Capítulo 21

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Desperté en un lugar oscuro y con un fuerte dolor de cabeza, el cuál me recordó cómo llegué aquí.

...

- ¡Jake! - grité a todo pulmón.

- Tu lindo héroe nunca vendrá. - dijo cerca de mi oído, mientras forcejeaba con él para que me soltara. Pasó su brazo alrededor de mi cuello pero no apretaba su agarre. - ¿Quieres verlo por ti misma? - pondría las manos en el fuego a que tenía una sonrisa sucia y mezquina. En ese momento apareció el hombre lobo que peleaba con Jake. Lo traía a rastras. Estaba todo golpeado. Mis lágrimas no tardaron en aparecer.

- Jake... - salió un susurro de mis labios. Mi chico débilmente trató de levantarse.

- Suéltala. - dijo adolorido.

- ¿O qué? ¿Me matarás? - dijo Haden retándolo.

- Tenlo por seguro. - Los ojos de Jake brillaban más que nunca.

- No creo que puedas hacerlo en ese estado. - dijo el señor unos pasos más atrás de nosotros.

- Van a pagar por todo lo que han hecho. - intentaba levantarse.

- Jake, no. - me miró, y como siempre me dio una sonrisa.

- Qué pena que no será hoy. - dijo el señor y Haden continuó arrastrándome hacia el auto.

- ¡Jake! - gritaba, aunque sabía que no podía hacer nada.

- ¡No, Hyun Jae! - estaba frustrado, no podía levantarse debido a la paliza que le habían dado. El hombre lobo se acercó a él y lo levantó por su cabello. El vampiro hizo una mueca de dolor y el hombre lobo apuñaló a Jake con sus garras.

- ¡Jake! - solté un grito desgarrador.

...

¡Jake! ¡No! ¡No, no, no, no! No puede estar pasando. Me negaba a aceptar que Jake ya no estaba. Sentía un dolor tan grande en mi pecho. No podía soportarlo. Ya nada me importaba, mi llanto resonaba por toda la habitación.

...

Jake

Luego de que ese hombre lobo me apuñalara con sus garras y dejarme allí como si nada, mi vista comenzó a nublarse debido a la pérdida de sangre. Batallaba para no caer dormido, pero se me estaba dificultando mucho. Mi móvil salió volando durante la pelea así que no podía utilizarlo. Podría hacer un llamado a los chicos utilizando la telepatía, pero la distancia aún es larga, no me escucharían. De todos modos debía intentarlo. Quizás pueda percibir a algún humano por aquí, aunque mis poderes están debilitados.

Jay

Daba vueltas por toda la casa. Estaba algo inquieto. Ya deberían estar aquí. Tengo un mal presentimiento.

- Chupasangre, ya deja de dar tanta vuelta. Me tienes mal. - dijo la pulgosa amiga de mi hermanita. Sólo la fulminé con la mirada.
Fui a la cocina por un helado. Durante este tiempo, me ha ayudado mucho aunque no lo crean. Con sólo sentir la cuchara rozando mis labios, ya conseguía calmarme. Era como si ella estuviese aquí. Y eso era precisamente lo que necesitaba. Me dirigí al techo, me senté y comencé a comer, mientras me dedicaba a ver la hermosa noche. Aunque hoy no era tan hermosa. Habían algunas nubes estorbando. Creo que dentro de un rato lloverá. Terminé el helado y seguía igual. Sé que algo malo se viene. Debo verlos. Necesito saber si están bien. Bajé rápidamente, para dirigirme a la puerta.

- ¿A dónde vas? - me detuvo su voz fastidiosa.

- ¿Ahora me acechas? - la miré por encima de mi hombro. Bufó para entornar sus ojos.

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora