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 Jefe de la mafia Rusa.

Blake.

Entre de nuevo a mi habitación pensando en lo que Feddei me había dicho, sabia desde un inicio que la vida de mis seres queridos dependía de mi de una u otra forma, si no venia a Rusia a hacerme cargo de la mafia moriría otra vez mi familia, aquí con el puesto ya tomado corría más riesgo mis seres queridos un error que cometiera por más mínimo, se las cobrarían con ellos, mi apellido mi organización y el respeto que me forje en las peleas de boxeo me respaldaban, pero no podía quedarme tranquilo del todo.

— ¿Blake estas bien? — Karina fue la única que noto mi aspecto, tenía el ceño fruncido y no prestaba atención a lo que estaban hablando, solo asentí y me fui directo a la chica.

— ¿Cuál es tu nombre?  — me senté a lado de la chica, ella se removió incomoda en su lugar por mi presencia. — no te are daño, como te dije estas a salvo no te vas a ir con Yuudai, puedes estar tranquila. — tome una de sus manos para que se sintiera segura y tranquila.

— Grecy. — me miro a los ojos, tenía el mismo color de ojos que mi castaña, pero ella tenía el cabello negro, por un momento mi corazón se acelero al ver sus ojos, sacudí mi cabeza para despejarme, no era momento para pensar en ella.

— Bien Grecy, mi nombre es Blake. — la chica se soltó de mi agarre y se alejo de mi.

— Eres el jefe de la mafia Rusa, eres peor que ellos. — pareció quebrársele la voz, los ojos comenzaban a brillarle presos de las lagrimas. 

— Así es, pero no te voy a hacer daño puedes estar tranquila. — intente volver a tomar su mano, pero ella me negó el toque. — escucha te sacaremos la droga que te pusieron en el cuerpo, reposaras una semana y después te unirás a mis filas.

— ¡Blake! — Karina me riño, volteé a verla para que se quedara callada, necesitaba tomar precauciones. 

— Te daremos alejamiento, comida ropa y los lujos dependerán de ti, si resultas ser un buen soldado tendrás más comodidades. — Grecy me vio a los ojos suplicando, lo más probable es que se quisiera ir con su familia, pero ya sabia demasiadas cosas, tenía que saber como mover mis fichas, necesitaba seguridad. — ¿tenemos un trato? 

Grecy volteo a buscar ayuda con la mirada a mis amigos, pero ellos no me podían refutar nada sabían quien mandaba, regreso su vista hacia mi y asintió con la cabeza agachada. 

Sabia que lo que estaba haciendo no estaba nada bien, fue precisamente lo que nos hizo a mis amigos y a mi Feddei desde que llegamos aquí, pero en algo tenia razón el, ya no era el niño por el cual los demás tomaban decisiones y se responsabilizaban, me estaban forzando a madurar a una edad corta y a las malas, Karina se llevo a la chica para su habitación si verme a los ojos, sabia que estaba molesta, pero era esa chica desconocida o mi familia. 

— Blake, no era necesario eso. — Colton hablo apenas se cerraron la puerta de mi habitación.

— La chica estaba muy asustada, solo quiere regresar con su familiar. — Prien lo secundo.

— La decisión ya esta tomada, ella acepto no la obligue, perfectamente se pudo haber ido con Yuudai. — sabia que estaban molestos por mi actitud pero me estaban poniendo entre la espada y la pared.

— ¡Por dios Blake! no llevas ni una semana siendo jefe de la mafia y ya te comportas como Feddei un completo hijo de puta imponiendo su palabra. — Prien se planto frente a mi molesto.

— ¿Y qué quieres qué haga?, ¡te reto a estar al menos un par de horas de este lado! — estalle. — ¿sabes acaso el por qué tome esa decisión? no verdad, es muy fácil hablar de ese lado de la historia.

— Para todo hay una solución, pudiste sacarle la droga y llevarla con su familia, es de Estado Unidos, le pudiste haber dicho a Morgan que te ayudara.

Negue repetidas veces yéndome al balcón que tenía mi habitación con vista hacia el jardín y hable.

— Ella sabe mi puesto, mi nombre y donde esta mi casa, puede ir a la policía y delatarme, si mi negocio cae, cae el de las demás mafias involucradas y socios, por mi culpa pueden morir ustedes y mi familia.

—Blake, tienes a tus socios respaldándote, no te van a poder atrapar, además eres un niño.

— ¡No tengo el respaldo de nadie por que necesito ganármelo! — me gire sobre mi propio eje para ver a mis amigos. — si solo soy un niño que a tenido que cargar con el peso de algo que no se busco, entiendan que aquí es un juego de poder, si yo me equivoco y los hago perder, pueden matar a mi familia, los pueden matar a ustedes, apenas me estoy posicionando como jefe, necesito asistir a las reuniones para que los demás me conozcan y tengo que demostrar que conmigo no se pueden meter, necesito ser temido y respetado. — la frustración me estaba abarcando junto con el enojo, las lagrimas se comenzaron a hacerse presente. — y yo no se como voy a hacer eso, no tengo idea por donde empezar, tengo claro que los voy a proteger de todo y contra todos, pero solo soy un niño jugando a ser adulto, y no esto listo para todo lo que se me viene. — caí de rodillas rindiéndome, ya esta lo saque, necesitaba decirlo en voz alta.

Afuera no me podía dar el gusto de parecer débil ya que como bien me había dicho Feddei aquí nadie juega limpio y nadie respeta las reglas, se juega el todo por el todo y la ambición por poder y dinero le gana a cualquiera.

Sentí un par de brazos abrazarme, la vista la tenía borrosa por las lagrimas que salieron sin mi permiso, pero que sin duda necesitaba sacar, distinguí a Colton aferrándose a mi, queriéndome dar apoyo.

— Escucha Blake, yo se que esto es muy difícil para ti. — Prien se puso en cuclillas enfrente de mi. — pero nosotros estamos aquí para ti, para apoyarte, no estas solo, jamás lo estarás, no soportamos dos meses de entrenamiento inhumano solo para dejarte en cuanto podamos, nos vamos a encargar de cuidarte las espaldas, nadie se te va a acercar para hacerte daño, tu familia esta protegida, y entre nosotros cuatro nos vamos a proteger, pero no dejes que te dañen, que te cambien.

— Es que ya lo hicieron. — me limpie las lagrimas, soltándome del abrazo de Colton.

— No Blake, no te han cambiado y no dejes que lo hagan.

Quería decirle que si me habían cambiado, que hace mes y medio me habían convertido en un asesino, que cada viernes y sábado por la noche me encerraban con tipos más grandes que yo y hasta que alguno no saliera muerto o mal herido no se podía salir de ahí.

Ya no quedaba nada del Blake Wiliams que conocieron en New York, quería decir la verdad, pero el pánico y dolor que me abandonaran  por ser un maldito asesino me abarco por completo, era mejor que no se enteraran que siguieran conservando la antigua imagen de mi. 

Para no perderte ninguna actualización por favor sígueme aquí en wattpad para que te avise cada que subo nuevo capitulo.

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Un amor a la antiguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora