Estaba totalmente aterrada. Me perseguían dos sombras monstruosas. No sabía qué eran. Y la verdad, no quería averiguarlo. Yo sólo podía correr y correr. Una voz me hablaba. Me parece haberla escuchado alguna vez, pero estaba demasiado ocupada corriendo como para preocuparme por eso. Esas dos cosas me estaban alcanzando y no encontraba donde refugiarme. El terror me estaba consumiendo. Esa voz se hace más fuerte en mi cabeza.
- ¡La casa! ¡Entra a la casa! - dijo la voz, queriendo ayudarme, supongo. Sonaba temerosa de lo que pudiera pasarme.
La casa. ¿Qué casa? Puedo divisar una casa no tan lejos. Pero mis piernas no dan más, y mis pulmones son un desastre. Y esas bestias cada vez están más cerca de mí. Sin embargo, quiero llegar a esa casa y mantenerme a salvo. Sin darme cuenta, tropiezo con mis propios pies. Dios, ¿por qué soy tan torpe? ¿No basta con lo que ya tengo encima? Por ende, caí al suelo y mis rodillas se rasparon un poco. Pero es demasiado tarde...
4:45 am
Todos los días la misma pesadilla. No entiendo nada. Ni siquiera le veo sentido a mi vida. Aunque tampoco es que esté ansiosa por saber. Nunca ha habido nada bueno. ¿Por qué lo habría ahora? Sé que no debería ser tan pesimista, pero ya no espero nada. Es muy temprano para levantarme y prepararme para ir a la Universidad, y mis ganas de dormir siempre se disipan con todo lo que mi subconsciente pone en mi pesadilla de cada día. Así que no me queda de otra que ponerme a escuchar un poco de música para relajarme. Pongo "No time to die" de Billie Eilish, y me sumerjo en la melodía...
7:30am
Ya estaba saliendo de casa para dirigirme a la Universidad. Vestía un pantalón negro ajustado, un polo blanco y unos converse. Ya sé, muy básica. Pero así soy. Mamá siempre decía que debía ser más femenina y presumida. A veces lo intento, pero simplemente no me siento yo. También decía que era rara. Quizás mis gustos eran demasiado para su mente un poco anticuada. La extraño mucho. Y como siempre por ir tan sumida en mis pensamientos, ni cuenta me doy que ya llegué a la Universidad. No me queda tan lejos de casa así que vengo caminando siempre. Estoy en segundo año de Idioma. Entrando al campus para dirigirme a mi Facultad, alguien comenzó a caminar a mi lado mientras me saludaba. Esta chica, comenzó a hablarme hace 2 meses. Es agradable pero prefiero no hacer amigos.
- ¡Hola Hyun-ah! - me saludó con su característica alegría. - ¿Cómo estás?
- Hola Ella, estoy bien ¿y tú? - le respondí con mi timidez cortante de siempre. Pero sonó amistoso de igual forma.
- Bien. Oye, ¿quieres ir a una fiesta hoy? Es en la Facultad de Literatura. - dijo la pelinegra con gran entusiasmo.
- No, gracias. No me siento bien. - le respondí un poco desanimada. Hace un tiempo hubiese aceptado, pero no creo que sea momento para eso.
- ¡Estará super buena! Además, irán muchos chicos lindos - dijo codeándome con una mirada pícara.
- No, en serio, no quiero. - dije de la misma forma que antes.
- Ok, no te presiono. Pero si cambias de idea me avisas. -
- Claro - Creo que ambas sabemos que eso no pasará.
Ella, es una chica de gran altura. Por lo menos 1.76. Es muy hermosa. Su cabello es bastante largo, le llega hasta el inicio de sus caderas, y es como el azabache. Tiene un buen cuerpo, ojos achinados, aunque aquí en Corea es algo normal. Pero resulta que no es coreana, es mitad latina y mitad china. Es agradable y carismática. En fin, la chica perfecta. Es la única en todo el campus que se ha dignado a hablarme. La he tratado de alejar mil veces, pero es imposible. Así que se puede decir que sólo compañeras. Pero sólo eso. Llegué a mi salón de clases y tomé asiento donde siempre, en la esquina de la última fila. Saqué mi móvil y mis audífonos para escuchar música en lo que llegaba el profesor de Inglés.
9:30pm
Ya era de noche y aún caminaba por las calles de Seúl, sin saber adónde ir. Vi un puesto dónde venden helado bastante familiar para mí. Todos los días vengo aquí a comer helado. Creo que es la única forma en la que no me siento sola. Compré un pote de helado de Pistacho. En otros tiempos me hubiera sentado en una de las mesas o bancos que hay allí, ya que es como una especie de parque, lo que algo bastante pequeño. Pero no, no quería recordar lo sensacional que era. Es demasiado doloroso para mí. Así que me dirigí a casa mientras comía tranquilamente el helado. Trataba de no embarrarme, pero soy torpe hasta para comer. Ni los niños pequeños se ensucian tanto como yo. Cayó un poco de helado en mi pantalón. Por suerte fue algo pequeño, que pude limpiar con mi mano. Sentía que alguien me seguía. Miré hacia atrás pero no había nadie. Quizás es idea mía. Luego de terminar de comerme el helado, boté el pote y la cuchara en la basura y continué mi camino a casa. Todavía sentía como si me estuviesen acechando. Ahora estaba un poco asustada. Miré hacia atrás mientras caminaba pero no había nada, de nuevo. Debido a esto choco con alguien.
- Lo siento - dije disculpándome con una reverencia.
- No pasa nada - era la voz de un chico. Traía un abrigo negro con capucha, la cual cubría su rostro además de la gorra que llevaba.
Este se marchó después de aquello. Lo seguí con la mirada porque me dejó un poco desconcertada. Su voz me parece haberla escuchado antes. Mis manos empezaron a temblar. ¿Qué me está pasando?

ESTÁS LEYENDO
Darkness
FanfictionHyun Jae, una chica que tuvo mucho amor, pero después de una pérdida irreparable se siente sumida en la oscuridad, y lo peor de todo es que está sola...o eso creía. Un grupo de personas llegarán a su vida para iluminarla, aunque más bien ella fue la...