Capítulo 20

107 13 0
                                        

Todo iba de maravilla. Habíamos ido a la Torre Namsan. Desde allí se podía ver toda la ciudad, y era simplemente hermoso. Hablábamos de cualquier cosa y por supuesto no faltaron las bromas de Jake y nuestras risas.

- ¿Has tenido más pesadillas? - preguntó de repente.

- No, gracias al señor. Eran horribles, y no entendía nada. Lo curioso era que en mi sueños una voz me hablaba. - lo miré - Se parece mucho a la voz de Heeseung. - Este apartó la mirada por un momento.

- Él te hacía tener esos sueños. - Estaba pasmada. Pero la verdad, después de ver todo lo que hacen, en parte no me sorprende. - Era como una forma de tenerte preparada para todo esto.

- Jake, pero fue horrible. No saben lo que pasé. Incluso me hizo soñar con que morías y que esa cosa se aparecía en mi casa. - suspiré pesadamente. Este sólo me abrazó.

- Lo sé. Estuve ahí siempre. - busqué sus ojos en cuanto dijo eso.

- ¿También me vigilaban mientras dormía? - asintió.

- Heeseung debía estar cerca de ti para meterse en tu mente. Y bueno, la mayoría de las veces me quedaba velando por ti. Eres muy inquieta. - esto último lo dijo divertido con un toque en mi nariz.

Estuvimos allí por otro poco, hablando y admirando la hermosa vista. Luego, Mr. Arrogante vendó mis ojos y nos dirigimos a nuestro nuevo destino.

- Jake, ¿se puede saber cómo piensas que bajaré sola de la motocicleta si no veo una mierda? - este sólo reía.

- Cómo se nota el carácter de los hermanos Park. La misma lengua sucia. - escuchaba su tono jaranero.

- ¡Oye! - reproché riéndome. Plantó un casto beso en mis labios. - Te estás aprovechando de la situación Mr. Arrogante. - escuché su risa nuevamente.

- Admite que te encanta. - dijo para ayudarme a bajar del vehículo.

- Sigue soñando. - dije al estar totalmente estable en el suelo y dando unas palmadas en su hombro. Quitó mi venda y pude, al fin, ver todo.

Estaba totalmente fascinada. Era mi lugar favorito, donde nos conocimos por primera vez. Todo estaba adornado por flores, y linternas de papel, algunas con adornos y otras no. Y en el medio de todo eso, había una pequeña mesa.

- Jake, ¿tú...? - no terminé de decir, todo estaba tan bonito y estaba tan ensimismada mirando todo, que las palabras no salían.

- ¿Te gusta? - sentía su mirada.

- Es hermoso. - dije para mirarlo con una sonrisa. Este también tenía una. Tomó mi mano.

- Vamos. - Me llevó hasta la mesa y tomamos asiento. De momento apareció Heeseung.

- ¿Qué haces aquí? - lo miré confundida.

- Bien, hermosa parejita, ¿qué helado pedirán está noche? - dijo el alto con una sonrisa cómplice. Sólo me limité a reírme.

- ¿Miss Ice-cream qué helado pedirá hoy? - lo miré divertida.

- ¿Cuál crees tú? -

- Cierto, para qué pregunto. - miró a Heeseung - Uno de pistacho para ella y uno de chocolate para mí. - Heeseung trajo los helados en cuestión de un segundo. - Gracias. - continuó Jake con su actuación.

- Buen provecho. - el otro chico le siguió la rima, para retirarse.

- ¿Por qué Heeseung está aquí? - le pregunté con una sonrisa, pero estaba curiosa por saber.

- Le pedí que me ayudara con la sorpresa. - dijo dándose su primera cucharada de helado.

- ¿Sólo el está aquí? - asintió.

- Bueno, sólo vino a dejar los helados. Así que ya se marchó. - Dijo mientras comía su helado.

10:00pm

Después de comer nuestro helado y estar otro rato más allí conversando y viendo la luna y las estrellas, decidimos ir a casa. Pero a medio camino, la motocicleta de Jake se apagó.

- Jake, no me digas que...- no terminé la oración pero sabía a lo que me refería.

- Pues si. - estaba algo extrañado. - ¡Qué raro! Que yo recuerde estaba bien de combustible. - me bajé de la moto y este detrás de mí. Nos quitamos los cascos. El chico pasó su mano por su hermosa cabellera, algo frustrado.

