- ¿Quién es? - preguntó la persona que me tapaba los ojos. Que por la voz, era un chico. Imposible de olvidar esa voz.
- Heeseung - destapó mis ojos y se sentó enfrente de mí. Este tenía una sonrisa. Creo que es propio de él tanta amabilidad siempre y una sonrisa en su rostro. - ¿Qué haces aquí?
- Sólo pasaba por aquí, te vi y decidí venir a saludar. -
- Oh. - fue lo único que pude decir.
- ¿Y tú qué haces tan tarde aquí? - lo miré.
- Siempre vengo aquí. -
- ¿Tan tarde? -
- Si. Me gusta ver la noche mientras tomo helado - señalo el pote que tengo en mi mano.
- Ya veo. Me sorprende que esté abierto hasta tan tarde. -
- De hecho está abierto toda la noche. Desde la primera vez que vine es así. - Al recordar esos días mi tristeza comienza a aparecer.
- Parece que no tienes buenos momentos aquí. - lo miré confundida.
- ¿Qué? ¿Por qué dices eso? -
- Tu mirada se entristeció en cuanto dijiste eso. Así que supuse que no tenías buenos recuerdos. -
- Si los tengo. Pero ahora no me hacen bien recordarlos. -
- ¿Novio? - Como que está preguntando mucho este chico. ¿Por qué le interesa tanto mi vida?
- ¿Por qué me haces tantas preguntas sobre mi vida? - dije un poco a la defensiva.
- Lo siento. No quise incomodarte. Sólo quería hablar y ya. -
- Bueno, pero hay más cosas de las que podemos hablar, ¿no crees? -
- Tienes razón. Lo siento. -
- De igual forma, creo que es mejor que ya me vaya. Se está haciendo tarde. - Me levanté de la banca.
- Si, tienes razón. Tus padres deben estar preocupados. - Este chico me ha tocado la fibra sensible hoy. Este también se levantó.
- Si, seguro. - Ojalá así fuera. Pero no. Me di la vuelta para irme.
- Te llevo a tu casa. - ¿Qué tienen todos que quieren llevarme a mi casa? ¿Eh? - No gracias, sé el camino perfectamente y no pasará nada. - Dije sin voltearme.
- ¿Estás loca? ¿Acaso no sabes que puedes salir lastimada? - ¿De qué está hablando?
- ¿Qué dices? - Esta vez me volteé a verlo. Este parecía desconcertado y nervioso. Como si hubiese dicho algo que no debía.
- Di-igo, es muy tarde...para que una chica ande sola por ahí y además, lo de hoy en la mañana me demuestra que no eres muy prudente. - dijo este tartamudeando un poco. Como que últimamente todos tienen muy buenos argumentos contra mí para persuadirme.
- Ok. Espero que no seas un asesino, ¿verdad? - este comenzó a reír.
- Tonta. Mejor vamos. - comenzamos a andar.
11:00pm
Ya estaba en cama lista para dormir. Estaba algo cansada, ya que toda esta semana ha sido bastante rara. Heeseung me trajo hasta mi casa. Y por suerte para mí, resultó ser una compañía agradable y no un asesino. Sorprendentemente me quedo dormida bastante rápido. Siempre doy vueltas antes de dormirme. Y lo otro totalmente fascinante es que esa noche por primera vez desde aquel día, no tuve esa pesadilla. Estaba contenta por eso, pero a la vez bastante confundida. ¿Por qué esa noche? ¿Qué la diferencia de las demás?
9:00am
Me levanté y fui directo a la cocina a desayunar algo. Cogí lo primero que vi en el refrigerador, que fue mi preciado pomo de Nutella y me lo comí con alguna galletas. Me pregunto, cómo no estoy gorda y diabética. Lo único que hago es comer helado y Nutella. Doy pena. Sé cocinar pero simplemente no lo hago por tal de no tener que pasar más tiempo aquí. Subí a mi habitación, para arreglar mi cama e ir a darme una ducha. Salí del baño con una toalla enrollada en mi cuerpo. Comencé a buscar una ropa para ponerme y salir por ahí. Algo cómodo pero a la vez decente. Encontré un pantalón deportivo gris, una blusa corta de color negro, debajo de ella un top para ponerme del mismo color. Por último, mis addidas blancos. Recogí mi cabello en una coleta. Tomé mis audífonos, mi móvil y algo de dinero, y me dirigí hacia la salida. Al abrir la puerta me llevé tremendo susto.
- ¡Ay, por dios! ¿Ella, por qué me das esos sustos? -
- Pero si yo no hice nada. Iba a tocar la puerta cuando la abriste. - Dijo a la defensiva por haberla culpado de mi infarto.
- ¿Qué haces aquí? - Cuando me percato de lo que está cargando en sus manos, decido preguntarle qué era. - ¿Qué es todo eso?
- Vamos a pasar un sábado de maratón de pelis. -
- ¿Eh? - Estaba totalmente anonadada. No, no, no, esto no era lo que tenía planeado. Esta pasó a mi casa sin más y dejó las cosas encima de la mesa.
- Hyun-ah, hoy es sábado. ¿Qué mejor día para descansar, estar en casa y tener maratones de pelis? ¿Eh? - Concuerdo totalmente con ella, pero eso era en otros tiempos. No quería ser grosera con ella. Además de que se había traído todo eso para pasar el sábado juntas y era un gesto muy lindo. Así que no me queda de otra que quedarme en el infierno de mi casa con mi única amiga. Sí, amiga. No impediré más que entre a mi vida. Dejaré que todo fluya. Parece que la vida quiere sea feliz de nuevo. Aunque sea un poco.
7:30pm
Había pasado todo el día y nosotras seguíamos en la sala viendo Attack on Titan. Nos decidimos por ver una serie anime. Íbamos por el capítulo 3 de la tercera temporada y ya estábamos devastadas. Esta serie realmente te deja mal. Ella había traído palomitas, muchas chuches, trajo helado para mí, lo cual fue muy dulce de su parte, y trajo más Nutella. Estábamos comiendo la Nutella, cuando a la persona gigante que está a mi lado, se le ocurre hacerme una pregunta, que me sacó por completo de la felicidad que estaba viviendo hasta ahora.
- ¿Vives sola? - Me quedé en silencio por un momento. - No tienes que decirme. Sólo quería saber más de ti. - Somos amigas. Debería decirle, ¿cierto?
- Si, si vivo sola. -
- Oh. - Sé que se vienen más preguntas. Lo presiento. - ¿Y tus padres? - Dame fuerzas para esto dios.
- Murieron. - Esta se incomodó un poco - Hace 4 años. -
- Lo siento. -
- Tranquila. -
- ¿Y no tienes a nadie más? No pudiste haberte quedado sola a esa edad. - Ella estaba metiendo el dedo en una herida que desde hace un tiempo aún sangra como si fuese el primer día.
- Si lo tuve. - No puedo. No puedo hacerlo. Quiero de una vez por todas soltarlo pero no puedo. Las lágrimas no demoran en rodar por mis mejillas.
- Hyun-ah, es momento. - dijo poniendo una mano en mi hombro y mirándome con compasión.
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Darkness
Fiksi PenggemarHyun Jae, una chica que tuvo mucho amor, pero después de una pérdida irreparable se siente sumida en la oscuridad, y lo peor de todo es que está sola...o eso creía. Un grupo de personas llegarán a su vida para iluminarla, aunque más bien ella fue la...