gustaba oh que era lo que si le gustaba, solo espero que los consejos de Janeth sirvan.
— ¿Listo Romeo?, no quiero que me descubran. — Chace llego hasta mi lugar con sus cosas y las mías, asentí dándole la nota para que la dejara encima de la caja de chocolates, espero que le gusten los chocolates. — ¿Ahora que es? — Chace indago analizando con la vista la caja de regalo que no dejaba ver nada.
— Chocolates, anda que se nos acaba el tiempo. — aún no tenia el suficiente valor para acercarme a ella.
— Sigo diciendo que es más fácil el que te acerques y le hables. — Chace no se movía de su lugar y a mi me comenzaba a faltar la respiración, nos pudimos salir de la ultima clase con la excusa de ir a dejar unos documentos al entrenador para las practicas de futbol, tenía sus ventajas el ser parte del equipo y ser uno de los mejores.
— Corre que ya no nos queda mucho tiempo Chace, por favor. — rogué no quería que ella nos descubriera, tal vez se enojara, tal vez le diera alegría, no tenia la más mínima idea, pero quería aplazar ese momento de tenerla cara a cara.
Empuje por la espalda a Chace para que avanzara hasta el casillero de Nathaly y dejara el regalo antes de que ella y todo el colegio saliera de sus salones, vi como forzó la perilla del casillero para dejar la caja de chocolates y la nota encima de esta, cerro su puerta y justo cuando se iba dando la vuelta sonó la alarma anunciando el fin del día escolar, Chace corrió a mi lugar y tomo su mochila, ambos corrimos a lo largo del pasillo para salir por la puerta principal como si no acabáramos de violar una de las reglas de la escuela.
— Hermano me debes una muy grande por hacerte de paloma mensajera. — solté una sonora carcajada, por eso era mi mejor amigo, siempre me ayudaba en todo y yo a el, el apoyo siempre era mutuo y si a uno no le parecía algo del otro nos lo decíamos.
— Dudo que tu llegues a necesitar ayuda con alguna chica, pero te puedo ayudar en otra cosa. — bajamos los escalones de la entrada para dirigirnos a nuestros respectivos medios de transporte, hasta que el me detuvo.
— Me puedes ayudar con una cosa, mi padre me pidió que lo fuera a ver en uno de sus negocios, pero sabes como detesto eso de fingir la mejor relación con el y estar rodeado de la gente hipócrita. — en todos estos años no había conocido a su padre en persona, solo sabia de el por las pocas veces que Chace lo mencionaba, Morgan me había pedido llegar rápido por que me quería enseñar algo.
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Un amor a la antigua
Teen FictionSiempre he querido saber lo que se siente ser amado, sabía el significado del cariño pero no del amor, cuando pensé en que al fin podía tenerlo, mi pasado me recordó que yo no puedo ser amado, ni mucho menos amar. Las sombras del pasado dañan tanto...