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Esos ojos.

Blake.

Recordaba el sentimiento de miedo, ese que te hace voltear a todos lados buscando con la mirada ayuda en alguien, y eso mismo es lo que podía ver en los ojos de Yuudai, intento salir de su oficina pero uno de mis hombres se lo impidió.

Sonreí maliciosamente ante su dirección y la acción que no pudo realizar, tiene miedo se puede oler en el aire.

— ¿Qué pasa amigo? ¿te molesta mi visita? — puse lo codos en el escritorio, junte ambas manos entrelazando mis dedos entre si formando un solo puño en el cual recargue la barbilla sin quitar la sonrisa.

— ¿Qué haces aquí? la reunión es hasta dentro de dos semanas. — ensanche más mi sonrisa, definitivamente tiene miedo.

— ¿Acaso no te enseñaron modales? debes de saludar a los invitados y ofrecerles algo. —negué levemente repetidas ocasiones. — Bueno creo que no te agrado mi visita y no debemos quitarte el tiempo de tu trabajo, aunque no necesites el empleo. — con la mirada le indique a Prien que fuera hasta el lugar del japonés y lo trajera hasta a mi. — toma asiento querido socio. — Prien tomo por los hombros a Yuudai y lo sentó frente a mi.— Para no quitarte más de tu valioso tiempo hablare sin rodeos. — le hice una seña a Karina con la mano izquierda para que se acercara a mi con los dos maletines de dinero que habíamos traído. — Debido a tu falta de lealtad hacia mi y mi organización, te entrego el dinero que salda y deslinda tus negocios con los míos, a partir de ahora no formas parte de las reuniones entre las mafias más importantes, dejo de proporcionarte armamento, droga y dinero, tu te arreglas con lo que tienes.  — Colton y Karina abrieron los maletines a la par dejando ver el dinero en dólares. — Conmigo no se juega Yuudai, esta fue nuestra ultima reunión como socios, te dejo de respaldar.

Coloque ambas manos a mis lados levantándome de mi lugar, me acomode el saco del traje antes de salir de la oficina de Yuudai con mi gente siguiéndome y dejando al japonés pasmado sin moverse de su lugar, sabe que sin mi gente, mis armas y mi dinero no podrá valerse por si solo y si se me da la gana lo puedo desaparecer del mapa para todas las mafias aliadas conmigo para que también retiren su apoyo.

— ¡Blake! ¡Blake espera por favor! — escuche como me llamaba Yuudai por todos los pasillos, no me detuve seguí mi camino hasta llegar a la entrada principal donde mis camionetas con más de mis hombres me estaban esperando para irnos de aquí. — ¡Detente por favor, ellos me amenazaron! ¡tu mejor que nadie sabes que la familia en nuestro mundo es intocable y se hace hasta lo imposible por ellos! 

Detuve mi caminata al escuchar lo ultimo.

— ¿Quiénes son ellos? — gire sobre mi propio eje para tener a la vista al japonés que intentaba alcanzarnos.

— Los italianos, ellos dijeron que si no lo hacia matarían a mi hija, es lo único que me queda, yo estoy jodido pera ella no, a ella le queda mucha vida. — el miedo y la preocupación se mezclaron en la vista de Yuudai. — Por favor no me retires tu apoyo, te juro que te seré fiel solo a ti.

— Ya habías echo ese juramento antes y ve las consecuencias de no cumplirlo. — me volteé decidido a largarme de aquí y regresar a Rusia, pero sus palabras me detuvieron nuevamente.

— Te daré la información que necesites para acabar con los italianos, te juro que mi lealtad será por y para ti.

— Más vale que esa información sea buena, te veo dentro de dos semanas en la reunión, ahí me darás la información. 

Seguí  mi camino y subí de nuevo a mi camioneta con Karina, Prien y Colton seguidos después de mi, comenzamos el camino buscando a los demás socios que tengo aquí en Tokio, les di visitas presentándome como el heredero de la mafia Rusa, necesitaba ganarme a la gente de aquí, los podría ver en la reunión que se acercaba pero necesitaba que ellos estuvieran en confianza, les deje dinero a forma de entablar una amistad, lo cual funciono por que todos estaban contentos con mi visita y los diferentes regalos que les llevaba, dinero y armas por eso nos respetaban sabían que mi gente era la más letal cuando se lo proponía les convenía tanto a ellos como a mi, ser socios disfrazados de amigos.

Así se baso el resto del día, cuando termine de las presentaciones con comidas y cenas, regresamos a la propiedad de Tokio para cambiarnos a ropa cómoda y emprender el vuelo de regreso a Rusia, no podía estar tanto tiempo fuera de la mansión.

Las horas del viaje de regreso fueron más agradables que las de ida, antes sabíamos a lo que veníamos pero no sabíamos como iba a resultar, le informe a Feddei el resultado que obtuvimos el cual fue el deseado, me sentía un poco más tranquilo y pude convivir con mis amigos los cuales integraron a los demás guardaespaldas para poder platicar y informarse sobre como se manejaban algunas cosas dentro de la organización. 

Llegamos a las seis de la tarde a Rusia, nadie quería comer ni tomar algo, todos estábamos agotados por el viaje, cada uno se fue a su habitación a darse un baño cambiarse y dormir, por mi parte aunque intente dormirme no podía, cada que cerraba los ojos podía ver unos ojos cafés con lagrimas viéndome directamente.

Me levante de mi cama y salí directo en busca de la habitación de Karina, sabia que estaba mal interrumpir de ese modo pero no iba a poder dormir si no veía a Grecy y su avance, saber si ella estaba bien me iba a dejar dormir tranquilo. 

Gire la perilla de la habitación para poder entrar, todo estaba a oscuras no podía distinguir en que lado de la cama estaba Grecy.

— Lo que estas haciendo no es de caballeros Blake. — di un pequeño brinco al escuchar un susurro de mi lado derecho, era ella.

— Perdón no quiero que pienses eso de mi, solo quería ver como estabas. — cerré la puerta y me gire en su dirección, tenía su cabello un poco revuelto, traía una pijama de mameluco y pude distinguir los ojos rojos he hinchados. — ¿todo bien? — intente acercarme a ella pero en cuanto di un paso para alcanzarla, ella retrocedió temerosa. — Perdón yo no... — me detuve y di dos pasos hacia atrás no quería incomodarla.

— No no es eso, perdón es que fueron tiempos difíciles en Tokio. — agacho la cabeza para no verme. 

— Solo quería saber si estabas bien, como te has sentido. — busque su mirada, necesitaba ver esos ojos de nuevo.

— Estoy bien muchas gracias duele un poco pero ya estoy mejor. — ella levanto su vista, era más bajita que yo, me llegaba por debajo de los hombros si yo medía 1.80 tal vez ella media como unos 1.65 aproximadamente, me quede absorto ante su mirada, ella me sonrió y agito su mano en forma de despedida y entro a la habitación.

Sacudí mi cabeza saliendo del trance, ¿qué te pasa Blake?, emprendí mi camino de regreso a mi habitación, me acosté de nuevo y al cerrar los ojos esa sonrisa tímida y esos ojos cafés me recibieron en mis sueños. Por primera vez desde que estaba aquí, pude dormir con una sonrisa en mi rostro. 

Para no perderte ninguna actualización por favor sígueme aquí en wattpad para que te avise cada que subo nuevo capitulo.

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Un amor a la antiguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora