Un amor a la antigua

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Aún no es hora

Blake

En mi mente viajaban imágenes de toda mi vida, desde pequeño hasta ahora, buenos, malos y pésimos momentos, era como una película de todo lo que había vivido y había pasado, me asuste por un momento al volver a ver a mis padres riendo y abrazándome, aunque a decir verdad fue agradable volver a sentir las cálidas manos de mi madre por todo mi rostro, la risa de mi padre alegrándome por un instante en realidad todo volvió a ser tranquilidad, paz y felicidad, pero todo se esfumo con un llanto sonoro que me hizo regresar a la realidad.

Abrí los ojos poco a poco, pues la luz de la habitación me dificultaba la vista, entrecerré los ojos para que mi vista se acoplara a lo que veía, era mi habitación, no en la mansión de Rusia, no en mi refugio de New York, era mi habitación en la casa de Morgan, reconocía los muebles, salvo que ahora había un tubo largo del cual colgaba una bolsa con lo que perecía sangre y a su lado otra con la que parecía agua, por medio de unas mangueras con agujas se conectaban a mi, la cabeza me martilleaba presa del dolor, la boca la sentía seca y pastosa, en el abdomen sentía una punzada y se me dificultaba el respirar, todo el cuerpo de dolía.

De mi lado derecho estaba Yess dormida en una pésima posición, de mi lado izquierdo se encontraba Janeth suprimiendo su yanto, tal vez para no despertar a Yess o para no molestarme, Janeth ni si quiera se dio cuenta en que momento me desperté, pero quien si se dio cuenta fue Karina, quine grito y se lanzo prácticamente a abrazarme de un brinco.

Yess se despertó confundida y asustada por la situación hasta que mi vista se cruzo con la de ella y esa acción fue suficiente para que comenzara a llorar y se uniera a mi abrazo con Karina, permanecimos así al menos unos minutos hasta que les pedí que se levantara ya que me estaban aplastando y me dolía todo el cuerpo, ambas se levantaron rápidamente para darme espacio personal y oxigeno, gire mi vista para ver a Janeth pero antes de poder hacerlo sus manos me golpeaban por todo el cuerpo y yo intentaba cubrirme, no es como que después de todos los golpes dentro y fuera de las peleas y mi entrenamiento me dolieran sus golpes, aparte que no tenía mucha fuerza pero mi cuerpo ralamente se sentía adolorido.  

— ¡No vuelvas a hacerme esto jovencito! ¿entendiste? ¿quién te crees para poner tu vida en riesgo he? ¡estas castigado dos meses sin salidas ni nada de dinero! — Janeth gritaba efusivamente, ¿pero que le pasa?

— Mamá detente lo estas lastimando, se le puede abrir la herida. — Yess detuvo a Janeth, ambas tenían los ojos rojos y llorosos, ¿pues cuanto llevo aquí?

— ¿Qué paso? ¿dónde están Prien y Colton? — intente sentarme en mi lugar pero una punzada en el abdomen me detuvo causando que las tres mujeres me tomaran por los hombros y me obligaran a acostarme de nuevo. — no me puedo quedar a dormir, ¿atraparon a Loui y Chace?, ellos...— me calle al recordar el disparo que le quito la vida a Feddei. — Feddei el...¿dónde está? — un nudo en la garganta se formo cuando intente decir lo que había pasado con Feddei, una presión en el pecho me dificulto aún más el poder respirar, el sentimiento de culpa y de ira por no haber podido hacer nada me abarcaba todo el cuerpo. 

— Blake tranquilo, todos están bien y a salvo, Prien y Colton fueron por Alisa no estaba a salvo haya por Loui y Alek. — me tense al escuchar el nombre de los dueños de mis desgracias, Karina se sentó en la orilla de la cama para continuar hablando. — Feddei nos dejo instrucciones claras antes de entrar, te teníamos que sacar vivo de ahí al costo que fuera, pero antes de que se fuera nos puso al tanto de todo, sin Feddei para dar la cara a la organización, tu herido y inconsciente, Alek iba a ir detrás de Alisa también prometimos cuidarla así que ambos fueron por ella, estábamos esperando que despertaras para saber como proceder. — la voz de Karina ya no estaba alegre como los otros días, se escuchaba cansada, triste, preocupada, no puedo dejar que los consuma los problemas.