Al descubierto Parte II
Blake
— No pienso decirte absolutamente nada. — Feddei volvió a intentar quitarme del camino.
— Me vas a decir todo o te juro que...
— ¿Qué? ¿Qué me juras?
— Juro que de aquí no sales vivo. — Feddei se tenso ante mi comentario. — Sabes que tengo el modo, y las personas para hacerlo.
— ¿Me estas amenazando?
— Tómalo como tu quieras, pero no pienso dejar que sigas lastimando a tu hija y mucho menos que pongas en riesgo la vida de mi familia, por que si los italianos saben de mi familia en New York y les pasa algo no vas a vivir para contarlo. — sentencie firme.
Feddei pareció dudarlo, pensarlo, estaba analizando sus opciones.
— Supe que ya habían metido a alguien en la organización por un primer atentado que sufrimos de los italianos. — hablo al fin.
— ¿Qué atentado?
— Estábamos haciendo una embarcación de droga, la íbamos a pasar por un barco hasta España, de ese movimiento solo sabíamos cuatro personas, los compradores Alek y yo.
— ¿Y cómo sabes que no fueron los compradores?
— Ya habían pagado, además que era un clan que apenas comenzaba a hacerse famoso, no tenia aliados, y mis socios ofrecieron el apoyo para así ayudarlo a levantar, así cuando estén arriba tendremos más personas de nuestro lado, velo como un modo de expandirnos.
— ¿Cómo supiste que era Alek?
— Cuando nos interceptaron, derrumbaron a varios de mis hombres, estaban apunto de matarme, conozco mis armas, y ellos traían mi armamento, y yo no se los di, la única persona que tiene acceso a las armas aparte de mi es Alek.
— ¿Por qué vendiste a Alisa?
— Luego del atentado, me empecé a quedar sin gente, tuve que formar alianzas con muchas personas y reforzar algunas, no se que le hayan ofrecido a Alek pero se lo iban a llevar, debo admitir que es un excelente armador, sabe como mejorar las armas.
— Por eso no lo quieres perder.
— No quiero perder su cerebro, pero ya encontré a alguien más que sin problemas lo puede reemplazar.
— ¿Quién?
— Tu amigo Prien.
— A el no lo vas a meter en esto.
— Ya esta metido en todo esto, ¿me vas a dejar terminar de hablar o vas a seguir interrumpiendo? — después veré el modo de quitar a Prien de su vista.
— Continua
— Como decía, la gente comenzaba a revelarse en mi contra, aún con las alianzas mi hacia falta apoyo de alguien que infundiera miedo, no podía perder a la persona a cargo de mis armas y tampoco podía perder de vista a mi enemigo, a los amigos se les debe tener cerca y a los enemigos mucho más, Alek siempre a querido estar con Alisa.
— Pero si es mucho mayor que ella.
— Alisa tiene veinte, y Alek veintitrés no es tanta la diferencia.
— ¿Y tu por que aceptaste esto? — esta vez me dirigí a Alisa.
— Por que estaba cegada de todos los lujos que tenía y no quería perder. — esquivo mi mirada, podía escuchar el arrepentimiento en su voz.
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Un amor a la antigua
Teen FictionSiempre he querido saber lo que se siente ser amado, sabía el significado del cariño pero no del amor, cuando pensé en que al fin podía tenerlo, mi pasado me recordó que yo no puedo ser amado, ni mucho menos amar. Las sombras del pasado dañan tanto...