- Jake... - me acerqué a él. Este me miró.

- Tendremos que caminar. -

- Puedo con eso. - dije con una sonrisa arrogante. Este sonrió divertido. - Además, tengo la compañía de mi Mr. Arrogante. - dije algo coqueta.

- ¿Ahora resulta que soy tuyo? - me miró con una ceja levantada, mientras sonreía con arrogancia y algo divertido por mis intentos fallidos de coqueteo. Nunca funcionan. Termino como tomate. - ¡awww! ¡Qué linda mi chica! - esa fue la cereza al pastel. Creo que lo hizo a propósito. El chico sólo reía mientras trataba de esconder mi sonrojo con mis manos. Apartó estas de mi rostro, para acunarlo con las suyas y darme un pequeño beso. - Eres mi chica, pero aún no es oficial. - lo miré confundida, aunque una vaga idea de a lo que se refiere está en mi mente. - Miss Ice-cream...- entrelazó nuestras manos. - ¿desea ser la chica de este Mr. Arrogante? - ¿Jake me estaba pidiendo ser su novia? Manteníamos una batalla de miradas, que eso no quita que sentía mis mejillas arder. Asentí levemente y me acerqué a él para fundir nuestros labios en un beso. Mi ahora novio, puso sus manos en mi cintura para pegarme aún más a él. Mis manos vagaban por su hermoso cabello. Nuestro beso era lento y profundo, como siempre. Transmitía tantos sentimientos. Creo que me estaba enamorando. Nos separamos por la falta de aire y juntamos nuestras frentes mientras sonreíamos. Jake iba a besarme nuevamente, pero no lo hizo. Miraba hacia el bosque de manera extraña.

- ¿Qué sucede? - miré en su misma dirección.

- Huelo algo... - dijo para mirarme. Sus ojos estaban rojos. - Cuando te diga corre, hazlo y no mires atrás.

- ¿Qué? - ahora estaba asustada. - No, Jake, no. - me negaba a dejarlo. Acarició mi mejilla -  Estaré justo detrás de ti. - me dio una pequeña sonrisa.

En ese momento apareció un hombre lobo, este me miró y asintió. Salí corriendo lo más rápido que pude. Lo último que pude ver fue que Jake peleaba con esa bestia y por suerte no estaba herido. Continué corriendo, pero tarde o temprano termino empeorando todo. Estos zapatos no estaban hechos para correr cómodamente, y yo que soy torpe, terminé virándome el tobillo y caí al piso. Solté un gemido de dolor. No era gran cosa, si acaso después se hincharía un poco, pero de igual forma no puedo correr. Me levanté lentamente. De repente aparece un auto de color negro delante mío, y de este se bajan Haden y un señor que no conozco en lo absoluto. Ambos me sacaban unos cuantos metros de estatura.

- ¿Cómo estás Hyunjae? - preguntó el señor. Su voz...él...no puede ser...estaba en shoock. Él es el q me hizo esas llamadas misteriosas. - ¿No vas a saludar? - este sonreía de una manera retorcida. Entré en pánico. De mi boca no salía ni media palabra. - Eres idéntica a tu madre. - ¿Qué sabe él de mi madre?

- ¿Qué sabe usted de mi madre? - dije con coraje. El cuál no sé de dónde salió. Este rió un poco. No le veo la gracia a esto sinceramente.

- Fuimos muy buenos amigos. De tu padre también. Y de los padres de Jake también. - ¿Este hombre es quien creo que es?

- ¿Quién es usted? - dije con el mismo valor de antes.

- Creo que deberías venir con nosotros, debemos estar cómodos para esta plática. - Su mirada no me gustaba en lo absoluto. Y la Haden tampoco.

- No iré a ningún lado con ustedes. - dije retrocediendo el paso.

- Oh, sí lo harás. - dijo para sonreír malévolamente. Se acercó a Haden y le susurró algo al oído. Haden me miró con intenciones de hacerme algo. Obviamente nada bueno. Este se fue acercando a mí. Di la vuelta para correr, pero olvidé que mi tobillo estaba dañado, así que al hacer el mínimo intento de correr el dolor rápidamente se hizo presente. ¿Dónde está Jake? Haden trataba de arrastrarme para hacerme entrar al auto.

- ¡Jake!

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora