Darkness

Capítulo 8

- ¡Hyun-ah! ¿Qué pasa? - escuché su voz. Enseguida levanté mi cabeza para verla. Ella estaba parada justo enfrente de mí. Todo estaba normal. No puede ser. Aquí había una sombra super grande que parecía querer devorarme en cualquier momento. ¿Dónde está? No puedo estar loca. Estaba totalmente desconcertada. Esta se agachó y me miró preocupada. - ¿Estás bien? ¿Qué pasó? - Si le decía me iba a dar por loca. No pude haber alucinado. Mis manos temblaban. Ella agarró mis manos. - ¡Por dios! Hyun Jae tus manos tiemblan. Dime qué pasa. - Estaba entrando en pánico. Debido a eso poco a poco apretaba más mi agarre en sus manos. - Hyun-ah me estás apretando....¡Hyun-ah! Mírame. - la miré - Escúchame. Respira hondo. Vamos. - comencé a hacer lo me decía. - Eso es. Respira. - Después de 5min así, me había relajado. Solté sus manos y me levanté. La chica hizo lo mismo. - Ahora, dime que pasó. Estabas gritando como si te fueran a matar. - Si supieras.

- Vine a tomar agua y de repente se fue la luz y... - tenía que buscar una buena excusa para justificar mi comportamiento. - Le tengo fobia a la oscuridad. Y me asusté mucho. -

- ¡Dios! Me preocupaste mucho. Pero por cómo te comportaste debes temerle mucho. Ok. Vayamos a dormir. - subimos juntas a mi habitación y nos acostamos para dormir nuevamente.

9:00am

Hace una hora estaba despierta. Aunque después de lo que pasó ayer no dormí tranquila de nuevo. Ella dormía como si no hubiese mañana. Me levanté y fui a ducharme. Luego de preparar el desayuno, desperté a Ella. La cuál comió con los ojos cerrados. Ni siquiera vio lo que tenía en el plato. Que glotona esta niña. Después de asicalarse, fue de regreso a su casa. Por mi parte, no sabía qué hacer. Así que, como siempre, salí a caminar. Recién eran las 12:00m. Estaba sentada comiendo helado en mi lugar de siempre.

- ¿Comiendo helado tan temprano? - dijo tan bromista como de costumbre. En serio no se cansa.

- Si. Creo que ya sabes que amo el helado. Soy Miss Ice-cream, ¿no? - le dije mirándolo con una ceja levantada. Este sólo rió. - ¿Qué quieres Jake? -

- ¿No te cansas de hacer la misma pregunta? - dijo con burla. Sólo lo miré esperando a que me respondiera. - Ok. Sólo pasaba cuando te vi y dije "¿Por qué no ir a saludar a mi gran amiga Hyun Jae?" - dijo irónicamente.

- Ya, claro. -

- Supongo que no tienes planes, ¿o si? -

- ¿Para qué quieres saber? -

- Tú y tus malditas preguntas. - entornó los ojos. - Si por alguna vez sólo respondieras y ya. - Oh, ¿en serio me dice eso?

- Te recuerdo mi querido Jake, que tú eres exactamente igual que yo. - dije con evidente molestia pero con un toque irónico. Este sólo mantenía su sonrisa arrogante. De pronto se levantó me tomó del brazo y me arrastró hasta su...¿moto? ¿Tenía una moto? ¿Desde cuándo este chico tiene moto? Bueno, tampoco es que alguna vez hubiésemos hablado como personas normales cuando nos hemos visto. Me dio un casco.

- Dime que sabes conducir. - Lo miré incrédula.

- Obvio babe. - ¿Por qué es tan arrogante?
 
- ¿Tienes licencia? - este me miró como si me estuviera lanzando dardos. - Ok ok, me subo. - me puse el casco y me subí a la moto. Mi timidez salió a relucir un poco porque debía agarrarme de su cintura.

- Tienes que agarrarte de mí. - me miró burlonamente por encima de su hombro.

- Lo sé. - me agarré a este.

- No tan fuerte. Relájate, estás tensa. - ¿Cómo rayos no quiere que esté tensa? Aflojé un poco mi agarre. - Así. Aún sigues tensa, pero está bien.

- ¿Ya podemos irnos? - Mr. Bromista comenzó a reír.

- Ok ok. - Encendió el vehículo y partimos, hacia no sé dónde.

2:00pm

Luego de dos horas en la moto de Jake, ni siquiera siento mi trasero. Me había traído a la playa.

- Aquí estamos. - dijo mirando hacia el paisaje con una sonrisa. Luego me miró y agarró mi mano. - Vamos. - me llevó hacia una casita que había allí mismo. Se veía bastante acogedora y sencilla. Perfecta para pasar unas tranquilas vacaciones en la playa.

- ¿Este es tu plan? ¿Raptarme, para luego persuadirme y matarme? - El chico comenzó a reír muy divertido.

- ¿Persuadirte? ¿Cómo podría persuadirte? - preguntó con su sonrisa arrogante, como si ya supiera la respuesta pero quería oírla de mi boca.

- Eh...bueno...es lo que hacen los asesinos. -

- Deberías ser más específica, ¿no crees? - este se acercó más hacia mí. Mi corazón late tan rápido, que  parece que en cualquier momento se me va a salir del pecho. No sé por qué.

- Bueno, seguro quieres que caiga perdidamente enamorada de ti para luego matarme. -

- Ya. En tu mente soy el psicópata más buscado, ¿no? -

- Incluso un poco peor. -

- ¿Ah si? -

- Uhm. ¿No querías beber mi sangre? - le sonreí. Me di la vuelta para ir a la playa. Quité mis zapatos y los dejé en el portal para no llenarlos de arena. Fui hasta la orilla. Amo la playa. El agua tocaba mis pies cada vez que venía.

- ¿Lindo cierto? - dijo Jake a mi lado.

- Si. Hace mucho que no venía a la playa. - dije mirando el mar tan tranquilo.

- Entonces fue bueno que te trajera. - dijo haciendo lo mismo que yo. Sólo admirábamos el paisaje.

- Me hubiera gustado poder bañarme. -

- ¿Qué te lo impide? - me miró.

- ¿En serio me haces esa pregunta? No tengo ropa de baño, y no me meteré con esta. - Llevaba justamente ese día un short de mezclilla, un polo largo que casi tapaba el short de color blanco y mis converse blancos.

- Hyun Jae, todo es más divertido cuando no piensas tanto las cosas. Sólo vívelo. - Vivir. Hace tanto que no sé lo que es eso. Este se adentró al agua. ¿En qué momento se cambió de ropa? Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta de cuándo se cambió. Me quité mi short y me dejé el polo. El agua estaba un poco fría al principio, pero me adapté rápido. - Eso. Ven. - Tomó mi mano.

- Jake - mi voz sonó en modo de advertencia y un poco asustadiza. Este me llevaba cada vez más hondo.

- ¿Qué pasa? - detuvo el paso y me miró.

- Yo...no sé nadar. - bajé la mirada. Jake sonrió dulcemente.

- Boba. - tomó mi mentón para que lo mirara - Entonces vamos a quedarnos aquí. - Mientras que el agua le llegaba cómodamente por el pecho a mí me llegaba por el cuello.

- Ok. Gracias. -

- Tengo que enseñarte a nadar. - Se fue acercando a mí.

- No, no. -

- Si, si. Venga. -