Desconocido
New York
¿Qué es la vida para ti? mi madre solía hacerme esa pregunta últimamente, de echo esta mañana antes de tomar una de las decisiones más peligrosas de mi vida me volvió a preguntar, ¿qué es la vida para ti?, solía no darle ninguna respuesta, pero hoy, hoy decidí responderle a su pregunta.
La vida para mi era un instante, un momento, un si y un no, un minuto o unos segundos en esta tierra, eso era la vida para mi, ahora estaba aquí, respirando, viviendo, existiendo, pero cuando me de la vuelta para revisar mi celular, para ver que dirección tomar para mi camino puede que ya no este aquí, que ya no exista, hay tantas formas de morir, pero también hay tantas formas de vivir, el punto aquí era ¿qué elección iba a hacer? ¿qué camino iba a tomar?¿vivir o morir?, esta mañana hice mi elección de camino.
Decidí darle la vuelta al reloj de arena de mi vida, para que se comenzara a contar el tiempo que le quedaba a mi vida, había expuesto mi existencia en esta tierra y asumía mis actos, mi traición.
Sujete a la chica por el cabello tumbándola en el piso, en cuanto callo ella dirigió su vista hacia mi, de nada serviría que le cubriera los ojos ella ya me conocía.
— ¿Por qué haces esto? — le costaba hablar por el mar de lagrimas que estaba echa, temblaba presa del miedo.
— Por que tu vida no vale más que la vida de mi madre.
— No eres nadie para decidir sobre la vida de los demás. — podía notar el dolor en su voz.
— En eso te equivocas, cuando tienes el poder y el dinero suficiente decides sobre la vida de todos aquellos que te estorban, ¿y qué crees? tengo ambos.
— Yo confié en ti, el confió en ti. — aún en el suelo intentaba zafarse de las cuerdas con las que la había atado.
— Nunca debes de confiar en nadie, así lleves años de convivir con la persona, jamás terminas de conocerla.
— Déjame ir, por favor no le diere nada a nadie, nadie se va a enterar solo déjame ir. — susurro agachando su cabeza ocultando las lagrimas que derramaba.
— No puedo hacer eso.
— Si puedes, si le explicas a el lo que pasa en verdad te puede ayudar, te conozco el te conoce tu no eres este, así no eres tu.
— ¿Y tú qué sabes de cómo soy?
— Eres fiestero, un gran amigo, odias la escuela pero aún así vas por que tienes el sueño de ser alguien en la vida, estas roto por no tener una familia completa, pero si me haces algo te aseguro que jamás vas a tener la familia que quieres, por que vas a perder a la única persona que siempre a estado para ti, el, yo y mis padres han sido tu familia por años, no te conviertas en un asesino por favor. — su suplica combinado con su llanto causo que algo se removiera dentro de mi, lo admito me hizo dudar por un segundo.
Me quite los guantes de cuero y camine a grandes zancadas para llegar hasta su lugar, con una mano tome su mentón para que me viera a los ojos y se deshiciera de la idea de que me puede convencer y arrepentirme, ya no hay marcha atrás.
— Escúchame bien Yessenia, el chico que tu creías conocer se esfumo, de el ya no queda nada, ¿me entiendes?, mi única familia es mi madre, la mujer que hizo todo y mucho más a su alcance para que yo tuviera un plato de comida sobre mi mesa, tu, el y todos los Wiliams no son nada para mi, y tranquila que los dos somos iguales ahora. — el desconcierto por lo ultimo dicho de mi parte se hizo presente en su mirada.
— ¿Qué has dicho?
— Lo que has escuchado, Blake el perfecto estudiante es un asesino al igual que yo, su manos tienen más sangre sobre ellas que sobre las mías.
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Un amor a la antigua
Teen FictionSiempre he querido saber lo que se siente ser amado, sabía el significado del cariño pero no del amor, cuando pensé en que al fin podía tenerlo, mi pasado me recordó que yo no puedo ser amado, ni mucho menos amar. Las sombras del pasado dañan tanto...