Capítulo 2

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Llegué a casa y fui a darme una ducha. No paraba de pensar en ese chico y lo que causó en mí. Fue todo tan extraño. Mi cuerpo temblaba. Estaba aterrada, pero no por el chico, sino porque me había puesto así. Al escuchar su voz me transmitió algo de confianza. Puede sonar absurdo, pero fue así para mí. Al terminar de ducharme, me puse a hacer algunos deberes que tenía pendientes para mañana, y luego fui a dormir. O al menos a tratar de dormir.
3:20 am
De nuevo la misma pesadilla de siempre. ¿Por qué me pasaba esto? ¿Qué significado tiene? Una lágrima escapó de mis ojos recorriendo mi mejilla. Mi vida es un enigma que ni yo puedo resolver. Lo extraño tanto. Antes todo era más fácil. Me debatía en si ir a caminar un poco o simplemente quedarme en mi cama. Opté por la primera opción. Hay un poco de frío así que llevaba un abrigo gris bastante grande, me llegaba por encima de mis rodillas, debajo llevaba mi pijama de color negro con figuritas de helado, arcoiris y unicornios. Me pareció lindo cuando lo vi así que lo compré. Y tenía mis addidas blancos. Mi cabello estaba suelto, seguramente algo desgreñado pero me vale un pepino. En el bolsillo del abrigo llevaba mi móvil, los auriculares y algo de dinero, nunca se sabe. Me puse a escuchar música en lo que caminaba. Llegué al puesto de helado de antes y volví a comprarme un pote de helado de Pistacho. No me culpen, amo el helado. Además, de que es un buen amigo cuando necesitas cariño y en las noches de pelis. me senté en uno de los bancos que habían allí para comer tranquilamente. Escuchaba "Perfect" de Ed Sheeran. Hermosa canción. Miraba la noche tan serena. Amo ver las estrellas y la luna.
- ¿Te gusta el helado verdad? - alguien me habló de repente. Quité mis auriculares, aunque pude oírlo claramente.
- Si - le dije un poco cortante. El chico parecía agradable. Pero aún así no hay que fiarse. Mi mirada se dirigió de nuevo hacía esos punticos blancos que tanto brillaban en la capa oscura que se tendía encima de nosotros.
- Una noche linda, ¿no crees? - volvió a hablar aquel chico. Lo miré y esté miraba el mismo paisaje que yo veía hace un segundo.
- Si - respondí en el mismo tono de antes, pero sonó más como un susurro.
Terminé de comer mi helado y me levanté a botar el pote en el cesto que había allí. El chico me siguió con la mirada. Iba de camino a casa.
- Me llamo Jake - dijo apareciendo a mi lado.
- ¿Me estás siguiendo? - dije mirándolo con una ceja levantada. Empezó a reír.
- Por cierto, lindo pijama. - me miró de arriba a abajo.
- ¿Qué es lo que quieres? - me paré para mirarlo. Este igual detuvo su pasó y me miró.
- Haces muchas preguntas, ¿no crees? - bufé ante su respuesta.
- Como si respondieras alguna - dije en un susurro que él pudo escuchar. Pasé por su lado chocando nuestros hombros. Este, alcanzó mi paso y caminaba a mi lado.
- ¿No podemos ser amigos? - dijo mientras me miraba con una sonrisa.
- No. - Le dije sin mirarlo.
- ¿Por qué no? - después soy yo la que hace muchas preguntas.
- Porque no. -
- Entonces, ¿al menos puedo llevarte hasta tu casa? -
- ¿Qué? Obvio no. No voy a dejar que un extraño me lleve hasta mi casa. ¿Qué tal si decides robarme o matarme?
- O podría beber tu sangre. - dijo con una sonrisa bastante grande. Tiene colmillos grandes este chico. Pero son lindos. ¿Qué digo? Madre mía. Lo miré incrédula por lo que dijo.
- Ok. Bueno...por esas mismas razones, no irás a ninguna parte conmigo. -
- ¿Te das cuenta de qué hora es? -
- Sé qué hora es. Salí de mi casa a esta hora bajo mi responsabilidad. Por lo tanto, lo que pase conmigo es cosa mía.
- Bien, tú ganas. Pero al menos dime tu nombre, ¿no? -
- No necesitas saber mi nombre. Tampoco es que vayamos a ser amigos y nos veamos todos los días. -
- ¡Qué maleducada eres! ¿Acaso no te enseñaron modales? -
- No. - Este chico me está empezando a hartar.
- Hasta que no me digas tu nombre no me iré. Así que llegaremos a tu casa y así quizás beba tu sangre, sería menos... -
- ¡Ay! - me detuve y me giré a verlo - ¡Ok! Me llamo Hyun Jae, ¿contento? - este sonrió satisfecho. Dio una palmada en mi hombro y pasó por mi lado. Al darme la vuelta este había desaparecido por completo. ¿A dónde fue? Bueno, la pregunta correcta es, ¿cómo coño desapareció tan rápido?

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora